Medio ambiente

Castilla y León actúa más rápido y es más eficaz contra el fuego

El consejero Suárez-Quiñones hace balance satisfactorio de lo que va de año, donde se han quemado 1.483 hectáreas de superficie arbolada en 523 incendios forestales, el 77 por ciento de ellos conatos

El consejero Suárez-Quiñones suelta un milano negro durante su visita en Valladolid al Centro de Recuperación de Animales Silvestres
El consejero Suárez-Quiñones suelta un milano negro durante su visita en Valladolid al Centro de Recuperación de Animales SilvestresRubén CachoIcal

A pesar de las altas temperaturas casi infernales de estas últimas semanas, con cuatro olas de calor casi seguidas, el número y virulencia de incendios forestales en Castilla y León no está siendo como otros años tan dramáticos.

Como por ejemplo el de 2022, que fue absolutamente catastrófico en materia de incendios forestales en la Comunidad por las condiciones extraordinarias que se dieron entre altas temperaturas, tormentas secas, vientos fuertes y una humedad relativa inferior al dos por ciento, y que tuvo a la sierra de la Culebra zamorana como triste protagonista de aquél verano.

La rápida actuación de los servicios de extinción, la colaboración ciudadana y que el operativo tenga más capacidades y sea más completo, fruto de los acuerdos alcanzados por la Junta en el seno del Diálogo Social, están detrás de esta mejor situación en la que se encuentra la Comunidad en la lucha contra el fuego.

Así lo cree y así lo contaba este martes el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, tras visitar en Valladolid el Centro de Recuperación de Animales Silvestres.

Allí, el consejero ponía como ejemplo lo ocurrido esta semana en el grave incendio forestal que se originaba en Portugal pero que saltaba a la localidad zamorana de Alcañices, donde la agilidad y buen hacer de los servicios de extinción lograron contener las llamas primero y sofocarlas y después en muy poco tiempo, quemándose tan solo 50 hectáreas en territorio castellano y leonés, cuando en el país vecino fueron mil las hectáreas arrasadas.

Un fuego que, por otra parte, sigue activo y por ello se mantienen operarios trabajando en el terreno para refrescar la zona y evitar que pueda reproducirse.

Suárez-Quiñones sacaba pecho y hacía un balance satisfactorio de cómo está transcurriendo la temporada alta de incendios en la Comunidad, si bien llamaba a no bajar la guardia porque aún queda mucho periodo estival por delante y la chispa puede saltar en cualquier momento.

Y es que en lo que va de año la superficie forestal arbolada que ha sido arrasada por las llamas en Castilla y León entre el 1 de enero y el 11 de agosto alcanza las 1.483 hectáreas frente a las 12.572 de promedio en el periodo entre 2014 y 2023. Una cifra que supone un 88 por ciento menos.

Además, la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio tiene contabilizados 523 incendios forestales en este 2024 frente a los 985 de media que ha habido en la última década.

Y, de este número, casi ocho de cada diez, en concreto el 77 por ciento, son incendios considerados como conatos, que no llegan a una hectárea quemada, mientras se han registrado 121 incendios de más de una hectárea.

Finalmente, recordaba que la mano del hombre está detrás, ya sea de forma accidental o intencionada, en nueve de cada diez incendios, por lo que invitaba a extremar la precaución durante estos días.

Recuperación de animales silvestres

Por otro lado, la Junta destinará cinco millones de euros para la mejora de los tres centros de recuperación de animales silvestres (CRAS) como son los tres existentes en Burgos, Segovia y Valladolid, además de otros dos de recepción en Salamanca y, sobre todo, para la construcción de uno nuevo en la finca Valsemana, en la Ercina (León).

Las obras se iniciarán en breve, con un presupuesto de 1,7 millones. Suárez-Quiñones aprovechaba la visita del CRAS de Valladolid para ver la reintroducción y suelta de un milano negro, una vez recuperado y después de tres meses de estancia en las instalaciones.