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Vivienda

Castilla y León rematará este año las primeras viviendas colaborativas que estrenarán los inquilinos a principios de 2026

Las promociones de Valladolid capital y Medina del Campo son las más avanzadas, junto a las que promueve el Patronato de Salamanca

Suárez-Quiñones visita las obras de las viviendas en Valladolid junto a Jesús Julio Carnero Miriam Chacón/Ical

La Junta de Castilla y León prevé terminar a finales de este año las primeras promociones de viviendas colaborativas de la Comunidad destinadas al alquiler. De esta forma, a principios de 2026 llegarán los nuevos inquilinos, jóvenes menores de 36 años, que tendrán que abonar una renta de unos 400 euros mensuales aproximadamente.

Este nuevo programa con 15 promociones y 998 viviendas, encomendado a la empresa pública Somacyl (Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente), encara su recta final con una inversión todavía en marcha de 150 millones. De hecho, fuentes de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio explicaron a Ical que 2026 será un año “intenso” porque se irán entregando los pisos a los nuevos moradores.

En ese sentido, las dos promociones más avanzadas en esta carrera y que se terminarán en diciembre de este año son las de Valladolid capital, en la calle Jardines de Sabatini, con 59 pisos, y la de Medina del Campo, con 27. En paralelo, el Patronato de la Vivienda de Salamanca, que impulsa dos proyectos, ya ha terminado uno de ellos y está dando los últimos remates a la segunda promoción.

Todas las actuaciones previstas, que se encuentran en diferentes grados de ejecución, se financian en su mayoría con recursos propios de la Comunidad, incluido un préstamo al Banco Europeo de Inversiones (BEI), y fondos Next Generation (38 por ciento). De hecho, el próximo año se irán estrenando de forma progresiva la mayoría de ellas, lo que supondrá la llegada a Castilla y León de un nuevo modelo residencial.

Esto obliga a Somacyl a desplegar un procedimiento para llevar a cabo la selección de los jóvenes que las arrendarán. En principio los precios, con variaciones en función del municipio, rondarán los 400 euros mensuales por unos pisos de unos 60 metros cuadrados útiles, con dos dormitorios y otros tantos baños, además de salón, cocina y terraza. A todo ello se unen espacios comunes como la lavandería, los jardines y las áreas de coworking.

Además, supone un reto para la empresa pública de la Junta, puesto que tendrá que disponer de una estructura que se encargue de gestionar estos “hogares”, ya que cuando estén terminadas será más de un millar de viviendas, con inquilinos que entren y otros se marchen, con lo que además se tendrán que hacer cargo de las entregas de llaves o del mantenimiento.

Para ello, Somacyl pretende seguir el camino abierto por las 134 viviendas de camineros que se han recuperado en su totalidad, salvo las 14 de Puebla de Sanabria (Zamora), y que se destinan de forma preferente para los jóvenes menores de 36 años. Además, se han sumado otras actuaciones, como la que se acaba de entregar en la antigua fábrica de harinas en Paredes de Nava (Palencia) o la de Villalón de Campos.

Estas últimas están reservadas para inscritos en el Registro de Demandantes de Viviendas, que no tengan una casa en propiedad y que sus ingresos se sitúen entre uno y cinco veces el Imprem. Están previstas, principalmente, para unidades convivenciales, con trabajos cerca de su ubicación, y se les ofrecen unos 300 euros mensuales.

En conjunto, la Junta calcula que tendrá entre 2026 y 2027 unas 1.200 viviendas disponibles para aumentar la oferta pública de alquiler, de las que un millar son colaborativas para jóvenes, salvo que queden unidades vacías porque en ese caso se ofrecerán a otras personas. El resto son las procedentes de las antiguas viviendas de camineros y otras promociones de la Comunidad.