Política

De la Hoz: “La transición hacia una movilidad descarbonizada no se puede alcanzar con imposiciones de tiempos y tecnologías”

El eurodiputado popular reclama pragmatismo, flexibilidad y diálogo para garantizar la competitividad de la industria y la protección del empleo en el proceso de descarbonización

El europarlamentario popular, Raúl de la Hoz, durante su intervención
El europarlamentario popular, Raúl de la Hoz, durante su intervenciónPPCyLPPCyL

El eurodiputado del Partido Popular, Raúl de la Hoz, ha defendido hoy en el pleno del Parlamento Europeo la necesidad de afrontar la transformación del sector del automóvil con realismo y sentido común, alejándose de planteamientos ideológicos o de plazos inasumibles que pongan en riesgo la competitividad industrial y el empleo.

“La partida en la que nos jugamos el futuro de la automoción ha comenzado. Ganar o perder implica mantener o destruir a la industria bandera de la economía europea y también millones de puestos de trabajo”, afirmó de la Hoz durante su intervención. “Y hoy sabemos que no ganaremos la partida si apostamos por la electrificación absoluta en el año 2035, y que solamente lo haremos si sabemos garantizar la competitividad del sector antes y después de ese año.”

El eurodiputado castellano y leonés apeló a la necesidad de “jugar correctamente tres cartas: la del pragmatismo, la del tiempo y la del diálogo”. En su intervención, defendió que “no existe una única solución tecnológica para reducir emisiones” y que el proceso de descarbonización debe ser “económicamente sostenible, técnicamente posible y tecnológicamente abierto”.

De la Hoz insistió además en la importancia de la flexibilidad temporal para garantizar una transición justa. “El proceso no puede imponerse de forma abrupta. La industria y el mercado necesitan tiempo y certidumbre. Pedir tiempo no es pedir retraso en los plazos, es asumir que el proceso debe ser justo, viable y ordenado”, señaló.

Por último, subrayó el papel del diálogo entre instituciones y empresas para alcanzar un equilibrio entre ambición climática y realidad industrial. “La transición hacia una movilidad descarbonizada no se va a alcanzar con imposiciones ni de tiempos ni de tecnologías, sino con inteligencia”, concluyó