Igea lamenta que Cs se dedique a sus miserias internas en lugar de combatir al populismo

El procurador de Ciudadanos en las Cortes de Castilla y León y exvicepresidente de la Junta, Francisco Igea, se siente triste por la expulsión que ha sufrido del Consejo General de Ciudadanos, al igual que Edmundo Bal por sus críticas a la cúpula de la formación liberal, pero, sobre todo, porque cree que su partido está más preocupado de sus "miserias internas" y de largar a los críticos que de plantar cara y combatir al populismo que, en su opinión, se está extendiendo por España, en alusión a Vox, y sus acuerdos de Gobierno con el PP.

Al respecto, Igea aseguraba que el modelo de "autoritarismo" de Vox en Castilla y León está siendo el "precursor" de lo que va a ocurrir en más partes del país con la entrada en las instituciones de los populistas de ultraderecha. En este sentido, se refería a lo sucedido en la convocatoria de Mesa de las Cortes y Junta de Portavoces que calificó de “inédita” para abordar el escrito de reconsideración del Grupo Socialista, tras la inadmisión el jueves pasado de una pregunta de la zamorana y vicepresidenta segunda de la cámara, Ana Sánchez, por ser una cuestión de índole jurídica.

"Si no se puede preguntar sobre asuntos de dudosa legalidad es un parlamento que no puede hacer su trabajo, lo que unido a la suspensión del debate de política general, previsto para el final del periodo de sesiones, y otras cuestiones, hacen que las Cortes sean francamente inútiles”, denunciaba Igea, para quien todo estos que está ocurriendo “es un episodio más de la degradación de la vía parlamentaria” y d elo que se avecina en otras partes de España con la irrupción de Vox en las instituciones.

"¿Qué pensarán los ciudadanos de un partido liberal que, en vez de ocuparse de luchar contra el iliberalismo, se ocupa de sus pequeñas miserias internas?", se preguntaba el ex número dos de la Junta con Fernández Mañueco en la pasada legislatura en los pasillos de las Cortes.

Sobre el expediente disciplinario que Ciudadanos le ha abierto, apuntaba que se trata de una decisión "desgraciadamente premeditada" y afirmaba, contundente, tiene "documentos que así lo avalan".

"Es un triste final para un partido en el que he invertido ocho años de mi vida a favor de la libertad y la transparencia", decía, a la vez que insistía en que "no es de justicia" que se le trate de este modo, aunque sacaba pecho y se mostraba orgullos de su labor política y de lo conseguido bajo las siglas "naranjas".