
Sociedad
La Junta refuerza la seguridad en el centro de menores «Zambrana»
Se instalarán cámaras de viglancia que grabarán audio y video y se crea la figura del Auxiliar de Control Educativo

El asesinato de una trabajadora social por parte de tres menores de edad en un piso tutelado en Badajoz hace unas semanas ha provocado que este colectivo haya levantado la voz en toda España pidiendo más seguridad para poder llevar a cabo su trabajo ya sea en estos hogares tutelados o en centros de menores, como el «Zambrana» de Valladolid, el único de régimen cerrado de Castilla y León, destinado al cumplimiento de medidas impuestas por jueces ya sea por quebrantamiento de condenas, daños, delitos contra el orden público, hurtos, dignidad sexual u homicidios.
En estos momentos, son 58 los menores que están inscritos en el centro, 16 de ellos en un régimen de internamiento cerrado por haber cometido delitos. En lo que va de año este centro ha registrado cuatro agresiones físicas de menores a educadores, mientras que en 2024 hubo 18, dieciséis de ellas en el primer semestre y dos en el segundo, coincidiendo con el cambio de la empresa que lo gestiona.
Pese a ello, la vicepresidenta de la Junta, Isabel Blanco, lanzaba un mensaje de tranquilidad a los familiares y a la sociedad «porque el centro funciona con normalidad y con las características propias de este tipo de lugares.
La también consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades anunciaba este martes nuevas medidas e inversiones para mejorar la seguridad de trabajadores y menores en el centro a través de un nuevo contrato que aumentará en 800.000 euros y llegará a los 3,6 millones para los dos próximos años.
Entre ellas, se instalarán cámaras de vigilancia de video y audio para prevenir denuncias falsas, es decir, las cámaras, además de transmitir en directo lo que sucede en el centro para que el equipo de seguridad lo visualice en tiempo real, van a recoger de manera permanente dichas imágenes y sonidos. "Se trata de un modus operandi que funciona en otros centros y que tiene como objetivo la protección tanto del trabajador como del menor", destacaba la consejera.
Asimismo, la entidad Adis Meridianos encargada de la gestión del centro creará la figura de auxiliar de control educativo que estará presente siempre en los lugares donde los menores hacen sus actividades y podrá controlar y contener a los internos hasta que lleguen los vigilantes de seguridad, quienes contarán con comunicación segura mediante pinganillo. También se creará un retén de trabajadores frente a bajas injustificadas, que es uno de los problemas que ha tenido el centro en los últimos meses. Así, cuando se producen eventualmente varias bajas al mismo tiempo, los menores continúan siendo atendidos con plena normalidad y a la vez se evitan sobrecargas de trabajo al resto de la plantilla.
La plantilla es de 70 profesionales permanentes más otros catorce de apoyo para cubrir las bajas. Blanco destacaba que el Zambrana es un centro de referencia nacional nivel nacional, con una ratio de un educador por cada tres menores por la mañana y 2,9 por la tarde, lo que mejora la media nacional.
Por sus características, el centro de menores Zambrana debe contar con unos sistemas de seguridad capaces de abordar cualquier incidencia. Aun así, la Junta de Castilla y León trabaja de manera permanente en actualizar y mejorar los equipos tanto humanos como materiales.
Estas medidas de seguridad se suman a las yque se pusieron en marcha el pasado año como la instalación de una plataforma nueva de circuito cerrado de televisión con videovigilancia en cada planta del inmueble y en todo el perímetro; un nuevo sistema de pulsadores SOS o antipánico —al que se le pretende dotar incluso de más cobertura—; el aumento de la plantilla de vigilantes; la instalación de un nuevo puesto de control de cámaras en la parte central del edificio de reforma para reducir los tiempos de respuesta; o la dotación de chalecos antitrauma o antipinchazo a los vigilantes para reforzar su seguridad durante las intervenciones que deban realizar.
"Estamos trabajando de manera continua en la mejora tanto de los servicios y la atención prestada a los menores como de la seguridad de todas las personas que, de un modo u otro, están ligadas al centro: por un lado, los profesionales que trabajan en el Zambrana y, por otro, los propios residentes", destacaba Blanco, quien comparaba estas medidas del nuevo contrato de seguridad para el centro con un "ascensor viejo que funciona, pero que requiere mejoras".
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