Política

Mañueco defiende la estabilidad y el impulso de su Gobierno

El presidente niega que se estén cerrando consultorios en el medio rural y anuncia que la Comunidad blindará por Ley «dentro de poco» su mantenimiento

El jefe del Ejecutivo autonómico interviene desde su escaño en las Cortes en presencia de García-Gallardo y De la Hoz
El jefe del Ejecutivo autonómico interviene desde su escaño en las Cortes en presencia de García-Gallardo y De la HozMiriam ChacónIcal

El hemiciclo de las Cortes recuperaba este miércoles su actividad parlamentaria tras el descanso estival con las preguntas de control al Gobierno autonómico, en lo que supone el arranque de un nuevo periodo de sesiones en el Parlamento que finalizará a finales de año. Y lo hacía prácticamente igual que como lo dejó en junio en vísperas de las Elecciones Generales: con un ambiente hostil y demasiados reproches mutuos entre las izquierdas y las derechas durante las intervenciones, marcadas también muchas de ellas por la situación política actual en España tras el 23-J y las peticiones del fugado de la Justicia, Carles Puigdemont, para dar su apoyo a PP o PSOE.

El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, tuvo que responder a preguntas del portavoz socialista Luis Tudanca, del leonesista Luis Mariano Santos y del líder de Unidas Podemos en la Comunidad, Pablo Fernández, y en todas ellas el jefe del Ejecutivo regional defendía el buen hacer de su equipo en este más de año y medio de legislatura. Y ante las críticas del portavoz de la UPL de que se están cerrando consultorios en la provincia leonesa, Mañueco elevaba el tono para desmentir este extremo y anunciar que dentro de poco Castilla y León «blindará» por ley el mantenimiento de estos centros sanitarios del medio rural.

«Mientras yo sea presidente no se cerrará ninguno», afirmaba, contundente, a la vez que reivindicaba la gestión sanitaria, donde Castilla y León está «a la cabeza de España» en la cita para Atención Primaria y en el ratio de pacientes por médico o que se haya reducido durante el último año hasta un 20 por ciento la lista de espera quirúrgicas.

Además, durante su cara a cara con el socialista Tudanca, que había calificado de fracaso la políticas de la Junta y augurado el fin de la coalición con Vox -«al PP se le está quedando cara de Vox y a Vox de Ciudadanos», decía el socialista, Mañueco defendía por el contrario el impulso que está realizando su Gobierno en este tiempo. Y le echaba en cara que haya regresado del verano igual que siempre, pintando una situación apocalíptica en la Comunidad «que no es real», y «aportando poco o nada» al avance de Castilla y León además de molestarse o tener alergia de que a la Región le esté yendo bien.

En este sentido, aseguraba que la Región «está mejor» que la media en crecimiento económico de España, y ponía en valor la subida de las exportaciones y la producción industrial o los datos de empleo, con 28 meses consecutivos de descenso del paro interanual y 29 seguidos de subida de la afiliación a la Seguridad Social.

«Estos son los datos de la Castilla y León real», decía Mañueco, para después echar en cara a Tudanca que siga enredando y hablando mal de esta tierra, en referencia a las ayudas para fijar población en el medio rural, y recordarle su «frustración» por el hecho de que los castellanos y leoneses hayan vuelto a dar la espalda al PSOE primero en las elecciones municipales y en las generales después.

[[H2:Preguntas «que no buscan la buena fe»]]

¿Considera el vicepresidente que luchar contra la violencia de género es una anomalía en el mundo civilizado? Esta era la pregunta que la procuradora del PSOE, Patricia Gómez, hacía a García-Gallardo, para quien no buscaba «la buena fe» o saber la verdad, sino un minuto de gloria.

Gómez llamó «ignorante, machista y zafio» al líder de Vox por «rechazar» que exista la violencia de género, y Gallardo defendía la política de la Junta en la protección a las mujeres, con cero denuncias ante el Procurador del Común. Y decía que la única anomalía es que Sánchez se apoye en terroristas o separatistas para gobernar.