La Junta continúa con su reto de avanzar en la simplificación administrativa y en la reducción de cargas burocráticas para las empresas de Castilla y León. Así lo ha vuelto a recalcar el consejero de la Presidencia, Luis Miguel González Gago, al mantener un encuentro con representantes de Empresa Familiar, encabezados por su presidentes Isidoro Alanís.

Una reunión, donde el consejero se ha comprometido a avanzar en la implantación en la Administración autonómica de un único sistema informático de atención al ciudadano, aunque ha matizado que el tema es «complejo» y que aún es más complicado lograrlo de la mano del Estado y de los entes locales.

En este sentido, Alanís consideró fundamental la puesta en marcha de un sistema digital de información global, por el que cualquier empresa o ciudadanos «no tenga que presentar más de una vez sus documentos», para que cualquier administración, la estatal, regional o local tenga acceso a los mismos y el ciudadano o la empresa no tenga que estar constantemente aportándolos.

González Gago explicó también que se ha analizado la problemática que genera el «exceso de producción normativa», algo que supone una enorme complejidad en la gestión de la empresas, que tiene que estar «constantemente estudiando» la nueva legislación.

Así, indicó que se va a abordar la implantación de «plazos más leves de tramitación», explicando que para garantizar la objetividad y la transparencia se multiplican los trámites y órganos administrativos por donde transitan los expedientes, lo que provoca que se prolongue de manera excesiva su resolución última.

Y otro de los retos a los que se ha referido el consejero de la Presidencia durante este encuentro es la de favorecer el silencio administrativo positivo, para que «cuando no existe agilidad por parte de las administraciones como consecuencia de sus carencias, que las resoluciones puedan ser favorables a la entidad».

Por último, González Gago también puso en valor que en la comunidad, en esta legislatura, se quitó la cita previa con carácter general en la atención a los ciudadanos, algo que ha considerado fundamental Isidoro Alanís, señalando que «no es una buena arma para dar un buen servicio a la ciudadanía».