Cultura

El precioso conjunto monumental que está considerado "El Escorial de los Retablos", y que nadie se puede perder

No tiene comparación en cuanto a época, estilo, escultura, decoración y arquitectura

Retablo del Conjunto Monumental de Santa Clara, en Briviesca
Retablo del Conjunto Monumental de Santa Clara, en BriviescaJcylJcyl

Muchos son los tesoros arquitectónicos que esconden todos los rincones de España. La riqueza patrimonial de nuestro país es infinita y hasta el pueblo más recóndito sorprende con templos llenos de joyas. Es el caso de una preciosa villa que cuenta con un impresionante conjunto monumental que reúne el considerado como "El Escorial de los Retablos", y que nadie se puede perder.

El retablo es la estructura arquitectónica, pictórica y escultórica que se sitúa detrás del altar en las iglesias católicas de rito latino; en las iglesias orientales en comunión con Roma o no, anglicana o luterana no hay una función semejante, dada la presencia del iconostasio, y en las protestantes suele optarse por una gran reducción de la decoración.

Con el nombre de retablo mayor se designa particularmente al que preside el altar mayor de una iglesia; dado que las iglesias pueden tener otros retablos situados tras los altares de cada una de las capillas. El término «tabla» hace referencia al soporte de las pinturas (que también puede ser el lienzo), y su estructura se indica con los términos díptico, tríptico o políptico (disposición que también pueden tener obras devocionales de menor formato no destinadas a un altar, como El jardín de las delicias).

Los retablos se han realizado con todo tipo de materiales (toda clase de maderas, toda clase de piedras, toda clase de metales, esmalte, terracota, estuco, etc.) y pueden ser escultóricos (en distintos grados de relieves o con figuras de bulto redondo), o bien pictóricos; es también muy frecuente que sean mixtos, combinando pinturas y tallas.

Desde finales del siglo XIII fueron los elementos más relevantes en la decoración interior de las iglesias, tanto en la Europa septentrional (Alemania y Flandes; una tipología específica recibe el nombre de «retablos de Amberes” como en la meridional (Italia, y especialmente en los reinos cristianos de la península ibérica, donde la retablística alcanzó un desarrollo extraordinario, difundiéndose más tarde por las colonias hispano-portuguesas en América y Asia). La preferencia por esta forma artística hizo que en muchos casos quedaran ocultos tras los retablos frescos románicos anteriores.

Los retablos suelen adoptar una disposición geométrica, dividiéndose en «cuerpos» (secciones horizontales, separadas por molduras) y «calles» (secciones verticales, separadas por pilastras o columnas). Las unidades formadas por esta cuadrícula de cuerpos y calles se denominan «encasamentos», y suelen albergar representaciones escultóricas o pinturas.

A partir del siglo XV, tomó relevancia el tabernáculo o sagrario (lugar donde se guardan las formas sagradas), que paulatinamente centralizó el espacio del retablo hasta convertirse, en ocasiones, en su elemento principal, adoptando incluso formas exentas e independientes.

La Reforma Protestante del siglo XVI, caracterizada por un marcado aniconismo, que en algunos casos llevó a la iconoclasia (con mayor intensidad en el anabaptismo y el calvinismo, menor en el luteranismo, mínima en el anglicanismo, donde explícitamente se autoriza el uso de retablos, prácticamente eliminó el uso de retablos e imágenes sagradas en los territorios que protagonizaron el movimiento (Alemania del norte, Suiza, Holanda, Inglaterra, Escandinavia), según señala Wikipedia.

Conjunto Monumental de Santa Clara (Briviesca)

Hasta nuestros días han llegado impresionantes ejemplos de retablos, pero uno de los más destacados es el considerado “El Escorial de los Retablos”, que se encuentra en el Conjunto Monumental de Santa Clara, en la localidad burgalesa de Briviesca. Se le denomina así ya que es único en su género, no tiene comparación con ningún otro retablo en cuanto a época, estilo, escultura, decoración y arquitectura. Es de estilo Renacentista–Manierista–Romanista.

La ejecución material del retablo es iniciada por Diego Guillén en 1551 y continuada por el taller del escultor López de Gámiz, con parte muy activa de Juan de Ancheta, hasta su finalización en 1569. El retablo es de madera de nogal sin policromar y mide más de 20 metros de altura. Todo él está dedicado a exaltar a la Virgen.

Pero no es la única joya del templo. El Conjunto Monumental de Santa Clara Se compone de Iglesia, Monasterio, Casa solariega y Hospital. Fue construido por mandato testamentario de Doña Mencía de Velasco, hija de los Condestables de Castilla en el siglo XVI, para ser enterrada en él. El conjunto arquitectónico lo realiza Juan Gil de Ontañón en el siglo XVI. En 1931 es declarado monumento nacional.

La iglesia es el edificio más interesante de todo el conjunto, tanto por su construcción original, como por el retablo que alberga en su interior, que es considerado la "joya de Briviesca"; su importancia se debe no solo a la originalidad del retablo, sino también a la alta calidad de las tallas, al excepcional trabajo de arquitectura y a la excelente profusión de la decoración, según señala la página web de turismo del Ayuntamiento.

Además, el convento, habitado hasta el mes de junio de 2005 por la congregación de la Orden Franciscana-Clarisa, tiene dos claustros, uno de ellos de estilo gótico.

Por su parte el Hospital "de Nuestra señora del Rosario", conocido coloquialmente como "Hospitalillo", es un edificio que alberga un patio de estilo Renacentista Herreriano de dos plantas.

Como su propio nombre indica, su función inicial fue la de Hospital. Posteriormente fue casa-asilo, escuela… hasta que en la década de los 90 comenzó su restauración. Actualmente se ubican en su interior diversas dependencias municipales.

Por último, la iglesia de Santa Clara es visitable todos los días de la semana, tienen que adquirir previamente la entrada en la Oficina de Turismo del Ayuntamiento de Briviesca y hay horarios de visita establecidos.

De Lunes a Domingos: 11:00h. 12:00h. 13:00h.

De Lunes a Viernes: 16:30h. 18:00h.

Otros atractivos de Briviesca

La localidad burgalesa de Briviesca es la capital de la comarca de la Bureba, y su situación estratégica y el pronto asentamiento de pueblos ha provocado que la villa cuente con numerosos tesoros arquitectónicos. Los primeros asentamientos se remontan al siglo I a. C. cuando establecieron aquí su capital los autrigones que se extendían por toda la comarca actual de La Bureba y el valle superior del Ebro. Posteriormente ya se consideraba a Briviesca como un núcleo importante de población, por entonces llamado Virovesca, que habitaban los romanos en la encrucijada de dos importantes vías romanas y citada en el Itinerario de Antonino como mansio romana.

Esta ubicación, y el auge, en la Edad Media, del Camino de Santiago, por la vía de Bayona que enlazaba con la calzada romana XXXIV o Ab Asturica Burdigalam (Vía Aquitania) a la altura de San Millán, que fue el origen del Camino Francés, hicieron que Briviesca fuera creciendo poco a poco hasta llegar en su máximo esplendor en el Renacimiento. Actualmente, su ubicación a medio camino entre Miranda de Ebro y Burgos en las rutas Francia-Madrid-África y Francia-Portugal, tanto por vía férrea, como por carretera entre (N-I y AP-1), ha contribuido al desarrollo industrial y comercial.

Cuenta con amplios espacios verdes abiertos a campos y montes, así como un conjunto monumental con varios bienes de interés cultural, entre los cuales destacan:

La Colegiata de Santa María la Mayor

De las cinco colegiatas históricas de la diócesis de Burgos esta fue la primera y una de las más antiguas de España, manteniendo la condición de colegiata hasta mediados del siglo XIX. Fue declarada en 1983 monumento histórico-artístico nacional.

La construcción del templo actual se inició en el siglo XIV, en relación con la nueva ubicación de la villa. De 1789 data el inicio de las obras que supondrán la total reconstrucción del tercio inferior del templo, con la erección de la nueva fachada (de corte neoclásico) y torres según la traza dispuesta por Manuel Echanove , al tiempo que se acometen otras reformas para la renovación interior del espacio eclesial. Las obras estaban ya conclusas en 1794 y dieron como resultado la imagen actual de la Colegiata.

La imagen que aparece en el óculo central de la fachada, es Nuestra Señora de Allende (de la época gótica) colocada en 1930. Coronan el edificio dos torres rematadas por cúpulas gallonadas (restauradas en el año 2017).

La iglesia es casi catedralicia abriéndose en una cúpula central ovoide. El interior presenta tres naves, de la misma altura, separadas por pilares y con bóvedas de crucería decoradas con motivos geométricos en época barroca.

Nave del Evangelio

Retablo del Rosario, obra de principios del siglo XVII, Retablo de San Pedro, Retablo de Santa Teresa, Obra del siglo XVIII, con imagen de Santa Teresa , y rocallas.

Retablo del ábside del Evangelio, dedicado a Cristo en la cruz, es obra neoclásica. Así mismo, se encuentran en la nave del Evangelio dos sepulcros de arcosolio apuntado, con esculturas yacentes de época gótica.

En la nave de la Epístola

Destaca la capilla de Santa Casilda o de las 11.000 Vírgenes; el retablo que la preside fue realizado, al igual que el de la iglesia de Santa Clara, en madera de nogal sin policromar por el taller que creó en Briviesca Pedro López de Gámiz y sufragado, entre otros, por “Fray Juan de Briviesca” (Juan de Muñatones).

En la cabecera de la iglesia la espectacular Capilla del Sagrario está cubierta por una bóveda de media naranja decorada con pintura al fresco; es de estilo barroco y tiene una gran importancia artística y religiosa.

La colegiata se puede visitar el día de "Viernes Santo", los fines de semana (10:00 a 14:00 horas) y durante los meses de Julio, Agosto y Septiembre (durante los que se celebra el culto en esta iglesia) todos los días.

Iglesia de San Martín

El templo preside uno de los lados de la Plaza Mayor, aunque resulta difícil situar el momento de fundación de esta iglesia pero ya a principios del siglo XIV figuraba como una de las tres parroquias de Briviesca.

Su fachada fue labrada en la mitad del siglo XVI y es de estilo plateresco. El templo dispuso de una torre para el cuerpo de campanas, destruida en el siglo XIX en 1867 por la Junta Revolucionaria, fue sustituida por una espadaña.

Su planta es rectangular, se divide en tres naves, la central más alta que las laterales, y las separan arcos de medio punto que se apoyan en gruesas columnas. El largo proceso constructivo de la iglesia hace que conviva en ella el gótico tardío (estilo en el que se inició su construcción), con trazas y remates renacentistas y el barroco del retablo central. La mayor parte de la obra fue realizada por Lope García de Arredonda y Juan de Sisniega en el siglo XVI.

En el interior llama la atención su amplia nave central cubierta por una elevada bóveda y su retablo Barroco del siglo XVII, presidido por la figura de San Martín, el Obispo de Tours. La proyección del retablo es de Antonio Cortés, y el tallista es Manuel de Ágreda.

En la nave de la izquierda, antes de entrar en la sacristía se ubica la capilla de las Viejas, fundada por Don Pedro Ruíz de Briviesca, cuyo retablo es de estilo hispanoflamenco y fue construido entre 1490 y 1515. En esta capilla se encuentra el sepulcro de Don Pedro y el de su esposa Teresa Ruíz.

La Capilla del Carmen posee un Cristo (siglo XVI) muy venerado en Briviesca. Otra de las capillas, la de San Miguel, fue mandada construir por Don Francisco de Salazar y su esposa Doña Casilda de Olmos, hacia el año 1600, sobre el arco de la entrada hay un hermoso escudo.

En la nave de la derecha, la capilla dedicada a la Pasión y muerte de Jesucristo alberga interesantes tallas que componen parte importante de las procesiones de Semana Santa. Esta iglesia es visitable todos los días de la semana antes y después del culto.

Plaza Mayor

La plaza de Briviesca es el punto neurálgico de la ciudad y centro de encuentro para sus ciudadanos. Destaca el templete, símbolo inconfundible de Briviesca que fue construido en 1909 y totalmente restaurado en 1983.

Santuario de Santa Casilda

Cerca del municipio se encuentra este santuario que se levanta sobre la gruta donde la santa titular pasó en soledad los últimos años de su vida, y donde se conserva el sepulcro con sus restos.

El templo, de origen medieval y de reducidas dimensiones, está situado junto a una hospedería. La portada de la iglesia fue diseñada por Nicolás de Vergara. Dentro de él se encuentra un altar con la imagen de la santa titular, esculpida por Diego de Siloé. También hay un camarín barroco, unos relieves góticos, y exvotos. Una puerta lateral externa desciende hasta la pequeña gruta donde se conserva el sepulcro de santa Casilda, situada por debajo de la iglesia. Asimismo, otra escalera exterior, enfrente de la hospedería, desciende hasta la Gruta de San Vicente, una antigua cueva de ermitaño dedicada a este santo mártir.

Espacios verdes

Brivesca está rodeada por los extensos campos que caracterizan la Bureba y sus pueblos. Aun así en su casco urbano posee de espacios verdes, parques y paseos. Dedica casi 6 hectáreas (58 300 m²) repartidos por diferentes puntos de la ciudad para el disfrute de los ciudadanos de las zonas verdes.

Parque de la Isla

Fue inaugurado en el 2010 y se encuentra al este del casco histórico, en un gran meandro del río Oca que lo rodea. Tiene una superficie de 10 100 m². El nombre viene porque entre los dos puntos más cercanos del meandro existe un canal que hace que esté rodeado por agua y que su acceso sea a través de dos puentes. En el parque se encuentran numerosas especies arbóreas y florales, como también un área de gimnasia para mayores.

Parque de La Florida

Lo inauguró el príncipe de Asturias en el año 1989 en su visita a la ciudad. Es el parque más extenso de la ciudad con 15 500 m². Se encuentra al sur, y también esta a orillas del río Oca, que lo bordea por su lado sur. Por el norte está flanqueado por un paseo que recuerda a la taconera con altos árboles a sus lados. El parque posee una fuente ornamental dos áreas de juegos infantiles, amplios jardines, y una cancha de baloncesto y futbol sala con hierba artificial. El nombre viene porque en él se encuentran especies arbóreas florales que hacen que en primavera contenga una extensa variedad de colores.

Parque de la Magdalena

Se encuentra al norte de la ciudad en el polígono industrial La Vega. Tiene una superficie de 8000 m². Posee en el centro un templete dentro de un gran estanque al que se accede a través de dos pasarelas. Tiene también una serie de barbacoas y mesas de hormigón para poder realizar almuerzos o meriendas.

Posee una extensa superficie de césped, un área de juegos infantiles, y una bolera. Por el sur lo delimita el río Oca por el norte y este el campo de fútbol de hierba artificial y el campo de Fútbol 7, por el oeste una industria. Tiene una serie de plazas de aparcamiento que también sirve para el complejo deportivo.

Parque del Depósito

Se encuentra al oeste de la ciudad alrededor del depósito de menor capacidad. Posee mesas y bancos para su disfrute. Tiene una superficie de 3700 m².

Paseo del Monte de los Pinos

Se encuentra en el monte de los Pinos y por él se accede al parque del Depósito, al mirador de la ciudad y a lo alto del monte. Es un paseo natural con suelo de piedra y tierra. El mirador posee bancos para el disfrute de las vistas de toda la ciudad. Desde el centro urbano, se encuentra a un kilómetro de camino ascendente.

Paseo del Río

Es el más largo de la ciudad y la recorre totalmente de sur a Norte desde la estación de tren en el paraje conocido como la Culebrilla hasta el paseo de la Epitafia. Tiene una superficie de 14 500 m². Recorre el parque de la Florida y el de la Isla. Posee en todo su recorrido de bancos y en dos puntos, junto al instituto y al parque de la isla de mesas para merendar.

Paseo de la Taconera

Es el que delimita el casco histórico por el sur. Es un paseo lineal, que tiene hileras de bancos y árboles a sus lados y jardineras y una superficie de 3400 m². Recientemente se ha instalado un área de juegos infantiles. Todos los primeros sábados del cada mes se instala allí el mercadillo mensual. Desde él se pueden contemplar la muralla-tapia de la huerta del monasterio de Santa Clara, y la parte trasera de la iglesia de Santa María con todas sus capillas, según señala Wikipedia.

Paseo de la Epitafia

Era la antigua entrada por carretera a Briviesca antes de realizarse el Cruce del Vallés tras su peatonalización se ha convertido en la entrada del Camino de Santiago - Vía de Bayona a la ciudad y el comienzo del paseo del río. Tiene una superficie de 2900 m². Posee un área de juegos infantiles un puente medieval y un área de descanso para peregrinos recientemente construida.