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Los médicos de la atención primaria denuncian a Salud por no revertir la “sobrecarga crónica”

El 96% de los profesionales de los ambulatorios asegura tener un exceso de visitas un año después de la huelga

Cientos de médicos de atención primaria durante una protesta ante la sede del Institut Català de Salut (ICS)/Foto: Efe
Cientos de médicos de atención primaria durante una protesta ante la sede del Institut Català de Salut (ICS)/Foto: Efelarazon

Hace un año los médicos, enfermeras y demás personal de la atención primaria se plantaron para denunciar el incremento de la presión asistencial y reclamar más recursos. Tras años de aguantar las consecuencias de los recortes del gobierno de Artur Mas, dijeron basta y convocaron una huelga de cinco días.

Su paro sirvió para acordar con el Institut Català de la Salud (ICS), responsable del 80% de la atención primaria, un paquete de medidas para rebajar la presión asistencial, recuperar los pagos por objetivos, fijar la hora de cierre de las consultas a las 20.00 horas, ganar más minutos para visitar a los pacientes y el compromiso de contratar a más personal, entre otras cosas. Pero un año después, los médicos no están contentos. Avisan de que no se están implementando las medidas necesarias para limitar la carga de trabajo en la atención primaria y adecuar el número de visitas diarias a su jornada asistencial, tal y como fija el acuerdo para levantar la huelga, que se firmó el 29 de noviembre de 2018. Según una encuesta del sindicato Metges de Catalunya, que orquestó la huelga, el 96% de los profesionales de la atención primaria se queja de que sigue teniendo un exceso de visitas en la consulta. El acuerdo con el departamento de Salut hablaba de un tiempo mínimo por paciente de unos 12 minutos para las visitas presenciales, seis minutos para las no presenciales y 45 minutos para la atención domiciliaria. Si bien, un 45% admite que tiene menos carga asistencial que hace un año, lo cierto que es sólo un 4% asegura trabajar en condiciones óptimas.

Tras decenas de reuniones y una reflexión, Metges de Catalunya presentará mañana una denuncia al ICS, ante Inspección de Trabajo, por "dejadez en materia de salud laboral". Consideran que no se han desplegado las medidas necesarias para reducir la sobrecarga de asistencia. “El acuerdo de huelga se está implementando de manera lenta y desigual en el territorio”, ha detallado esta mañana Javier O'Farrill, presidente del sector de primaria del Institut Català de la Salut (ICS), del sindicato.

Los equipos de atención primera de Barcelona, Lleida y Cataluña Central (Anoia, Bages, Bergueà, Moianès y Osona) son los más afectados. En el caso de Barcelona, matiza O'Farrill, porque “el estudio de carga asistencia que se elaboró para concretar cuántos médicos hacen falta en los Centros de Atención Primaria no tuvo en cuenta la situación socioeconómica barrio a barrio”. Y eso es un matiz importante, porque como demuestra la encuesta de Salud Pública de Barcelona, los 18 barrios con peores indicadores socioeconómicos coinciden con los que tienen peor salud.

O'Farrill recuerda que en julio, el sindicato presentó un requerimiento exprés a los comités de seguridad y salud de las dirección de atención primaria (DAPS) del ICS para alertar de que la carga de trabajo sobre los profesionales no se estaba reduciendo. Pero cuatro meses después, lamenta que “no hemos recibido respuesta”. Igual que hace un año, cuando decidieron ir a la huelga, O'Farrill y su compañera Elena Bartolozzi, secretaria del sector de primaria del ICS, advierten de que "la fatiga mental por la sobrecarga laboral crónica que aguantamos produce agotamiento, estrés, depresión, ansiedad y tiene consecuencias para la población que atendemos, pues tenemos más posibilidades de cometer errores".

O'Farrill insiste en que no es de recibo que un ciudadano espere un mes o semanas para que le atiendan en el CAP y que el día de la cita su médico esté cansado.

Hace un año, el diagnóstico que el ICS y los sindicatos elaboraron de la atención primaria es que hacía falta más médicos. Acordaron fichar 251 y se han acabado incorporando 309, aunque hay que matizar que no se han incorporado literalmente. Como de las facultades de Medicina no salen tantos médicos de familia, contratar lo que se dice contratar, se han contratado 176 profesionales. El resto sale de 22 médicos que han alargado su jubilación y de 800 facultativos que amplían la jornada, cuyas horas de más equivalen a las que harían 172 médicos. “Esta medida debe ser provisional”, lamenta Bartolozzi.

Y aunque en el supuesto de que se hubieran 309 médicos disponibles para contratar, seguirían siendo menos que los que había en 2010. Antes de la crisis, la plantilla de médicos de atención primaria contaba con 6.645 profesionales. Nueve años después, cuenta con 5.787 facultativos. Entre 2010 y 2019 se han perdido 858 médicos, según denuncia Metges de Catalunya. “¿Se necesitan menos médicos hoy que hace nueve años?”, pregunta en tono irónico O'Farrill. Porque hoy, Cataluña cuenta con una población de 7.600.267 personas, son más que en 2010, cuando había 7.462.044 personas.

Para poder contratar más personal, Metges de Catalunya reclama recursos para la atención primaria, concretamente, el 25% de los presupuestos de salud. Hoy, el presupuesto para la primaria es sólo el 16,9% del total del departamento de Salud, menos, incluso, que en 2010, cuando contaban con el 18,4%.

El sindicato ha empezado por poner una denuncia, pero no descartan organizar más protestas. Según su encuesta, el 37% de los facultativos se muestra partidario de volver a hacer protestas y un 33% de volver a convocar una huelga.

“No puede ser que no se cubran las ausencias, por ejemplo”, clama O'Farrill. El 52% de los 1.300 profesionales que ha participado en la encuesta lamenta que no se cubren las ausencias, sea por baja laboral o por una merecidas vacaciones. La cuestión es que sólo se cubre un 3,4% de las ausencias. Y de las que se cubren, se hace un tercio del tiempo en que el médico está fuera. "Si las condiciones no son atractivas, no atraeremos a profesionales a la primaria", se queja Bartolozzi. "Cinco de cada diez jóvenes que hacen el MIR en nuestros ambulatorios se van", añade.

Tener una plantilla escasa condiciona también las reducciones de jornada. Ocho de cada diez médicos que tiene reducción de jornada denuncia que no se le ha disminuye a agenda de visitas ni la población asignada.