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Isaac Newton y la educación a distancia por la peste que dio con la ley de gravitación universal

El científico tuvo que volver a casa cuando la universidad de Cambridge cerró por culpa de la gran plaga de Londres y en esos meses puso las bases de todas sus teorías

Un grabado de la época de Isaac Newton
Un grabado de la época de Isaac Newtonlarazon

Para todos aquellos padres que sufren por si sus hijos están perdiendo el tiempo en esta cuarentena, con los colegios y universidades cerrados, hay que decirles que esto no es un hecho excepcional en la historia, sino que ha sucedido en todas las epidemias desde el siglo XVII, y que muchos de esos estudiantes que tampoco pudieron ir a clase durante meses acabaron convirtiéndose en auténticos líderes del pensamiento universal.

El ejemplo más claro es Isaac Newton, padre de toda la física moderna, famoso por aquella manzana que se le cayó en la cabeza y le dio pie a establecer las leyes de la gravedad. El científico nació el 4 de enero de 1643 y a los 18 años, después de una vida azarosa, entró en Cambridge, en 1661. En agosto de 1665, cuando acabada de sacarse una licenciatura, pero no había acabado sus estudios, la universidad tuvo que cerrar y suspender todas sus clases debido a la peste negra, la Gran Plaga de Londres que acabó en dos años con la vida de 100.000 personas.

No sería hasta 1667 que Newton pudo volver a la Universidad, pero desde luego no perdió el tiempo durante esos meses. Desde el humilde hogar de sus abuelos, en Woolsthorpe, en el condado de Lincolnshire, el matemático puso las bases de sus nuevos descubrimientos en cálculo y óptica, así como los principios de la ley universal de la gravedad. ¿Se le cayó la manzana en el jardín de sus abuelos? Sí, si se le cayó en algún lado fue allí, aunque todavía no sabemos si el incidente sólo es un gesto poético que humaniza el pensamiento o ocurrió en realidad. Fue el propio Newton quien contó esta historia, asegurando que al ver caer la manzana se preguntó si la gravedad que le influía era la misma que mantenía a la luna en órbita a la Tierra.

El propio Newton aseguraría ya en su madurez: “Todo lo que descubrí fue en los dos años de la plaga, entre 1665 y 1666. En aquellos días estaba en el primor de la edad para la invención y el pensamiento de matemáticas y filosofía y nunca he vuelto a tener la claridad de aquellos días”. El caso es que a causa de la peste tuvo más tiempo para aburrirse en su tranquilo hogar y eso le posibilitó centrar más su pensamiento y formular por primera vez una imagen unitaria y matemática estructurada del universo. De esos meses nació la ley de gravitación universal, la ley de acción y reacción, la composición de la luz y un largo etcétera. Más de 350 años después, sus teorías todavía se estudian en los programas de la carrera de Física.

Esto no quiere decir que ahora empiecen a lanzar manzanas a sus hijos, sino que la educación a distancia no significa obligatoriamente ningún parón del conocimiento. Lo cierto es que Newton nunca fue un estudiante concienzudo con los programas académicos de la universidad y siempre prefirió indagar en la biblioteca en busca de pistas que reforzaran sus intuiciones a seguri los discursos de unos profesores que no respetaba. Al inicio de la peste, ya estaba acabando su licenciatura y cuando volvió era un hombre cambiado, un hombre que nos cambió a todos.