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JxCat y Esquerra dirigen sus ataques al PSC en la precampaña
Sitúan a los socialistas catalanes como rival a batir como estrategia electoral para competir por erigirse en el voto útil y evitar entrar en el cuerpo a cuerpo
Con el objetivo de erigirse en el voto útil y evitar entrar en un cuerpo a cuerpo que ahora solo añadiría más desgaste a ambos partidos, JxCat y Esquerra han optado por concentrar y dirigir sus ataques al PSC. Ante el desplome de Ciudadanos, los socialistas catalanes, que ya apuntaban a dar batalla por la victoria con Miquel Iceta de candidato y han cogido todavía más impulso con Salvador Illa, son la única formación constitucionalista con serias opciones de desbancar al independentismo de la Generalitat.
Esquerra fijó desde el inicio al PSC como objetivo a batir, una estrategia electoral a la que se ha apuntado JxCat. «Illa representa la apuesta del PSC para ir a buscar los votos de Cs. Estas elecciones habrá que escoger entre Esquerra y el PSC», afirman desde Esquerra. «Estas elecciones serán Laura Borràs o Salvador Illa, o JxCat o PSOE», insisten desde JxCat. De esta manera, ambas formaciones tratan de pugnar por el cartel de favorito en el independentismo para erigirse en el voto útil.
Laura Borràs (JxCat) ha bautizado la operación de Illa como un intento de «sucursalizar» al PSC y Cataluña, ha aprovechado para agitar aún más el fantasma del tripartito (un acuerdo de gobierno entre ERC, PSC y comunes) y ha cargado, sobre todo, contra la gestión de la pandemia. De hecho, Borràs, en las últimas horas, ha reprochado a Illa el plan de vacunación para Cataluña, que considera muy lento por la asignación de dosis que se ha hecho, y su «irresponsabilidad» por abandonar el Ministerio de Sanidad en plena tercera ola.
De esta manera, JxCat y Esquerra evitan, en lo posible, un intercambio de golpes que, en las actuales circunstancias de continuo desgaste, podría tener un coste muy elevado para ambos partidos. El electorado independentista acumula ya bastante hartazgo por los permanentes choques entre ambas formaciones por cómo afrontar el «procés», que se ha acentuado ahora con la pandemia.
En paralelo, Illa ha entrado hoy en campaña y ha optado por evitar «provocaciones» y los reproches. Los socialistas catalanes plantean una campaña «en positivo». El aún ministro de Sanidad ha desgranado sus planes para rescatar a Cataluña del laberinto del «procés» y de la crisis de la pandemia y devolverla a posiciones de liderazgo en el conjunto de España. En síntesis, ha hecho un alegato a favor de la unidad, de romper «trincheras» y en contra del «nacionalismo excluyente». También ha subrayado la necesidad de cambiar el centro de gravedad de la política catalana y dirigirlo hacia cuestiones que afectan al día a día de la gente.
Illa ha apostado por el reencuentro entre catalanes y para ello ha hecho un llamamiento a romper «trincheras» en Cataluña y a premiar la «valentía» por encima de la «radicalidad». «Aquí se ha confundido la valentía con la radicalidad. Se han otorgado medallas de héroes y valientes a los que han defendido de manera intransigente las ideas más radicales. Y, por el contrario, se ha señalado públicamente de traidor o traidora a aquellos que se han atrevido a decir que es necesarios que hablemos», ha asegurado y ha recriminado que «se ha pervertido la palabra valentía». «La valentía es inversamente proporcional a la intransigencia, es sentarse a negociar con quien piensa diferente a ti. Es entender que todos debemos ceder un poco para ganar más. Hago un llamamiento a todos los partidos para que seamos valiente», ha añadido. «Propongo unidad y dialogo para acabar con la unilateralidad», ha agregado.
Tras este acto, el líder de Esquerra en el Ayuntamiento de Barcelona, Ernest Maragall, ha criticado que Illa reivindicara el nombre de su hermano. «Emplazo a quien represente al PSC a callar para siempre sobre Pasqual», ha dicho, en alusión al expresidente de la Generalitat y exalcalde de Barcelona con el PSC.
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