Entrevista

Salvador Illa: «Quiero formar un gobierno de cambio, que pase página al ‘procés’»

Entrevista con el candidato del PSC en las elecciones catalanas, que rechaza pactar con los separatistas y asegura que no tiene «nada que hablar» con Vox: «He oído que me quieren en la cárcel»

Salvador Illa, será el candidato del PSC a las elecciones catalanas del próximo 14 de febrero.
Salvador Illa, será el candidato del PSC a las elecciones catalanas del próximo 14 de febrero.Miquel González de la FuenteShooting

Salvador Illa (La Roca del Vallès, 1966) ha dejado el Ministerio de Sanidad para liderar la candidatura del PSC en las elecciones catalanas. Su irrupción en la campaña ha aupado a los socialistas a posiciones de cabeza, aunque todavía queda carrera hasta el 14 de febrero. En una entrevista con este diario en su despacho en la sede del PSC, Illa se muestra esperanzado en vencer y, a partir de ahí, tratará de gobernar con los Comunes.

–¿Por qué se siente ahora más útil en Cataluña que como ministro de Sanidad?

–No es que me considere más útil. Mis compañeros, después de que Miquel Iceta me propusiera, me han pedido que encabezara la candidatura y aquí estoy. Formo parte de un proyecto colectivo. Me considero un servidor público y he servido con mucho honor en el Gobierno de España como ministro de Sanidad.

–¿Sería un fracaso después de todo no ganar las elecciones en votos y escaños?

–Yo aspiro a ganar las elecciones y creo que las podemos ganar, pero la última palabra la tienen los ciudadanos.

–Si gana las elecciones, ¿llamará a todos los grupos parlamentarios? ¿Desde JxCat hasta Vox?

–Si gano las elecciones, tengo previsto presentarme a la investidura y espero obtener la mayoría de la cámara para formar un gobierno que tenga tres prioridades: la protección de la salud, la recuperación de la economía y no dejar a nadie atrás.

–Es decir, llamará solo a partidos que tengan estas tres prioridades, ¿no?

–Yo llamaré a todos los partidos excepto a los que me quieren meter en la cárcel. Con estos no creo que tenga mucho que hablar.

–Vox ha amagado con hacerle president para evitar a los independentistas.

–Lo que yo he oído es que no me quieren en la presidencia, sino en la cárcel. Ya está todo dicho. Con estos señores no tengo nada que hablar.

–Sobre un tripartito, lo ha negado de forma tajante. Pero la alianza con los comunes no suma en ninguna encuesta. ¿Aceptaría los votos externos de otros partidos, como ERC?

–Yo lo que digo es que, según mi percepción, hay una gran mayoría de catalanes que quieren pasar página de estos diez años perdidos en Cataluña. Quiero formar un gobierno de cambio, progresista, que pase página de estos 10 años y la fórmula que me parece que puede funcionar aquí en Cataluña es un gobierno con los Comunes, que está funcionando en el Gobierno sin tener una mayoría en el Congreso, pero con apoyos puntuales puede ir sacando adelante iniciativas. Lo que no voy a hacer es un gobierno con independentistas.

–Defiende un gobierno con Podemos, ¿teme que dejar fuera a Esquerra del Govern pueda complicar la gobernabilidad de España?

–Son espacios políticos distintos. Creo que no se puede mezclar una cosa con otra.

–¿Ha ido a visitar alguna vez a los presos independentistas?

–No, no he ido.

–¿Es partidario de un indulto?

–Soy partidario de que no tengan ningún perjuicio ni tampoco ningún privilegio. Como ciudadanos, tienen derecho a solicitar un indulto y en ese caso el Gobierno tiene la obligación de tramitarlo. Es lo que se está haciendo ahora y no voy a pronunciarme hasta que no se acabe la tramitación y veamos el contenido de los distintos informes. Ya daré mi opinión.

–¿Cree que debería ser total o parcial (mantener la inhabilitación política)?

–Yo soy partidario de que se cumpla el Estado de Derecho y se imparta Justicia.

–¿Cuál es la propuesta para Cataluña? La mesa de diálogo está paralizada hace casi un año.

–Lo que los ciudadanos piden ahora es que nos ocupemos de la pandemia, de la recuperación económica y de que nadie quede atrás. Son las tres prioridades que voy a tener. Es verdad que hay una situación política en Cataluña que requiere ser solucionada. Yo apuesto por un reencuentro de los catalanes con nosotros mismos, con el resto de españoles y con el resto de europeos. El instrumento para este reencuentro es el diálogo dentro de la Ley. Este diálogo dentro de la Ley se debe desarrollar en la mesa con el Gobierno y en la mesa de los grupos del Parlament. La prioridad ahora es la lucha contra la pandemia, la reactivación económica y garantizar que nadie quede atrás.

–¿Se plantearía recuperar los aspectos del Estatut tumbados por el TC?

–Esto tiene que ser fruto del diálogo y todo lo que afecta al marco de convivencia debe tener un consenso lo más amplio posible. Me parece que es una vía interesante, pero hay que sentarse y hablar respetando el marco de la Ley. Lo primero es reconocerse el uno al otro y ver dónde encontramos los puntos de consenso.

–Si es president, ¿aplicará de manera inmediata la resolución del TSJC contra la inmersión lingüística en catalán?

–Siempre hay que respetar las resoluciones que dictan los tribunales. De todas formas, en materia lingüística, nuestra propuesta es muy clara: las lenguas no son barreras, tienen que ser un punto de encuentro, un vehículo de comunicación. En Cataluña lo que hay que garantizar es que se dominen tres: el catalán, el castellano y el inglés. En eso vamos a trabajar, en dirección al trilingüismo.

–¿Qué propuesta plantea para el retorno de las empresas que abandonaron Cataluña en 2017? ¿Ha mantenido algún contacto?

–He tenido la ocasión de hablar con algún representante de empresas destacadas de Cataluña. Lo que hay que hacer para facilitar que las empresas vuelvan es generar un marco de estabilidad favoreciendo el reencuentro entre catalanes y respetando el marco de convivencia que es el estado de derecho. Es lo más importante que hemos de hacer, restablecer un entorno de estabilidad, de confianza, de lealtad institucional en Cataluña, volver a prestigiar las instituciones. Sí se hace eso, estoy seguro de que Cataluña volverá a recuperar el liderazgo de España en términos de PIB, de creación de riqueza, de que las empresas que se marcharon puedan revertir la decisión y las nuevas se creen aquí.

–Cuando fue alcalde de La Roca, impulso La Roca Village, un icono del comercio en Cataluña. ¿Tiene alguna iniciativa de impacto similar para Cataluña?

–Hay muchas iniciativas empresariales y lo que tiene que hacer Cataluña es estar en condiciones de acogerlas, sobre todo de atraer talento. La gente talentosa quiere venir, aquí hay muchos atractivos: muchos clusters industriales con todos los servicios que necesitan las empresas, muy buena conectividad, un entorno humano y geográfico muy atractivo, universidades y centros de investigación muy relevantes, que están a un gran nivel. Cataluña reúne todos los requisitos para atraer talento y recuperar el liderazgo en términos de crecimiento en España. Hay que favorecer eso: cuando fui alcalde de La Roca, no fui a buscar ese proyecto, se dio la posibilidad de que se instalara en nuestro término municipal y creamos las condiciones para aprovechar esa oportunidad. Le pongo un ejemplo: Barcelona pudo ser la sede de la Agencia Europea del Medicamento, pero aquí había un clima de inestabilidad con un intento de secesión que provocó que se fuera a otra parte, esto es lo que hay que poner en evidencia.

–¿Cuál es su propuesta fiscal? ¿Cree que Cataluña sufre mucha presión impositiva?

–Tengo pensado no subir impuestos. Lo que hay que hacer es lo que se ha propuesto por parte del Gobierno: tener una armonización de algunas figuras impositivas para evitar competencia fiscal, que no favorece nada. El sector público ha tenido que hacer políticas expansivas a nivel fiscal, lo hemos visto en Europa claramente, justamente para garantizar que nadie se quede atrás. Es difícil en este contexto velar por que haya ingresos suficientes, pero es verdad que no hay que subir impuestos.

–¿Y recortar gastos de la propia administración pública?

–Planteo una modernización de la administración pública catalana. Tiene que modernizarse mucho, hay muchos vectores de ahorro y de eficiencia. Luego, evidentemente, hay cosas que no son necesarias o que se pueden hacer de una forma mucho más razonable en términos económicos.

–Dice que hay aspectos no necesarios, ¿cuáles?

–Ciertas delegaciones en el exterior, ciertas acciones que están más cerca de la propaganda que del servicio público. Y si no procede, no procede.

–En su programa, el PSC habla de «restablecer» el papel de las «embajadas» impulsadas por el independentismo. ¿Qué significa?

–Significa que tienen sentido si trabajan como un apoyo del sector económico y de difusión de la cultura catalana en coordinación con las delegaciones en el exterior del Gobierno de España. No sí son un instrumento de propaganda independentista.