Pere Aragonés

ERC se erige con el liderazgo del independentismo

Los republicanos vencen su particular pugna con JxCat y empatan a escaños con el PSC, pero se quedan a un puñado de votos de ganar las elecciones

El candidato de ERC a la presidencia de la Generalitat, Pere Aragonès, acompañado por el presidente del partido, Oriol Junqueras
El candidato de ERC a la presidencia de la Generalitat, Pere Aragonès, acompañado por el presidente del partido, Oriol JunquerasAlberto EstévezAgencia EFE

ERC, como siempre en los últimos tiempos, partía como favorito a llevarse estas elecciones catalanas. Pero el tiempo ha demostrado que son expertos en aquello de nadar y ahogarse en la orilla. El triple empate pronosticado por las encuestas se ha saldado con una victoria por un cuerpo de ventaja, un escaño, en su particular pugna con JxCat para liderar el independentismo y en disputar las elecciones hasta el último segundo con el PSC. Al final, empate en escaños y una diferencia de 30.000 votos que los dejan en segunda posición.

Ante estos resultados, tanto Oriol Junqueras como Pere Aragonès quisieron lanzar un doble mensaje. Por un lado, dejar claro a JxCat que de ellos depende la formación y el liderazgo del próximo gobierno catalán. Y, por otro, que el independentismo ha superado por primera vez el 50% de los votos. «Es un mensaje muy claro que lanzamos al mundo», dijo Junqueras. «Estamos convencidos a culminar este proceso hacia una república catalana y tendemos la mano para construir la república y la amnistía a través de grandes consensos», añadió el republicano.

La campaña de ERC, en cualquier caso, se ha basado en mostrarse como el independentismo pragmático frente a un JxCat echado al monte. Cambiaron la vía de la declaración unilateral de independencia por una «vía ancha» a la que sumar más adeptos. Y han confiado en arañar votos gracias a la presencia de «represaliados» por el Estado, como Oriol Junqueras e incluso Arnaldo Otegi. Los republicanos, además de reclamar la amnistía para los presos, han apelado al diálogo con el Gobierno para conseguir un referéndum pactado, recordando que fueron los promotores de la mesa de diálogo con el gobierno de Pedro Sánchez, ante el negacionismo de la formación de Carles Puigdemont. Pero, ha medida que avanzaba la campaña, y con unos sondeos a la baja, hace apenas unos días, firmaron el documento ante notario en el que se comprometían a no pactar con el PSC.

Estas elecciones llegan, en cualquier caso, tras una legislatura marcada por las desavenencias entre los dos socios en el gobierno de la Generalitat. Las diferencias comenzaron con una legislatura que apenas daba sus primeros pasos, cuando se resistieron a investir a Puigdemont. Tampoco fueron capaces de consensuar una respuesta conjunta a la sentencia del «procés» o a la la inhabilitación de Quim Torra.

En este contexto, faltará por ver como cristaliza la victoria de ERC sobre JxCat y como resiste los envites de unos post-convergentes con serias dificultades para gestionar la derrota y, sobre todo, para estar fuera del Palau de la Generalitat.