Polémica

Así han destrozado el mural contra Felipe VI en Barcelona

En un acto auspiciado por el Ayuntamiento de Barcelona el rey fue retratado junto a Franco

Un mural con flechas en la cabeza del Rey Emérito Juan Carlos I y el general Francisco Franco en Barcelona (España), a 23 de febrero de 2021. Los murales fueron pintados el pasado domingo tras cinco noches consecutivas de protestas en varias ciudades españolas por el encarcelamiento de Pablo Hasel que ingresó el pasado 16 de febrero en el centro penitenciario de Ponent, en Lleida. Está condenado por la Audiencia Nacional a dos años, cuatro meses y quince días de cárcel por los delitos de enaltecimiento del terrorismo e injurias a la corona.23 FEBRERO 2021;PABLO HASEL;BARCELONA;GRAFFITIS;ARTE URBANO;PROTESTA;CATALUÑADavid Zorrakino / Europa Press23/02/2021
Un mural con flechas en la cabeza del Rey Emérito Juan Carlos I y el general Francisco Franco en Barcelona (España), a 23 de febrero de 2021. Los murales fueron pintados el pasado domingo tras cinco noches consecutivas de protestas en varias ciudades españolas por el encarcelamiento de Pablo Hasel que ingresó el pasado 16 de febrero en el centro penitenciario de Ponent, en Lleida. Está condenado por la Audiencia Nacional a dos años, cuatro meses y quince días de cárcel por los delitos de enaltecimiento del terrorismo e injurias a la corona.23 FEBRERO 2021;PABLO HASEL;BARCELONA;GRAFFITIS;ARTE URBANO;PROTESTA;CATALUÑADavid Zorrakino / Europa Press23/02/2021David ZorrakinoEuropa Press

El Rey Felipe VI, su padre Juan Carlos I y Franco en un mismo mural. Así creyó oportuno el graffitero Roc Blackblock protestar por el encarcelamiento de Pablo Hasél. Cuatro días después de ser pintado en el parque de las Tres Chimeneas del Poble Sec en Barcelona, el mural ha sido tachado para que no se pudiesen reconocer las caras. Además, encima de la cara de Franco se ha escrito “viva”. En el dibujo, el artista intentaba relacionar la monarquía con la dictadura. El encargado del graffiti es muy cercano al rapero y ha aparecido en más de una ocasión en sus videoclips. El mural, además, añade que “en España se censura, reprime y tortura como en la dictadura”.

Este mural fue pintado después de que la Guardia Urbana ordenase al servicio de limpieza del Ayuntamiento que borrase un mural a favor del rapero Pablo Hasél, con la imagen del Rey Emérito Juan Carlos I. Este primer mural mostraba la cara del padre de Felipe VI con varias flechas clavadas en su cara y un cartel de “ladrón”. Con la excusa de reivindicar la libertad de expresión, el graffitero amigo de Pablo Hasél utilizó la figura del monarca.

La acción del consistorio provocó la indignación de varios personajes públicos y obligó a la alcaldesa a retractarse y pedir disculpas. Tras dar marcha atrás, el Ayuntamiento autorizó una jornada de pintar graffitis legalmente con bloques de hormigón destinados a ellos. En muchos de los murales se podían ver imágenes destinados contra la policía. Incluso el concejal Eloi Badia, de Barcelona en Comú, negó cualquier “ intervención política” para exculpar al Ayuntamiento, airmando que el consistorio pidió “explicaciones sobre qué criterio se ha seguido para poder evaluar la actuación”.

A raíz del encarcelamiento del rapero, las calles catalanas llevan una semana viviendo episodios de vandalismo y enfrentamientos entre policía y manifestantes. Con el saqueo de muchos establecimientos y barricadas donde los manifestantes han quemado contenedores para enfrentarse a los Mossos, las noches se han convertido en campos de batalla en distintos puntos de Cataluña. En varias ocasiones, la policía se ha visto obligada a utilizar métodos disuasorios como las balas de foam. Además, en Vic, los manifestantes llegaron a intentar asaltar la comisaría con los policías dentro. En esa ocasión, los agentes llegaron a plantearse el uso de armas de fuego para disuadir a los manifestantes.

Hasel fue condenado a nueve meses y un día de prisión por la Sala de Apelaciones de la Audiencia Nacional en septiembre de 2018, así como al pago de una multa de aproximadamente 30.000 euros por un delito de enaltecimiento del terrorismo, e injurias y calumnias a la monarquía y a las fuerzas de seguridad del Estado, por difundir mensajes atentatorios en redes sociales, y tiene pendiente otra condena de dos años de 2015. Además, en 2016 atacó a un periodista de TV3 en una protesta en la Universidad de Lleida. Por esos actos, que están pendientes de recurso podría sumar otros seis meses más de condena.