Cataluña

Los frentes internos del partido de Puigdemont amenazan con llevar la investidura de Aragonès al límite

JxCat retrasa su Congreso extraordinario al 7 y 8 de mayo, cita importante para un acuerdo con Esquerra

La vicepresidenta de Junts, Elsa Artadi.
La vicepresidenta de Junts, Elsa Artadi.JUNTS

Cataluña lleva casi seis meses y medio con Govern en funciones y podría alargarse todavía bastante más. El partido de Carles Puigdemont (JxCat) ha retrasado hoy al 7 y 8 de mayo su Congreso extraordinario y, de inmediato, en Esquerra se ha interpretado ese movimiento como otra posible amenaza de retraso de la investidura de Pere Aragonès. Las negociaciones van avanzando, aunque a un ritmo bajo y todo apunta a que hasta después de la cita de los posconvergentes, será difícil que cristalice un acuerdo.

En ese Congreso, JxCat tiene previsto constituir el Consell Nacional, órgano clave sobre el rumbo del partido (se suele reunir cuando hay que tomar decisiones importantes como, en este caso, el apoyo a una investidura). Los negociadores han ido cambiando su estimación temporal de un posible acuerdo: primero preveían hacia mediados de abril y ahora ya creen que se iría hacia finales de mes. Habrá que ver cómo impacta este cambio de fecha, aunque también cabe subrayar que los posconvergentes han asegurado en público que rechazan agotar los plazos.

Lo cierto es que el miércoles se cumplen dos meses de las elecciones catalanas y el acuerdo entre ambas formaciones sigue estando lejos pese a que hay avances, una circunstancia que de cara a la opinión pública puede empezar a tener cada vez más una dificultosa explicación y por ello también ninguno de los partidos quiere salir perjudicado. Y, en este sentido, los posconvergentes han atribuido hoy la tardanza en el acuerdo a los republicanos ya que consideran que corresponde a ellos liderar las negociaciones.

La portavoz de JxCat, Elsa Artadi, ha lanzado hoy varios dardos a los republicanos recordando también su intento fallido de acuerdo con Podemos. Además, ha asegurado que el pacto entre ERC y la CUP es de investidura y “no vincula” a su partido.

En cambio, la portavoz de Esquerra, Marta Vilalta, ha sido tajante y ha urgido a la investidura: ha insistido en que no hay “obstáculos insalvables”. “Sabemos que no hay ningún escollo que pueda evitar un acuerdo ahora por tanto no hay motivo para hacer esperar a la gente. El mensaje de las urnas es claro, que nos entendamos y formemos Govern”, ha resumido. “Es compatible un buen acuerdo con que sea rápido. No hay ningún escollo que el buen acuerdo y global sea lo más pronto posible. No entendemos que se siga alargando la situación de interinidad”, ha replicado Vilalta, dando a entender que la culpa del retraso en la formación de Govern es de JxCat.

Vilalta ha asegurado que no descartan ninguna fecha para celebrar el debate de investidura de Aragonès, pero tampoco ha querido poner ningún plazo. El único plazo, por ahora, es el del 26 de mayo: si no hay Govern para esa fecha, se convocarán elecciones de forma automática.

Artadi ha explicado que han intercambiado mensajes hoy mismo, pero ha evitado aclarar si darán un paso más y mantendrán una reunión presencial. En este sentido, una de las señales que pueden invitar a pensar y explicar por qué todavía no hay acuerdo es el hecho de que en las dos últimas semanas hayan mantenido solo dos encuentros entre ambas formaciones. En total, desde las elecciones del 14 de febrero, se han mantenido en torno a 20.

“Estamos hablando de diferentes cuestiones para un acuerdo global. Todas aquellas cuestiones de las que estamos hablando no son escollos que impidan un debate de investidura”, ha asegurado Vilalta. Artadi ha respondido que se han abordado “generalidades” y ahora falta ir a lo “concreto”.

En estos momentos, las conversaciones están ya abordando la estructura y plan de gobierno. En los últimos días, ambas formaciones han intercambiado documentos sobre estas cuestiones y aquí también se avecinan diferencias por, sobre todo, dos departamentos (Salud y Economía). No obstante, sigue habiendo diferencias en torno a cuestiones relacionadas con el “procés”.