Cataluña

Junqueras saldrá de prisión para ver la investidura de Pere Aragonès en el Parlament

La votación se producirá este viernes y se convertirá en el primer president de Esquerra desde la Segunda República

El candidato a la presidencia de la Generalitat por ERC, Pere Aragonès, y el presidente del partido, Oriol Junqueras, en videoconferencia desde la prisión, durante el acto de celebración del 90 aniversario de la fundación del partido
El candidato a la presidencia de la Generalitat por ERC, Pere Aragonès, y el presidente del partido, Oriol Junqueras, en videoconferencia desde la prisión, durante el acto de celebración del 90 aniversario de la fundación del partidoAlberto EstévezEFE

Oriol Junqueras saldrá de prisión este viernes para ir al Parlament a ver la investidura de Pere Aragonès. La votación se producirá a mediodía, pero el líder independentista, cumpliendo la condena de 13 años por sedición en el centro penitenciario de Lledoners, llegará a la cámara catalana a las 10.45 horas, donde será recibido por un delegación de ERC.

Lo cierto es que es un acontecimiento casi histórico porque Aragonès se convertirá en el primer president de Esquerra desde la Segunda República. Recientemente, el partido ha celebrado su 90 aniversario (nació en 1931) y, desde el restablecimiento de la democracia, los republicanos habían sido incapaces de hacer sombra al espacio convergente. Sin embargo, el liderazgo de Junqueras ha ido cambiando las tornas y ahora ERC ha reforzado hasta vencer en las urnas a JxCat en las grandes plazas (Generalitat, Barcelona o Generales).

Aragonès ha sido impulsado por Junqueras -fue su número dos en la vicepresidencia de la Generalitat- y este viernes será investido. Si bien, hasta el lunes no está previsto que tome posesión del cargo y el Govern probablemente se forme el próximo miércoles. El debate de investidura ha arrancado este jueves con la intervención del propio candidato, que ha tenido que lanzar guiños a sus socios (JxCat y CUP) para tratar de rehacer los lazos.

En este sentido, como hicieran Carles Puigdemont, que se autodefinió como el president «de la postautonomía a la preindependencia», y Quim Torra, que se comprometió a impulsar un «proceso constituyente», Aragonès también ha dado su palabra, aunque empleando una fórmula algo más tímida y alejada de la rotundidad de sus predecesores: «Quiero ser president para hacer posible culminar la independencia de Cataluña».

Pese a este guiño para JxCat y CUP, el candidato republicano no ha conseguido borrar las dudas que sobrevuelan por su Govern antes de haber dado a luz. Aragonès ha llegado debilitado a su investidura tras unas convulsas negociaciones con JxCat, que han durado más de tres meses y han coleccionado ultimátums fallidos, y tras observar un reguero de renuncias en las filas posconvergentes a formar parte de su ejecutivo (Elsa Artadi o Joan Canadell). No obstante, ha tratado hoy de reforzar lazos con JxCat con llamamientos a la lealtad y con retórica de confrontación –amenazó también con un mandato que dé cabida a la desobediencia: «El único límite que nos debemos fijar es la voluntad popular de la ciudadanía de Cataluña»– y ha tratado de seducir a Podemos, pero se ha encontrado con un portazo de inmediato.

La líder de los Comunes, Jéssica Albiach, se ha mostrado contundente con Aragonès y ha puesto muy difícil toda opción de colaboración durante la próxima legislatura. «El orden de los factores no altera el producto», ha afirmado, en referencia a que con la distribución de conselleries diseñada, JxCat gestionará el 60% del presupuesto.

Aun sin Podemos, Aragonès contará con el apoyo de Esquerra (33), JxCat (32) y CUP (9), que suman en total 74 escaños, para la investidura. El resto de partidos votarán en contra: PSC (33), Vox (11), Comunes (8), Ciudadanos (6) y PP (3).