Junts se erige en adalid independentista ante ERC y critica la mesa: “Somos los de Puigdemont y eso incomoda”

Cónclave de Junts tras una semana convulsa al haber quedado fuera de la de mesa de negociación con el Gobierno tras el golpe de autoridad del president Pere Aragonès, quien no dudó en bloquear la selección de representantes de los posconvergentes para el foro. Un gesto que ha reabierto las heridas de la pasada legislatura en el seno del Govern y que ha evidenciado una vez más la división independentista ante la estrategia a seguir a partir de ahora. En este escenario, el partido de Puigdemont no ha dudado y se ha erigido en adalid independentista ante ERC en su primer Consejo Nacional: el secretario general, Jordi Sànchez ha criticado los resultados de una mesa a la que ha colgado la etiqueta de “administrativa” y ha reclamado a los posconvergentes un “frente común” en el Congreso para negociar los Presupuestos.

Eso sí, ha advertido que “nada puede ser ha cambio de nada” sobre las cuentas en un claro aviso al Gobierno de Pedro Sánchez pero también a ERC, a quien Sànchez pide un “frente común” en Madrid, negociar con una delegación encabezada por Pere Aragonès, el vicepresidente Jordi Puigneró y el titular de Economía, Jaume Giró, éstos dos últimos de Junts, pese a que los republicanos tienen 13 escaños en el Congreso y los posconvergentes 4.

El secretario general de Junts también se ha referido directamente a la polémica por la fallida ampliación del aeropuerto y ha acusado al Gobierno central de incumplir el acuerdo alcanzado con la Generalitat el 2 de agosto para el proyecto de El Prat: “Si retira esta inversión no es para salvaguardar ningún espacio de biodiversidad, sino porque no tiene ningún interés en invertir ni un euro más en ninguna infraestructura central para un país que aspira a ser un estado europeo”.

Sobre la mesa de negociación con la Moncloa, el partido de Puigdemont insiste en su postura y Jordi Sànchez ha ido más allá al explicar su exclusión: “No nos han vetado por las personas, sino porque sabían que llevaríamos sí o sí luz y taquígrafo a un encuentro que se iba a celebrar sin orden del día, sin claridad en la forma en la que teníamos que abordar la autodeterminación y la amnistía”, ha remarcado este sábado durante la celebración del primer cónclave de la formación.

Eso sí, el posconvergente se ha esforzado en tratar de cerrar filas y en negar que esta crisis pueda romper el Govern: ha dejado claro que su formación “nunca cuestionará la legitimidad” del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, para tomar “las decisiones que considere”. La “divergencia” entre socios de Govern a raíz de la mesa de diálogo “nunca pondrá en riesgo la capacidad de poder trabajar conjuntamente con el 52%” para “ganar espacios de independencia para alcanzar la república catalana”: “No hay voluntad de que esta divergencia afecte a la continuidad de la Generalitat”.

En rueda de prensa, ha asegurado que Junts es visto como “los de Puigdemont” y eso “incomoda” a cualquiera, especialmente al Gobierno de Pedro Sánchez. Y en este contexto, Junts no duda en erigirse en “el embrión de la fuerza de unidad nacional que llevará este país a la independencia”, un mensaje sus bases y a ERC con la vista puesta en los próximos dos años y en las elecciones municipales de 2023.

Y es que el partido de Puigdemont se ha fijado como reto ser la primera fuerza en los próximos comicios locales y rebasar a ERC y el PSC en el conjunto de Cataluña. Una ardua tarea tras haber roto con el PDeCAT, la formación heredera de Convergència, que goza de una importante implantación territorial y hasta 200 alcaldías.

El Consejo Nacional, presidido por Anna Erra, tenía que celebrarse el 25 de julio coincidiendo con el primer aniversario de la formación que lidera el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, pero se pospuso por las condiciones sanitarias para poderlo celebrar de forma presencial. Este sábado se han acercado hasta el Auditorio Axa de la Illa Diagonal -lugar donde celebraba sus reuniones la antigua Convergència y luego el PDeCAT- el vicepresidente del Govern, Jordi Puigneró, y la presidenta del Parlament, Laura Borràs, además de los principales cuadros del partido.