Polémica
JxCat se planta ante Aragonès y no estará en la mesa de diálogo
El partido de Puigdemont rechaza modificar su propuesta y culpa del “veto” al Gobierno de Pedro Sánchez
Crisis en la Generalitat apenas tres meses y medio después del aterrizaje del nuevo Ejecutivo de Pere Aragonès. JxCat, el partido que conforma la mitad del Govern, no estará en la reanudación de la mesa de diálogo entre la Generalitat y la Moncloa. La formación de Carles Puigdemont se ha plantado ante Pere Aragonès, no modificará su propuesta de nombres para participar en el foro -con una delegación integrada por Jordi Sànchez, Jordi Turull, Miriam Nogueras y el vicepresidente Jordi Puigneró- y no estará presente.
Así lo ha confirmado su secretario general, el propio Jordi Sànchez, quien ha negado que existiera un pacto verbal con el president para que los integrantes de la delegación catalana fueran consejeros. Una versión que choca con la del propio Aragonès en un nuevo capítulo de las crónicas desavenencias entre los dos partidos mayoritarios del independentismo. El resultado deja esta vez a ERC como único integrante de la mesa con el Gobierno.
Para explicar el choque, JxCat acusa del “veto” a la Moncloa -una palabra que Sànchez ha repetido en varias ocasiones a lo largo de su comparecencia- y, por ende, achaca al president Aragonès haberse plegado a las exigencias del Gobierno. “Si mañana la delegación catalana es de tres personas es por voluntad del gobierno de Pedro Sánchez, así lo ha querido”. “No hemos dejado sillas vacías, no nos han querido dejar entrar”, ha replicado el posconvergente, quien ha dejado la puerta abierta a participar en otras ediciones del foro “siempre que el Gobierno levante el veto”.
Una guerra abierta después de que el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, haya sido quien ha anunciado la exclusión de la mesa de diálogo Gobierno-Generalitat a los nombres propuestos por JxCat por no formar parte del Govern, entre los que se encuentran el citado Jordi Sànchez y Jordi Turull, dos de los presos del “procés” indultados en junio, además de la portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras.
Pese a rechazar el término “crisis”, en JxCat hablan de “mal presagio” e incluso de “error” y aseguran que no les ha gustado nada que Pere Aragonès no les haya “ratificado” tras el hipotético “veto” que achacan a la Moncloa. Un discurso que deja muy tocado al Ejecutivo de Pere Aragonès en pleno arranque del curso político. Y es que el choque se ha hecho evidente desde primera hora de la mañana: la Ejecutiva de JxCat ha acordado los nombres y el propio Jordi Sànchez ha comunicado la lista al president Aragonès, quien ha hecho evidente su negativa a incluir a dirigentes que no estén en su gabinete. La crisis ha estallado entonces, cuando el republicano ha pedido “lealtad” a sus socios y los posconvergentes replican negando su versión.
JxCat también esgrime el pacto de gobierno con ERC, que incluye lo siguiente: “ERC y Junts acuerdan trabajar desde la confianza y la lealtad mutua para fortalecer la posición negociadora de la parte catalana y mejorar las condiciones y garantías del proceso de negociación”. Y sobre los miembros de la Generalitat, incluye: “La delegación catalana en el proceso de negociación será elegida por consenso y nombrada por el Govern, con la voluntad de que represente la pluralidad del proyecto independentista y tiene la voluntad de representar y defender los grandes consensos a favor de la autodeterminación y la amnistía de la mayoría del 80% de la ciudadanía”.
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