Cataluña

Aragonès se “olvida” de la mesa de diálogo con el Gobierno tras la detención de Puigdemont

El presidente de la Generalitat ha evitado referirse al foro de negociación en las últimas 24 horas

Pere Aragonès ha evitado hacer mención a la mesa de diálogo desde que detuvieron a Carles Puigdemont el jueves por la noche. El presidente de la Generalitat, en un intento por recoser confianzas con sus socios de JxCat y esquivar cualquier signo de malestar de Puigdemont, se ha limitado a denunciar la “represión contra el independentismo” y a decir que ahora se hace “más necesario que nunca una amnistía y el derecho de autodeterminación”. Todo por congraciarse con el expresident (con quien la relación personal es mala), que sigue teniendo mucha capacidad de arrastre en todo el independentismo.

El líder del ejecutivo catalán ha evitado referirse de manera explícita a la mesa de diálogo y tampoco ha querido aludir a cómo puede influir la operación judicial en la negociación con el Gobierno tanto en la crisis política como en los Presupuestos Generales del Estado. Aragonès se ha volcado en tratar de superar el incendio sin abrasarse y, de momento, lo está consiguiendo después de plegarse a Puigdemont: ayer viernes anuló toda su actividad en la agenda para reunir de urgencia a su Govern y preparar una respuesta a la detención; y, por la noche, se desplazó en ferry hacia Cerdeña.

El president ha llegado a lo largo del día de hoy (con retraso) al Alguer y se ha reunido con Puigdemont. “Hemos venido aquí como Govern, para dar apoyo a Puigdemont. Nos felicitamos por su libertad, aunque su libertad no es completa. Volvemos a exigir la retirada de todas las órdenes de detención”, ha afirmado. “Ante la situación que se ha vivido, es hora de reivindicar la amnistía y la autodeterminación, que son los objetivos compartidos. Es lo que nos une y fortalece”, ha añadido.

A pesar de estos malabarismos de Aragonès con la mesa de diálogo, ha sido Oriol Junqueras quien ha hecho una defensa más férrea por mantener la negociación con el Gobierno. El líder de Esquerra ha reclamado trabajar en la vía dialogada pese al escepticismo que pueda generar.

En paralelo, JxCat aprovecha la operación judicial para desgastar a Esquerra. ¿Cómo? Tratando de vincular al Gobierno a la detención de Puigdemont: desde el primer momento, el entorno del expresident ha tratado de extender una versión propia en la que se incluye la presencia de policías españoles. El Gobierno, hasta ahora, ha negado estar al corriente del proceder de las autoridades italianas durante la noche del jueves, cuando se produjo la detención.