Vox renuncia a presidir las dos comisiones irrelevantes que los partidos crearon expresamente en el Parlament

Vox no presidirá ninguna comisión en el Parlament esta legislatura. Y no lo hará porque ha renunciado a los dos puestos que le tocaban por reglamento después de que los partidos del “cordón sanitario” se aliaran y crearan dos comisiones irrelevantes expresamente. Una argucia para aislar de nuevo al partido de Ignacio Garriga sin contravenir la normativa de la cámara.

En rueda de prensa, el líder de la formación en Cataluña, Ignacio Garriga, ha explicado que ha trasladado la renuncia en un escrito a la Mesa del Parlament y a la presidenta de la Cámara, Laura Borràs, y le han pedido que se “destine ese dinero a las colas del hambre”. “Consideramos el ofrecimiento un insulto” a los catalanes que votaron a Vox, ha denunciado.

En concreto, el PSC, ERC, Junts, los comunes y la CUP acordaron activar dos comisiones que están reguladas en el reglamento pero que no se habían constituido nunca para que Vox las presidiera, tal como fija el reglamento de la cámara. Dos órganos menores, irrelevantes y sin peso político. Y es que las comisiones parlamentarias que tenían que presidir los de Ignacio Garriga eran la de Tramitación de textos consolidados, que debía encargarse de tramitar los proyectos y proposiciones de textos consolidados de la Cámara; y la de Participación en la aplicación de principios de subsidiariedad y proporcionalidad para la Unión Europea.

De hecho,Garriga ha asegurado que la decisión de darles la presidencia de estas dos comisiones está basada “única y exclusivamente en el miedo”, porque sabían que Vox recurriría a los tribunales si no les asignaban ninguna presidencia de comisiones, tal y como exige la normativa.

Ambas comisiones están recogidas en los artículos 147.1 y 204.2 de la normativa del Parlament, pero no se habían activado ni constituido en anteriores legislaturas. De carácter muy técnico, son de segunda fila -concretamente, “específicas”, y no de estudio o de seguimiento, en las que se aprueban medidas con aplicación real- y debían contar con tan solo un representante por partido, por lo que el foco era prácticamente invisible.