Libros

En la cama con Andreu Buenafuente

El humorista publica «La lista mágica de animales», un álbum ilustrado por Grillo en Casa

Andreu Buenafuente y las ilustradoras Grillo en casa presentan el libro 'La lista mágica de los animales'
Andreu Buenafuente y las ilustradoras Grillo en casa presentan el libro 'La lista mágica de los animales'Miquel Gonzalez

Andreu Buenafuente reconocía ayer la ironía que hay detrás de su nuevo libro. Ha estado dirigiendo y presentando un programa con el que ha logrado que los adultos tardaran en irse a la cama y ahora presenta un trabajo con el que invita a los más pequeños a dormir. Pero «La lista mágica de los animales», publicado por Baobab, es mucho más: es una invitación a fantasear, a jugar con la imaginación tanto por parte de los mayores como los menores.

El libro tiene como punto de partida una broma que nació en el muy escuchado y seguido programa «Nadie Sabe Nada» que Andreu Buenafuente comparte con Berto Romero en la Cadena SER. Fue allí donde surgió este particular arca de Noé, este animalario que, como dice Buenafuente, «se puede puse usar para poner en blanco la mente de tus hijos».

Pero «La lista mágica de los animales» no es solamente una enumeración de un particular zoológico con efectos hipnóticos. Había que crear también una historia que es la que se encontrará ahora el lector y que protagonizan un padre y su pequeña hija a la que trata de que duerma.

Pero Andreu Buenafuente no ha estado solo en esta aventura porque también ha tenido una complicidad de primer orden. «Me gusta decir que trabajo en equipo. Este libro lo es», dijo para señalar el trabajo en la ilustración de Grillo en Casa, el equipo formado por Noemí Villamuza y Marta Bercebal. «Lo primero que pensamos cuando nos hicieron el encargo es qué hacemos. ¿Cómo se puede abordar un libro que viene del humor? Nuestros dibujos no son humorísticos, eso es algo que dejamos a Andreu», explicaron las ilustradoras. Por su parte, Buenafuente subrayó que quería que este fuera «un libro con poca narrativa, con el texto justo. Los adultos tienen más paciencia leyendo mientras que los niños a la primera o a la segunda página si no les gusta lo dejan».

«La lista mágica de los animales» es, en palabras de su autor, «un homenaje a ese momento emotivo y mágico en el pones a tu hijo a dormir. Es ese instante en el que el niño con pijama dice “papá o mamá, llévame a la cama”. Es en ese instante cuando te reconectas, explicas cosas a tus hijos».

En el libro se invita al lector a perderse en sus páginas y buscar a los centenares de seres del listado, desde el abadejo al zunzuncito pasando por el abejorro, el alfonsino, la arawana, la babosa, el bengalí, el cachorrito, el calamar vampiro, la carcoma, el cervatillo de agua, el delfín, el doradito, el emperador, el elefante, el erizo de mar, el falconete, el filemón, el galán, el galápago, el halcón montés, el halcón peregrino, la hormiga, el insecto de fuego...

«Hemos respetado la pureza de la broma inicial. Está toda la lista del programa de radio y que es más larga que el propio cuento», confesó Buenafuente. A eso se ha sumado la total libertad que han tenido tanto Noemí Villamuza como Marta Bercebal para trabajar en las ilustraciones. «Los dibujos han ido creciendo son dejar en ningún momento nuestro carácter haciendo que al final los animales parezcan más realistas que los adultos», aseguraron para añadir que «veníamos de un libro de poesía que era algo sereno. Esto, en cambio, ha sido algo de mucho movimiento, con muchos garabatos, creando una superpoblación de animales».

¿Y por qué una lista de animales? «Creo que nadie hace eso de cantar ovejas», dijo con humor el autor del libro. Eso hace que sea tentador preguntarle qué tal duerme él, algo que comentó. «Soy un dormidor profesional en casa. Yo venía de internar hacer no dormir a los que me veían, a que se durmiera mi hija en casa. Cuando no podía yo, mi mujer se ofrecía, pero siempre acaba pasando que mi hija me llama y me dice “mamá se ha dormido y dice cosas raras”. Lo que pasa es que mi mujer lo que visualiza cuando está a duermevela lo transforma en cuento».

Hablamos de lo onírico, pero también hay que hacerlo de los animales. El libro, en este sentido, tiene un final muy abierto que podría dar pie a una segunda parte con casi un guiño a «Jumanji». «A los críos le fascinan los animales, los quieren, los respetan. Las casas están llenas de animales vivos o no vivos. Si pudiera reencarnarme en uno sería mi perro Mel que tenía mucha clase, era un ser vestido de perro», concluyó Buenafuente. Samanté para todos.