CxRepública

La última de Puigdemont: idea un “tribunal republicano” para 100.000 personas

Presenta el plan de su “gobierno fake” desde Waterloo, se autoerige en “institución” y quiere fichar a Marta Rovira (ERC) y Anna Gabriel (CUP)

Puigdemont en la presentación de los miembros del gobierno del Consell per la República, el mes pasado
Puigdemont en la presentación de los miembros del gobierno del Consell per la República, el mes pasadoDavid BorratAgencia EFE

La última ocurrencia de Carles Puigdemont es idear un organismo mediación, una suerte de “tribunal republicano” que funcione como “un embrión” de un “futuro Poder Judicial” al que podrán acogerse los asociados del Consell per la República. Es decir, 102.471 personas.

“Queremos que el Consell primero piense y diseñe un órgano de mediación al que se puedan acoger los registrados al CxR, y que empiece a ejercer por lo tanto como tribunal republicano, para decirlo de algún modo, este embrión de Poder Judicial, pero desde la lógica de la mediación y la resolución de conflictos”, ha anunciado el eurodiputado Toni Comín en un acto telemático para presentar el plan del “Gobierno fake” de Puigdemont en Waterloo.

Pese al anuncio, ni Puigdemont ni Comín han dado más detalles y se han escudado en que deben diseñar y planificar cómo debe ser este organismo de mediación. Se trata de “empezar a diseñar lo que tendría que ser el embrión del Poder Judicial de la República” catalana, han reiterado.

Un supuesto “tribunal republicano” para los 100.000 adeptos que suma el Consell per la República desde 2018, apenas el 10% de lo que en un inicio Puigdemont se fijó como objetivo. De hecho, en un inicio, el expresident de la Generalitat llegó a explicar que el organismo no se activaría hasta que contase con esta cifra de inscritos, un millón, un horizonte irreal cuatro años después.

Entre las 25 iniciativas que incluye este ejecutivo parainstitucional también están la elaboración de una hipotética ley electoral y la constitución de un “think tank” que contribuya a desplegar la estrategia del Consell per la República.

Y a nivel político, Puigdemont se ha autoerigido en “institución republicana” en su particular OPA a los partidos tradicionales y, en especial, a ERC y Aragonès. Cabe recordar que el dirigente constituyó su propio “gobierno fake” para relanzar el desafío y pasar de la “resistencia” a la “confrontación” desde Waterloo.

Su equipo simula un ejecutivo al uso con cargos y responsabilidades repartidas, habla de “legislatura” (2022-2024) y tiene una hoja de ruta llamada “Preparem-nos” en la que deja claro su propósito: “El Consell per la República actúa como Autoridad Nacional, liderando el proceso de independencia y representando a nivel internacional los intereses de la República Catalana”.

Es más, otro de los puntos del plan de gobierno es “desplegar” este documento estratégico “en el territorio”.

Puigdemont también ha desvelado que ha hablado con Marta Rovira (ERC) y Anna Gabriel (CUP) para el Consell per la República. A preguntas de los miembros de su asamblea, ha admitido que tanto la secretaria general republicana como la exdiputada antisistema son “grandes nombres” para el ente que preside, aunque ha reconocido que no hay nada concreto ni cerrado. De hecho, abogado por respetar las dinámicas de partidos desmarcándose de ellas. “Saben que tienen todas las puertas abiertas”, ha insistido.

La semana pasada, el Consell per la República anunció la creación de una “red diplomática” con nueve delegaciones en Europa, América, Oceanía y Oriente Próximo. El propio Puigdemont se reunió el sábado, en Bruselas, con los nueve “delegados exteriores”, procedentes del mundo académico, científico, empresarial y financiero.

Los nueve “delegados exteriores” son: Aurora Campo (Tel Aviv), Pau Figueras (Londres), Ignasi Vich (Costa Rica), Thomas Harrington (Nueva York), Mai Santamaria (Dublín), Axel Schönberger (Frankfurt), Adrià Muñoz (Luxemburgo), Carina Portillo (Los Ángeles) y Josefina Bieto (Nueva Zelanda).