El desafío independentista

Las grandes mentiras del independentismo: ¿mejores pensiones?

Cataluña lidera los números rojos en España respecto a la paga a los jubilados

Pensionistas paseando por un parque.
Pensionistas paseando por un parque.Cristina BejaranoLa Razón

Ha sido durante estos años uno de los argumentos más clásicos dentro del “procés”, una Cataluña independiente tendría mejores pensiones que la actual, dentro de España. Ahora la tormenta separatista está mucho más calmada, desde hace tiempo, pero era un foco de inestabilidad, y por lo tanto, de precariedad laboral. La situación de los pensionistas en una hipotética y cada vez más lejana Cataluña independiente sería peor que ahora. No habría mejor Seguridad Social ni equilibrio presupuestario.

Porque Cataluña tiene el 25% del déficit de la Seguridad Social, y si el efecto del “procés continuase, se incrementaría, y eso se traduce en peores pensiones. Actualmente, en términos de cotizaciones sociales, la comunidad autónoma aporta un 19% al sistema, mientras que el gasto en pensiones ya se eleva al 24.

Cabe recordar que Cataluña no tendría ni moneda propia, ni reconocimiento internacional, ni acceso a los mercados financieros. Son conceptos muy importantes que por norma general el independentismo niega o no quiere opinar. En sus informes, la Generalitat coge cifras del subsidio del paro para limitar los números rojos y habla de un déficit de 1.300 millones; mientras, el Gobierno a la región 4.900 millones negativos (más del 25% del déficit total del sistema). A mitad de camino, Convivencia Cívica, presenta estas cifras: son casi 3.200 millones de déficit. Así, Cataluña se sitúa como la primera comunidad autónoma en términos absolutos en lo que tiene que ver con los números rojos de las pensiones (eso sí, en términos relativos hay otras autonomías con más déficit y una población mucho más envejecida).

En este sentido, la Generalitat destaca en sus informes que Cataluña tiene mejores cifras que España en los principales indicadores, como la tasa de dependencia (población de más de 65 años sobre el total de población) y la de ocupación (población de entre 16 y 64 años que trabaja). Este último dato es fundamental. Uno de los principales problemas de la economía española es que tiene una tasa de ocupación muy baja (inferior al 60%). Cataluña, sin llegar al nivel de los países más ricos de Europa ni al de Madrid, está en el 65%, una cifra que le ayudaría a pagar, a ese futuro Estado independiente, las pensiones. Además, a su favor tiene que los sueldos en la región (y las cotizaciones) son más elevados, con menos temporalidad y empleo a tiempo parcial que en el conjunto de España.

Pero no todas las cifras son tan buenas, como puede verse en el informe de CCC. Por ejemplo, la ratio afiliados/pensionistas es de 2,06 en España y 1,98 en Cataluña. También las pensiones son más elevadas en esta región (de 889 euros de media en España a 929 en Cataluña) algo que se deriva de las superiores cotizaciones que hicieron en el pasado los trabajadores catalanes, pero que hace más complicado el pago de las prestaciones futuras. Además, aunque la población catalana supone el 15,94% de la española, los pensionistas catalanes son el 17,93% de los pensionistas españoles (es decir, hay más pensionistas en la región de los que les correspondería si cada autonomía tuviera el mismo porcentaje que población). En realidad, con todos estos datos encima de la mesa, lo que se intuye es una situación financiera, en lo que tiene que ver con las pensiones, más o menos en la media española.