Política lingüística
Cataluña consuma el asalto al 25% de castellano en las escuelas
El Parlament aprueba una nueva legislación para sortear la sentencia del TSJC con la ayuda del PSC y los comunes
La ley para sortear el 25% de castellano en las escuelas catalanas está ya aprobada. Tras meses de tira y aflojas, el texto ha recibido la luz verde este miércoles en el Parlament, gracias a los votos a favor de los grupos que la acordaron: Esquerra, Junts, PSC y En Comú Podem. Así, han sumado 102 seis, frente a los 29 de CUP, Vox, PP y Ciudadanos.
Ha habido, además, una abstención, la del diputado de Junts Francesc Ten, quien ha explicado que lo hacía como “gesto de reconocimiento” a Salvador Ribot, un activista de Celrà que hace una huelga de hambre, el viernes hará dos semanas, en defensa del catalán en la escuela.
La proposición de ley, que se ha debatido este miércoles al inicio del pleno, recoge que el catalán es la lengua normalmente empleada como vehicular, y fija el castellano como lengua curricular que se utilizará en los términos establecidos por los proyectos lingüísticos de cada centro, sin fijar porcentajes.
La iniciativa llega al pleno después de que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), a principios de mayo, ordenara a la Conselleria de Educación la ejecución, en un máximo de 15 días, de la sentencia que obliga a impartir al menos un 25% de horas lectivas en castellano.
Justo antes de la votación, el presidente de la Generalitat ha pedido la palabra para agradecer el consenso que ha permitido aprobar la ley. Según Pere Aragonès, “hoy se ha dado un paso adelante como país”, aunque “la lengua catalana se defiende todos los días”. Por parte de los socialistas, Salvador Illa ha afirmado que querría que la ley “sea un punto de partida”, al tiempo que ha defendido, en respuesta a las críticas de partidos de la derecha por su apoyo al texto, que “defender el catalán no es atacar al castellano”.
Los comunes, por su parte, consideran que la ley “blinda la inmersión y la cohesión social”. Jèssica Albiach se ha dirigido a los grupos de la derecha para pedirles que “dejen de mentir e intentar dividirnos”. Y ha añadido: “El castellano también es la lengua de todos, no sólo de la derecha y la extrema derecha”.
En contra han votado los diputados de la CUP y los Vox, el PP y Ciutadans. Por parte del partido naranja, Carlos Carrizosa ha acusado a los grupos que le han aprobado de “tratar la inmersión como si fueran los mandamientos grabados en piedra que bajó Moisés del Sinaí”. A sus ojos, la ley es “una traición a los pactos constitucionales”. Desde Vox, el portavoz Joan Garriga afirmó que la ley es tramposa y insistió en que se querellarán contra quien, a sus ojos, desobedezca al TSJ y que llevarán el texto al Tribunal Constitucional. Ignacio Garriga ha añadido que su grupo “batallará hasta la victoria final”.
Para el PP, la inmersión lingüística “es una anomalía” y, “tal y como se aplica en Cataluña, es ilegal”. Alejandro Fernández, además, ha acusado a los grupos del gobierno ya los partidos de izquierdas de haber fracasado en el objetivo de defender la lengua y afirma que “de tanto quererla, la acabarán matando”.
Por parte de la CUP, Carles Riera argumentó que la ley “es una chapuza” que no cuenta con el consenso de la comunidad educativa, que no defiende el catalán en la escuela y que “fomenta la segregación lingüística”.
La nueva norma, que ha sido la respuesta de los cuatro grupos parlamentarios a la sentencia del TSJC que obliga a dar el 25% de las clases en castellano, se ha aprobado más tarde de lo previsto. El objetivo inicial era que la ley llegara a la cámara hace dos semanas, tras el acuerdo alcanzado por las cuatro formaciones y que se decidiera tramitarla por lectura única. Sin embargo, el debate parlamentario se retrasó debido al trámite en el Consejo de Garantías Estatutarias. Al día siguiente del acuerdo, Ciutadans, PP y Vox llevaron la proposición de ley al órgano consultivo con el objetivo de frenar su aprobación.
Esther Niubó (PSC-Units) ha defendido que la ley “en ningún caso vulnera la normativa, desafía a los tribunales ni busca la confrontación”, sino que reconoce por primera vez el uso curricular del castellano, por lo que ha lamentado el papel de Vox, Cs y PP, especialmente de los populares y de su líder, Alberto Núñez Feijóo, que aseguró que en Catalunya se da un ‘apartheid’ lingüístico’.
Foto conjunta
Tras la aprobación de la nueva ley, los diputados de la CUP se han levantado exhibiendo carteles con el mensaje ‘Defensem la llengua’, mientras que los de los grupos promotores han celebrado la aprobación con un largo aplauso en pie, y Aragonès ha encajado la mano con Salvador Illa (PSC), Josep Maria Jové (ERC), Albert Batet (Junts) y Jéssica Albiach (comuns).
Representantes de los grupos impulsores de la ley y entidades se han tomado después una fotografía conjunta, en la que han posado Aragonès; el vicepresidente de la Generalitat y conseller, Jordi Puigneró, y los consellers de Universidades, Gemma Geis; Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, y Cultura, Natàlia Garriga, entre otros.
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