OPinión
Cuartel del Bruch donde viven los soldados
CUARTEL DEL BRUCH DONDE VIVEN LOS SOLDADOS
Allí vivió y se entrenó John Felipe Romero antes de ser destinado a Afganistán.
El día 1 de febrero del año 2010 una mina anticarro estalló al paso de un blindado durante una patrulla al norte de Qala-i-Naw.
Allí dejó su vida John Felipe, en esa misión de ISAF para la protección de la Ruta Lithium.
Allí resultaron gravemente heridos compañeros de armas, el Teniente del Ejército de Tierra Francesc Rubio Carceller de 28 años, un español de Hospitalet, Daniel Ospina Quintana y Gerson Jaime Rodríguez de nacionalidad colombiana y españoles por la sangre derramada, Joshua Alcalá Silvera un español de Tenerife, Juan Morales Aroca un español de Sevilla, y Carlos Gatos Guardado Cuadrado un español de Barcelona.
John Felipe también colombiano, también español por sangre derramada, más español imposible, tuvo en su momento la despedida de honores militares y las condecoraciones correspondientes, pero el pasado viernes en un emocionante acto entregamos junto a José Vargas Presidente de la ACVOT a sus familiares La Cruz de la Orden Civil de las Víctimas del Terrorismo.
Y lo hicimos allí, en el cuartel del Bruch, que en pocos años cumplirá su 100 aniversario, allí viven los hombres y mujeres del Regimiento Barcelona 63, el Batallón Cataluña, creado en 1701 como Tercio de Trinchería y posteriormente Voluntarios de Cataluña.
Allí viven y trabajan más de 750 militares, probablemente una de las más importantes “oficinas de empleo” que hay en Cataluña.
Claro que hay quién le gustaría que allí se hicieran pisos de lujo, o parques temáticos con nombres rimbombantes como Alianza de Civilizaciones, Encuentros Interculturales etc.
Allí se entrenan españoles de todas las tierras, de aquí y de allende los mares, catalanes, andaluces y hermanos de sangre de pueblos hermanos. Allí no solo se crean puestos de trabajo sino que se forman y entrenan quienes protegen nuestra libertad, quienes viven y si es necesario mueren para que aquí sigamos disfrutando de nuestra forma de vida.
En esa peculiar obra arquitectónica rendimos un homenaje mas a un nombre olvidado por la mayoría John Felipe Romero, allí donde se rinde culto al honor y la lealtad, allí donde se preparaba John Felipe Romero y sus compañeros, siempre dispuestos cuando se les pida ir donde se les mande sin hacer preguntas.
Si nosotros dormimos tranquilos es gracias a ellos.
Descansa en paz camarada.
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