Emergencia

Los agricultores catalanes, contra las cuerdas por la falta de soluciones a la sequía

El cierre del Canal d’Urgell causará la pérdida del 30% de la fruta en Cataluña

Vista del Canal d'Urgell, a 28 de abril de 2023, en Anglesola, Lleida, Catalunya (España). Ha cerrado el Canal d’Urgell para el uso agrario a causa de la bajada de caudal provocada por la sequía. Es la primera vez que esta infraestructura se cierra en 160 años. Sólo hay 12 metros cúbicos de agua por segundo y bajará incluso a dos metros cúbicos si no llueve próximamente. El sindicato Unió de Pagesos ha pedido asegurar la alimentación y el agua para la ganadería extensiva, proponiendo un peritaje de la pérdida prevista de la cosecha de cereal, y que se permita el aprovechamiento de pasto para la ganadería extensiva. 28 ABRIL 2023;SEQUÍA;AGUA;GANADERÍA;AGRICULTURA;CEREAL;CULTIVO Lorena Sopêna / Europa Press 28/04/2023
El Canal d’Urgell cierra después de 160 años por la sequíaLorena SopênaEuropa Press

A medida que el verano se acerca, la sequía arrecia y con ella los nervios. Esta misma semana, la Comunidad de Regantes de los Canales de Urgell, que abastece a más de 70.000 hectáreas agrícolas en el Pla de Lleida, comenzó las restricciones de su canal principal. La poca agua que circule debe servir para mantener vivos los frutales y abastecer de agua de boca a las poblaciones. Es la primera vez que se cierra el riego 5 meses antes de lo previsto, y la situación obliga a los campesinos a modificar el tipo de cultivos que siembran.

Concretamente, se pasará de los 23 metros cúbicos por segundo a 12 y se irá reduciendo progresivamente hasta llegar a los 2 metros cúbicos por segundo, en una decisión drástica y sin precedentes en los 160 años de historia de la infraestructura, que también da servicio a unos 77.000 habitantes. En estas circunstancias, todas las miradas se vuelven contra las administraciones. Contra la Generalitat y contra la Confederación Hidrográfica del Ebro, dependiente del Gobierno, en busca concreciones, y no sólo consideraciones genéricas, sobre las nuevas restricciones.

El cierre del canal de Urgell causará la desaparición del 30% de la fruta total que se cosecharía Cataluña, unas 284.000 toneladas, según ha alertado la Associació Empresarial de Fruita de Cataluña (Afrucat). En concreto, se calcula la pérdida del 58% de la manzana, unas 173.000 toneladas, y del 52% de la pera, unas 74.000 toneladas en Lleida, y la caída en el conjunto de Catalunya por la sequía podría alcanzar el 68% del total. Estas cifras se traducen en una pérdida de facturación de aproximadamente 350 millones de euros y unas pérdidas directas para el sector de cerca de los 164 millones de euros.

El sector primario, el turístico y otros ámbitos empresariales de Lleida han constituido un frente común para exigir a las administraciones un plan de choque urgente para compensar las pérdidas millonarias que provocará la sequía en la agricultura y la ganadería. La Federación de Hostelería, la Cámara de Comercio, Pimec, Coell, la Federación de Cooperativas Agrarias (FCAC) y las sindicatos Asaja, Jarc y UP reivindicaron también un programa de inversiones para mejorar la gestión del agua, entre las que destacan la modernización de los riegos y actuaciones para reducir el consumo de agua en las empresas. El presidente de la Cámara de Comercio, Jaume Saltó, aseguró que «en una situación excepcional se necesitan soluciones excepcionales» y pidió «un plan de acción inmediato para resolver el mañana y una estrategia de futuro» con acciones como la modernización de riegos.

Guerra del agua

En el terreno político, este cierre sumado a la cuestionada gestión de la sequía por parte del Govern han acelerado la guerra del agua a las puertas de la campaña de las municipales del 28 de mayo. «Estamos en una situación sin precedentes», clamó la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, quien no dudó en culpar al Gobierno de la situación por ser la administración que gestiona la infraestructura al depender de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). El presidente Pere Aragonès, que se ha reunido con la Comunidad de Regantes del canal de Urgell, ha prometido ayudas directas a los campesinos. Aragonés aseguró que la modernización de esta infraestructura puede tener un coste de 1.200 millones de euros, la Generalitat financiará el 60%, pero pidió que el 40% se haga con fondos estatales.

Este miércoles ya se han instalado en el canal las presas que suelen ponerse en invierno, pero ahora se ha tenido que avanzar también esta medida. Se hace para acumular más agua y así poder abastecer a los más de cien pueblos dependientes. Algunos pueblos han llenado, en previsión, depósitos y balsas de agua para garantizar el suministro de agua potable a sus poblaciones, y también han comenzado con las restricciones de agua. El Ayuntamiento de Agramunt, en Urgell, ha acordado regar los parques y jardines con agua potable sólo una vez por semana. El resto de días se realizará con agua tratada en la depuradora. Otra medida que han adoptado ha sido instalar reductores para ahorrar un 50% de agua en duchas y grifos de los equipamientos municipales. En Agramunt, pero también en Juneda, en Les Garrigues, han retirado las jardineras que hasta ahora decoraban las calles y las han trasladado a un almacén con sombra para reducir su riego. Estas medidas, el cierre de fuentes o restricciones de agua en los equipamientos municipales, han permitido rebajar en un 10% el consumo de agua. El Canal d’ Urgell es «una estructura de país imprescindible» y por ello «exigimos que se tomen las medidas necesarias desde una planificación bien hecha, dijo Plaja.