Independentismo

La ANC intenta politizar el Clásico: "Recibamos al Madrid con esteladas"

La Asamblea Nacional Catalana está en horas bajas

Varias personas sostienen esteladas durante el encuentro de la cuarta jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones que el FC Barcelona y el Bate Borisov disputan esta noche en el Camp Nou, en Barcelona
Varias personas sostienen esteladas duranteun partidolarazon

La Assemblea Nacional Catalana (ANC), actualmente en horas bajas, busca recuperar relevancia recurriendo al ámbito deportivo como plataforma de visibilidad. Bajo la presidencia de Lluís Llach, la entidad independentista ha puesto su atención en el Clásico del próximo domingo entre el FC Barcelona y el Real Madrid, que se disputará en el Estadi Olímpic Lluís Companys.

Tras su fallido intento de llenar de esteladas la Vuelta Ciclista, ahora la ANC ha convocado a los aficionados culés para que reciban al equipo madrileño ondeando banderas independentistas. “Medio mundo estará pendiente”, aseguran en sus redes sociales, en lo que representa una nueva estrategia para atraer atención mediática internacional ante la pérdida de apoyo social.

La acción simbólica incluye mostrar las esteladas durante el himno, así como en los minutos 10:17, en referencia al 1 de octubre de 2017, y 17:14, evocando el año del asedio borbónico de Barcelona. Para ello, desplegarán voluntarios en los accesos al estadio que repartirán banderas independentistas, aunque también han pedido a los asistentes que las lleven desde casa. Lo cierto, es que cada vez menos "culers" acuden al estadio con esteladas y cada vez se escuchan menos gritos de independencia en el minuto 17:14. De hecho, es algo frecuente ver banderas rojigualdas entre los aficionados barcelonistas, entre los cuales hay de todo signo político.

Sin embargo, la convocatoria ha tenido un tibio recibimiento y ha generado más burla que entusiasmo en las redes, donde numerosos usuarios se han mofado de lo que consideran otra “performance” simbólica sin impacto real, una fórmula habitual en el llamado “procesismo” catalán.