Paseos alternativos

El rincón olvidado de Barcelona con más de 200.000 cactus de todo el mundo

Los jardines Costa i Llobera ofrecen un exuberante viaje por algunas de las 800 especies más exóticas del planeta

Jardines de Mossèn Costa i Llobera en Barcelona
Jardines de Mossèn Costa i Llobera en BarcelonaDavid Fernández

Montjuïc es una caja de sorpresas. Lo es para los propios barceloneses e incluso para los paseantes habituales de la colina, siempre hay un nuevo jardín y un nuevo rincón que descubrir. En este caso, un exuberante viaje por buena parte de los cactus de este mundo gracias a los Jardines de Mossèn Costa i Llobera.

El espacio ofrece una espectacular vista panorámica sobre la franja litoral de la ciudad y el puerto. La rehabilitación que se ha hecho hace poco ha mejorado notablemente este acceso céntrico con la apertura de dos nuevas puertas a los peatones, que antes solo se utilizaban como accesos de servicio. Su ubicación, además, al otro lado de la colina, aislado, frente al mar, hacen de estos jardines un lugar de soledad y recogimiento alejado de las multitudes turísticas. En el año 1987, “The New York Times”incluyó los jardines de Mossèn Costa i Llobera en su lista de los diez jardines más bellos del planeta.

Los jardines Costa i Llobera surgieron como proyecto conjunto del arquitecto Joaquim Maria Casamor y del maestro de la escuela de jardinería, técnico y especialista en plantas crasas, Joan Pañella. Ya hacía unos años que se trabajaba ensayando la adaptación de nuevas especies a la ciudad. Cuando se consideró la opción de urbanizar la zona de Montjuïc donde hoy se ubican los jardines, ya se disponía de un fondo relevante de especies procedentes de Canarias, Andalucía y otros viveros de ciudades mediterráneas. También habían llegado algunas plantas procedentes de la colección Pallanca venidas desde Italia.

Los jardines de Mossèn Costa i Llobera se inauguraron el mes de marzo de 1970 pero, desde entonces, han pasado por un largo proceso de recuperación, remodelación y rehabilitación, durante el que se ha procedido a la consolidación estructural del espacio ya la replantación de una buena parte de las plantas que habían sido víctimas del frío hasta devolver este espacio a su esplendor original.

Jardines de Mossèn Costa i Llobera en Barcelona
Jardines de Mossèn Costa i Llobera en BarcelonaDavid Fernández

Los jardines ofrecen una colección única en el mundo: 6,16 hectáreas que son un viaje por algunas de las especies más exóticas del planeta, especies que podemos encontrar en zonas subdesérticas, desérticas y tropicales, pero también en zonas de alta montaña. Esto es posible, en gran parte, gracias al microclima existente en esta zona, con dos o tres grados más que la temperatura media de la ciudad. Sin embargo, las heladas de los años 1985 y 1987 provocaron la muerte de numerosas plantas y muchas especies se tuvieron que replantar de nuevo.

Las especies

Entre la jardinería del Mosén Costa i Llobera destacan ejemplares de aloe (Aloe ferox) y dentes de cocodrilo (Aloe brevifolia) sudafricanos, Cylindropuntia rosea mexicanas, aizoáceas africanas, ejemplares de Xanthorrhoa australiano , o los cactus barril, como los Ferocactus glaucescens del estado mexicano de Querétaro, entre otros.

Los jardines ofrecen una colección amplia de cactus del género Echinopsis, como los Echinopsis santiaguensis, que son oriundos de Sudamérica (Argentina, Chile, Ecuador, Bolivia, Brasil, Uruguay y Paraguay). Crecen en terrenos arenosos y gravas, y destacan por el tamaño y la belleza de sus flores. Pueden presentar una forma arbórea o de globo y tienen un tubo floral especialmente alto. También destacan los ejemplares del género Echinocactus. Son cactus mexicanos y del sur de Estados Unidos, que poseen una especie de lana en la parte superior del cuerpo. Es en este punto donde nacen las flores, con una coloración muy llamativa que va del amarillo al rosa púrpura. Su número evoca etimológicamente a los erizos de mar (echi-nudo).

Los Echinopsis no son el único cactus que adopta el número en relación a su forma. En los jardines también encontramos ejemplares de Astrophytum miryostigma, que deben el número a su forma estrellada, desde donde irradian flores amarillas de gran belleza.

En los jardines Costa i Llobera hay una representación extensa de los Ferocactus, conocidos popularmente como cactus de barril. Provienen de los desiertos de California y de la Baja California, Arizona, sur de Nevada y México. Son cactus que adquieren la forma de una bota de vino en su etapa adulta.

Otro tipo de plantas presentes en los jardines son las Mammillaria. Se trata de uno de los géneros más extendidos, con más de 350 especies reconocidas. Son cactus que crecen en forma de tubérculos. En su interior almacenan el líquido necesario para sobrevivir. Estas plantas pueden tener forma cónica, cilíndrica, piramidal o redonda. Las Mammillaria se encuentran en México, en el sur de Estados Unidos y en el Caribe.

Entre las suculentas más grandes del Mossèn Costa i Llobera encontramos ejemplares adultos de más de cinco metros de altura. Agrupados, legan a generar un pequeño bosque. Se trata de unas plantas cactiformes del género Euphorbia. Podemos contemplar ejemplares de Euphorbia en zonas tropicales y subtropicales de África o Madagascar.

Más cercanos geográficamente, pero no por ello menos exóticos, encontramos ejemplares de drago (Dracaena draco), de agave (Agave americana) o también de higos chumbos (Opuntia ficus-indica). Un drago del Padre Costa y Llobera procede de un jardín particular de un vecindario de Barcelona, que lo donó a la ciudad.

Los agaves son originarios de México y se han adaptado perfectamente al clima mediterráneo hasta integrarse como parte del paisaje de los márgenes. Los higos chumbos crecen espontáneamente en todo el litoral mediterráneo, pero también podemos encontrarlos en México, Perú o Argentina, que, de hecho, son sus países de origen.

Los jardines de Mossèn Costa i Llobera ofrecen también una amplia variedad de árboles propios del clima mediterráneo, como algarrobos ( Ceratonia siliqua), olivos ( Olea europaea) y arbustos, como ficus ( Ficus sp), árboles botella ( Brachychiton populneus), robles australianos ( Grevillea robusta) y patas de vaca ( Bauhinia grandiflora). Se pueden encontrar hasta 12 especies diferentes de palmeras, como la Phoenix dactylifera, la palmera datilera, de la familia de las arecacias y oriunda de Arabia y el Norte de África, o también hay ejemplares de Phoenix canariensis, Washingtonia filifera y Washingtonia robusta. Además, contienen la única especie de palmera autóctona de Europa, el palmito Chamaerops humilis.