Nuevo centro de arte

El barroco catalán estrena museo en Manresa

El nuevo espacio abrirá sus puertas a finales de este mes con pinturas y esculturas de este periodo artístico

Una imagen del nuevo espacio museográfico
Una imagen del nuevo espacio museográficoMBC

Cuando hablamos del arte catalán lo primero que nos viene a la cabeza es el románico y sus pinturas en las iglesias de la Vall de Boí, en el modernismo impulsado por Gaudí, Casas o Rusiñol o en las vanguardias artísticas con Miró y Dalí, a la cabeza. Pero hay más, mucho más, aunque en ocasiones solo merezcan unas pocas líneas en los libros de historia o unas pocas salas en los museos. Esto es lo que se puede decir, por ejemplo, del barroco que ahora, por fin, cuenta con su propio centro en Manresa, aunque todavía tardará unos días en abrir sus puertas.

Ayer se hizo una primera cata a este espacio situado en el antiguo Colegio Sant Ignasi de Manresa. Son 9.121 metros cuadrados en los que podrán verse obras procedentes del Museu de Manresa, además de trabajos cedidos por el Museu Nacional d’Art de Catalunya (Mnac) y de la llamada Col·lecció Nacional d’Art de Generalitat, aparte de otras instituciones museísticas catalanas. Todo ello hace que el Museu del Barroc Català cuente con un total de 182 piezas en sus salas.

Uno de los principales nombres en el museo es el de Antoni Viladomat, el pintor catalán más conocido del siglo XVIII en Cataluña, un creador que demostró estar en la frontera de la modernidad. De él puede verse una de sus obras maestras como es el gran óleo «Cena de san Francisco y santa Clara en el convento de San Damián», perteneciente a las colecciones del Mnac.

Otro pintor sobresaliente del barroco catalán, aunque sin mucha información conocida sobre su vida, es Joaquim Juncosa de quien se exhibe su «Flagelación de Cristo», propiedad de la Col·lecció d’Art de la Generalitat. También de este periodo es Francesc Tramulles de quien se exhibe su serie de estampas «La máscara real de Carlos III», una obra realizada para festejar la proclamación del monarca así como su paso y el de la familia real por Barcelona en 1759.

Si nos vamos al terreno de la escultura, el Museu del Barroc Català encontraremos a Andreu Sala y Ramon Amadeu i Grau. presentes gracias a dos obras procedentes del Mnac: por un lado, el «Santo guerrero», Talla en madera policromada y dorada, con estofado, y, por otra parte, «Santa Ana y la Virgen Niña», original del siglo XVIII. Procedentes de Manresa, al fin y al cabo la ciudad que acoge todas estas obras, se cuenta con los escultores Joan Grau, Josep Sunyer y Jaume Padró, presentes gracias a varias obras procedentes de los fondos de los museos de Manresa, la Seu de Manresa y Cervera.

Además de pintura y escultura, el museo también acoge artefactos tan curiosos como un arpa de 34 cuerdas, de autor anónimo y del siglo XVIII, una manera de contar el barroco desde una perspectiva musical.

El Museu del Barroc Català se presentará oficialmente el próximo 21 de febrero.