Sequía
Cataluña activa las primeras restricciones al consumo doméstico de agua
La Generalitat limita el consumo a 210 litros por persona y día, además de declarar el estado de pre emergencia, que ya le faculta para imponer sanciones
Por mucho que la Generalitat se resista, las restricciones severas al agua de boca están a la vuelta de la esquina. Los parches se suceden, pero la lluvia brilla por su ausencia. El Govern se sacó de la manga una nueva categoría hace unas semanas para evitar lo inevitable, el estado de preemergencia, y no ha tenido más remedio que decretarla. Para otro día queda pendiente el debate de si una sociedad moderna y desarrollada puede estar pendiente de la lluvia como forma de subsistencia. Esta nueva fase afecta a los 202 municipios que abastece a la cuenca Ter-Llobregat, es decir, a unos 5,9 millones de catalanes.
Así las cosas, el definitivo estado de emergencia y las restricciones podrían llegar nada más y nada menos que para Navidad. Antes de llegar a ese extremo, el Govern ha activado la fase de preemergencia, una situación intermedia entre la fase de excepcionalidad actual y una fase de emergencia. Este nuevo estadio del plan de sequía, no previsto inicialmente, tiene como objetivo concienciar a la ciudadanía de la importancia de ahorrar agua en la medida de lo posible.
La principal medida que entrará en vigor con la activación de la fase de preemergencia es la limitación de 210 litros de consumo de agua por habitante y día, veinte litros menos de lo que se permitían gastar a diario durante la fase de excepcionalidad. Esto significa que a partir de ahora los municipios que sobrepasen esa cantidad podrán ser sancionados por la Generalitat. Así lo anunció ayer el conseller de Acción Climática, David Mascort, en una comparecencia posterior a la reunión del Consell Executiu y a la Comisión Interdepartamental de la Sequía, en un momento crítico por una escasez de lluvias que dura ya 36 meses y que sitúa las reservas de agua de las cuencas internas al 19%.
Municipios incumplidores
Los últimos datos publicados por la ACA demuestran que son muchos los municipios que superan con creces estos 210 litros, como Matadepera (468), Begur (409), Cubelles (308), Lliçà de Vall (304), Collbató (296) , Argentona (291), L’Ametlla del Vallès (277), Malgrat de Mar (267), Sant Celoni (260), Sitges (251) o Caldes de Montbui (243), por citar sólo algunos ejemplos. Algunos de estos municipios ya tienen expedientes abiertos por la ACA para sobrepasar los límites marcados durante la fase de excepcionalidad (230 litros).
Recordemos que estos 210 litros por habitante y día de la fase de preemergencia no contabilizan sólo los consumos de cada habitante en su casa, sino que también tienen en cuenta el agua que esa misma persona consume en el trabajo o en el gimnasio, por ejemplo, así como las actividades económicas y comerciales del municipio. Mascort aseguró que «el ahorro que se haga ahora, permitirá alargar la entrada en emergencia». El otro gran cambio destacado que entra en vigor con la activación de la fase de preemergencia afecta al riego de césped. Hasta ahora, las superficies destinadas a la práctica federada del deporte, como un campo de fútbol o uno de rugby, podían consumir 450 m³/hectárea/mes. A partir de ahora, la dotación máxima se reduce a 200 m³ por hectárea y mes, menos de la mitad.
La Generalitat mantiene el resto de normas que ya estaban en vigor durante la fase de excepcionalidad, como: Es decir, el riego de supervivencia de árboles de 20:00 a 08:00 La prohibición de limpiar vehículos fuera de los establecimientos destinados a esta actividad. La prohibición por los ayuntamientos de llenar de agua fuentes ornamentales y de limpiar las calles con agua potable. O la prohibición de llenar piscinas privadas. Sin embargo, se permite rellenar las piscinas de uso público en las cantidades indispensables para garantizar la calidad sanitaria del agua.
Medidas adicionales
Conscientes de la situación, el gobierno de la Generalitat también ha anunciado una docena de medidas adicionales y urgentes para incidir en un mayor volumen de ahorro. El objetivo de las acciones es reducir consumos por parte de la administración, pero también dar ejemplo a la ciudadanía.
Una de las acciones afectará a todos los edificios públicos, donde se aplicarán medidas para conseguir un uso más eficiente del agua, basadas en la reducción, la reutilización y la concienciación. También se emitirá una circular de recomendaciones entre todos los trabajadores públicos.
La consellria de Educación está preparando una campaña educativa y de sensibilización sobre el agua para escuelas e institutos, mientras que la conselleria de Empresa i Treball destinará 12 millones de euros durante tres años a una línea de subvenciones para establecimientos turísticos que inviertan en una gestión eficiente del agua.
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