Polémica
El círculo de Aliança Catalana elogia a la CUP por su último postulado ante la inmigración
La formación anticapitalista hace hincapié en la precariedad de los servicios públicos
El debate sobre el futuro demográfico y económico de Cataluña vuelve a encenderse tras unas declaraciones de dirigentes de la CUP que han sido recibidas con simpatía por sectores próximos a Aliança Catalana.
En una entrevista reciente, los militantes cupaires Guillem Surroca y Jordi Casas cuestionaron abiertamente la idea de una “Cataluña de 10 millones de habitantes”, concepto defendido en los últimos años por el PSC o el establishment político y económico catalán. Dicho crecimiento demográfico estaría impulsado principalmente por la inmigración procedente tanto del resto de España como de Hispanoamérica, África o Asia en un contexto marcado por la baja natalidad de los catalanes.
“Esta política nos aboca a la Cataluña de los 10 millones, la idea de crecer, crecer y crecer sin preguntarnos. ¿Debemos crecer tanto? ¿En qué condiciones? "¿Qué sectores potenciamos?" Lo que hacemos es cuestionarlo. Dejar claro que no es algo inevitable… Tenemos un país muy tensionado en todos los servicios públicos. No tenemos una Cataluña con los servicios correctos por la de los 8 millones y ya miramos hacia la de los 10”.
Estas declaraciones encontraron eco en el Parlament, donde el diputado de la CUP Dani Cornellà se hizo eco de la entrevista con un contundente comentario en la red social X: “Más allá de todo, ¡no queremos su Cataluña de los 10 millones ni de los 9 ni de los 8! Su proyecto está situado en un marco español, españolista y con un modelo económico de empobrecimiento, desigualdades y precariedad!”.
La afirmación de Cornellà no pasó desapercibida para el entorno de Aliança Catalana, formación que ha hecho de la crítica a la inmigración masiva uno de sus principales ejes políticos. Antony Sánchez, uno de los tuiteros más activos en defensa de este partido, reaccionó con ironía al mensaje del diputado cupaire:
“Aún te harás de Aliança Catalana, Dani”, escribió en un retuit que se viralizó entre simpatizantes de la formación de Sílvia Orriols.
El episodio ilustra un inusual punto de coincidencia entre dos partidos que, pese a mantener proyectos políticos radicalmente distintos, coinciden en su escepticismo hacia el crecimiento poblacional como motor de desarrollo. Mientras el stablishment defiende una Cataluña de 10 millones de habitantes como horizonte de progreso, tanto desde la CUP como desde Aliança Catalana se muestran críticos. La CUP hace hincapié en la precariedad de los servicios públicos, mientras que Aliança se centra, sobre todo, en los problemas de convivencia, seguridad y cohesión que eso generaría, además de una pérdida notable de la identidad catalana.