Innovación médica
El gemelo digital, nuestra réplica en la nube, a un paso de ser una realidad
Se trata de una herramienta basada en la Inteligencia Artificial que, llevada a la práctica clínica, redundaría en beneficio de una medicina de precisión y personalizada y facilitaría el desarrollo de ensayos clínicos en un marco de máxima seguridad
No hay duda de que la Inteligencia Artificial nos puede ofrecer una serie de herramientas que nos aporten mayor eficiencia y calidad en diferentes ámbitos y uno de ellos es el de la salud. Conscientes de ello, ésta se ha convertido en uno de los temas de debate y reflexión en el marco de la Semana de la Innovación que se ha celebrado en Vall d'Hebron. En este contexto, los conocidos como gemelos digitales han sido el centro de varias intervenciones por su potencial en el campo de la salud y su repercusión en la vida de las personas.
Se trata de una tecnología desarrollada a partir de Inteligencia Artificial que consiste en la representación virtual de un paciente, como un avatar, que almacena toda la información del individuo de forma digital. “Cogiendo imágenes de TAC, de resonancia, de analítica, de biomarcadores, de genética...hacemos una réplica del individuo que es él mismo pero a nivel digital”, explica la doctora Anna Sala, jefa de la Unidad de Innovación del Hospital de Vall d'Hebron, quien al respecto indica que se trata de una copia que “replica cómo funciona ese cuerpo, así como su información genética y molecular”.
Así pues, a diferencia de la simulación, que no es capaz de reflejar la reacción de un organismo antes diferentes interacciones, como sería la administración de un fármaco o una intervención quirúrgica, por ejemplo, de manera que siempre va a haber una discrepancia entre lo simulado y la realidad, el gemelo digital es una réplica exacta de esa realidad.
Aplicaciones médicas
Con estas características, el gemelo digital tiene múltiples aplicaciones médicas. Por un lado, gracias a esta herramienta se pueden llevar a cabo simulaciones de procedimientos médicos y predicciones de posibles complicaciones en un entorno seguro, permitiendo así planificar y tomar decisiones informadas antes de llevar a cabo una intervención real; y por el otro, es posible desarrollar ensayos clínicos virtuales para probar nuevos fármacos y comprobar cómo responde el organismo replicado a esa molécula concreta.
Asimismo, el gemelo digital puede ser muy útil en el ámbito de la docencia y la formación, así como en el de la medicina personalizada y de precisión, puesto que permite diseñar terapias mucho más dirigidas en función de las particularidades de cada paciente, así como también puede ser útil a la hora de realizar predicciones a nivel preventivo. Y, por supuesto, todo ello en un marco de máxima seguridad, puesto que ese gemelo digital hace innecesario el uso de seres humanos para llevar a cabo todas estas prácticas.
La doctora Sala añade al respecto que esta tecnología “también supondrá un antes y un después en cuanto a la investigación clínica, ya que ésta se podrá agilizar por cuanto se podrán hacer pruebas con estos gemelos digitales, acumulando así más datos puesto que cuesta mucho más encontrar personas reales que gemelos digitales”.
En definitiva, esta herramienta supondría un paso más en la medicina de precisión, un avance en la prevención de complicaciones, una vía de optimización y adecuación de los tratamientos y sería, también, una ayuda determinante en la toma de decisiones por parte de los profesionales.
El hándicap
Sin embargo, a día de hoy aún no es posible llevar el gemelo digital a la práctica clínica puesto que aún falta un gran escollo que sortear. “Para hacer un gemelo digital se necesitan muchos datos de muchas cosas, no basta solo con imágenes. Es necesario saber cómo funciona ese cuerpo y, por lo tanto, se requiere también información genética, un electrocardiograma, datos sobre el funcionamiento del riñón, de las proteínas...”, señala la doctora Sala.
En definitiva, para que esta tecnología “resulte útil y fiable son necesarios muchos datos” y el principal obstáculo con el que se encuentra ahora el desarrollo del gemelo digital es el acceso a esos datos. “Para poder poner en la nube los datos que maneja el hospital, éstos han de estar bien protegidos, porque sino están expuestos a que alguien haga un mal uso de los mismos”, indica la doctora, de manera que el reto ahora es “encontrar la forma de hacer el mayor número posible de datos accesible de la forma más rápida posible y que sean datos que puedan ser libres para usarlos y hacerlos universales de forma segura”. "Si pudiéramos tener todos los datos que quisiésemos disponibles para hacer lo que necesitásemos, se avanzaría mucho en la aplicación clínica de estos gemelos digitales", concluye
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