El Govern de la Generalitat sigue encadenado a sus socios para sacar adelante su agenda económica. Este lunes, el Ejecutivo catalán ha cerrado un nuevo acuerdo con los comunes para aprobar el tercer y último suplemento de crédito, un parche financiero de 469 millones que permite a la Generalitat seguir funcionando sin presupuestos. Con ello, se completa el paquete de prórrogas que Govern puso en marcha para paliar la falta de presupuestos para este 2025.

A cambio de su apoyo, los comunes han arrancado importantes concesiones: una inversión reforzada en la promoción del catalán en las escuelas y el compromiso de retirar el concierto a los centros de educación diferenciada, pese a su amparo legal y su larga trayectoria en Cataluña.

Educación

El acuerdo, que se votará este miércoles en el Parlament, incluye 37 millones de euros para programas de refuerzo en catalán, inglés y matemáticas, con el objetivo de desplegar hasta dos horas semanales adicionales en los centros. La Generalitat también se compromete a ampliar la plantilla de docentes de educación inclusiva y a reimplantar comedores escolares en centros de alta complejidad.

Sin duda, la gran concesión a los comunes es el compromiso del Govern de iniciar los trámites para retirar el concierto educativo a aquellos centros “que vulneren derechos fundamentales o difundan discursos de odio”, eufemismo que los comunes usan para señalar a las escuelas de educación diferenciada, muchas de ellas de titularidad religiosa.

Transportes, infraestructuras y vivienda

El acuerdo no se limita al ámbito educativo: también contempla un paquete de inversiones para la movilidad, las infraestructuras y la vivienda en Cataluña. Más de 116 millones de euros se destinarán a la red de Metro de Barcelona, con actuaciones destacadas como los 72 millones para completar el tramo central de la L9/L10 y 4,5 millones para redactar el proyecto de prolongación de la L3 hasta Esplugues Centre. A esto se suma la mejora de la accesibilidad y funcionamiento de varias estaciones clave, como Clot, La Pau, Passeig de Gràcia o Sants-Estació.

El pacto también pone el foco en la vertebración del territorio a través de nuevas conexiones ferroviarias. Se impulsarán estudios para líneas estratégicas como el tren orbital entre Mataró y Vilanova i la Geltrú, evitando el paso por Barcelona, el Eix Transversal ferroviario entre Lleida y Girona, y la ampliación de tranvías urbanos en Girona, Tarragona, el Bages o incluso la Seu d’Urgell, con conexiones hasta Andorra.

En paralelo, el acuerdo recoge medidas en materia de salud y vivienda: se construirán nuevos CAP en Badalona y El Prat, y se impulsarán proyectos hospitalarios en Calella y Vilanova i la Geltrú. En vivienda, se lanzará una campaña para informar a los inquilinos sobre el control de alquileres, se crearán 3.500 nuevas plazas de atención residencial y se aplicará un plan de choque para reducir la lista de espera de emergencia habitacional, que afecta actualmente a unas 2.500 familias.

Una legislatura sin presupuestos y a base de parches

Este tercer suplemento de crédito se suma a los dos anteriores y supone otra cesión del Govern a sus socios, ante la imposibilidad de articular una mayoría suficiente para aprobar unas cuentas propias. El president Illa prometió presupuestos para el 1 de enero de 2025. A día de hoy, no sólo no hay cuentas nuevas: la Generalitat sigue rigiéndose por los presupuestos de 2023 y ya dio por perdido 2025.

Con este nuevo acuerdo, el Govern alcanza los 3.938 millones de euros suplementarios negociados a lo largo del año. En cada uno de ellos, los comunes y ERC han conseguido imponer su agenda. Entre otras cocas, avances hacia una financiación singular, hacia el traspaso de Rodalies y más gasto en vivienda.

Este miércoles, el Parlament convalidará formalmente este último suplemento con el apoyo de los comunes y de ERC, quienes la semana pasada arrancaron anunciaron el apoyo al paquete a cambio de medidas de autogobierno.