Ofensiva

El Govern simula ahora ser un Estado y crea un cuerpo diplomático propio

La consejera Serret avisa que la «acción exterior es irrenunciable e imparable» para un Ejecutivo con 20 «embajadas»

La consejera Meritxell Serret
La consejera Meritxell SerretRaquel Pérez / Govern

Lejos de rebajar la acción exterior de la Generalitat como exigió el PSC en la negociación de los Presupuestos, el Govern de Pere Aragonès opta ahora por una nueva herramienta que actúe de altavoz: un intento de cuerpo diplomático, una red de profesionales en el ámbito de la acción exterior y la Unión Europea para «reforzar la proyección e influencia» de Cataluña.

Así lo anunció este viernes la consejera Meritxell Serret durante la inauguración de la jornada «Presente y futuro de la acción exterior subestatal», organizada por el Instituto de Estudios del Autogobierno y el Diplocat.

En palabras de la dirigente republicana, este nuevo cuerpo de funcionarios públicos permitirá «la profesionalización y la especialización del personal que lleva a cabo la política internacional del Govern». Es «un paso adelante en el despliegue y el fortalecimiento de la acción exterior catalana», dejó claro para reafirmar la estrategia de ERC en el plano internacional. Con esta maniobra, el Ejecutivo de Pere Aragonès simula ahora actuar como un Estado de la mano de una herramienta diplomática propia, que lanza desde una administración autonómica que tiene hasta 20 «embajadas».

Para acceder a este nuevo cuerpo de acción exterior, será necesario realizar unas pruebas específicas y no genéricas como hasta ahora. Por tanto, esta nueva categoría de trabajadores públicos dentro de la Generalitat facilitará la incorporación de personal experto en materia internacional. Los distintos departamentos del Govern podrán contar con personal adscrito al cuerpo de Acción Exterior y Unión Europea.

Según la consejera Serret, este cuerpo «permitirá mejorar la interlocución y las relaciones» con las contrapartes del Govern, así como la coordinación en materia de acción exterior del Ejecutivo catalán.

El calendario que maneja el gabinete de Aragonès es el siguiente: la consejera y su equipo presentarán en 15 días –en plena campaña electoral– la memoria preliminar aprobada por el Ejecutivo. Luego, empezarán los trabajos sobre un anteproyecto de ley que el Govern quiere tener listo el año que viene, en 2024.«Tenemos 20 delegaciones en el mundo, más que nunca. Y este año el presupuesto más alto de la historia. Ahora vamos a crear el Cuerpo de Acción Exterior especializado en relaciones internacionales. La acción exterior es irrenunciable e imparable», clamó ayer la responsable de Acción Exterior. Una ofensiva que los republicanos han mantenido y acentuado a raíz de su aterrizaje en el Govern y tras la marcha de Junts del Palau de la Generalitat.

De hecho, el Govern de Pere Aragonès prevé invertir este año 105 millones de euros en el departamento de Acción Exterior y Unión Europea, un montante cuantioso, que crece 11 millones respecto al año pasado (un 17% más), sobrepasa «por primera vez» la barrera de los 100 millones y evidencia las preferencias del Ejecutivo de Esquerra pese a su pacto con el PSC.

De estos 105 millones totales, hasta 15 van destinados específicamente a desarrollar y consolidar la veintena de delegaciones catalanas en el exterior –las mencionadas «embajadas»– con la voluntad de hacer «plenamente operativas» las siete –Japón, Andorra, Corea del Sur, Brasil, Senegal, Sudáfrica y la de Cono Sur (Argentina y Chile)– que quedaban para este 2023. La de Andorra, por ejemplo, la inauguró la propia Serret este miércoles. Además, el Govern ha creado en los últimos meses la figura del «enviado territorial (por ejemplo en Irlanda) para dejar clara su ofensiva pese a los sucesivos avisos del Gobierno y del PSC.