Maltrato animal

Liberan a Linito, un mono que llevaba 35 años enjaulado en un piso de Barcelona

La propietaria del animal, una anciana de 94 años, lo tuvo encerrado durante tres décadas en una jaula muy pequeña y sin luz

Linito, un mono capuchino que durante casi 35 años vivió enjaulado en un piso de Barcelona, ha sido rescatado por la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (Faada). Su propietaria, una anciana de 94 años, lo compró hace más de tres décadas por 45.000 pesetas (unos 270 euros) y lo encerró en una jaula muy pequeña y sin acceso a la luz.

Según informó Faada ayer, la primera vez que la entidad tuvo constancia de la situación en la que vivía el animal fue en 2014, momento en el que empezaron a trabajar para ofrecerle una nueva vida, en un entorno adecuado y acompañado de otros individuos de su misma especie.

Las técnicas de la fundación realizaron diversas visitas al domicilio, donde encontraron "muchas y graves irregularidades a nivel de bienestar". Linito vivía solo, en una jaula de 2x1x1 metros, ubicada en el comedor del piso, que en la mayoría de las ocasiones "estaba sucia" y sin zona exterior.

Su dueña, según ha asegurado Faada, reconoció que desde 2014 el mono jamás había salido de dicha jaula y que, por lo tanto "vivía condenado a no poder correr, saltar, desplazarse e interactuar con otros animales, algo fundamental para una especie social".

"Su dieta, además, era inadecuada y muy poco variada. Por todo esto, junto a la falta de luz natural, mostraba un aspecto físico muy deteriorado", ha agregado la organización animalista.

Durante todo este tiempo, Faada intentó conseguir la cesión del animal, pero su dueña no estaba dispuesta a ello, por lo que decidieron interponer numerosas denuncias. No fue hasta enero de 2024, con la entrada en vigor de la Ley de Protección de los Derechos y el Bienestar de los animales, cuando una nueva denuncia de Faada, señalando que dicha ley prohíbe la posesión de primates en todo el territorio nacional, obligó a la administración a tomar medidas.

Finalmente, este miércoles se logró la entrega de Linito, quien ya ha sido trasladado a la Fundació MONA (especializada en primates maltratados), donde pasará por una primera etapa de rehabilitación para luego ser transferido a otro centro donde pueda interactuar con otros individuos de su especie.

Además, también se ha conseguido el decomiso de una perra que la dueña del mono capuchino había adquirido recientemente y que nunca salía a la calle.