Urbanismo

Las supermanzanas reducirían un 13% las visitas de salud mental y el consumo de antidepresivos

La implementación del plan de Ejes verdes en toda la ciudad de Barcelona mejoraría de forma significativa la salud mental de sus habitantes, lo que se traduciría en un ahorro 45 millones de euros anuales

Supermanzana (superilla) de Sant Antoni en Barcelona
La supermanzana de Sant Antoni es una de las acciones que ya se han llevado a cabo en Barcelona en el marco del proyecto Ejes verdes Ayuntamiento de Barcelona

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 23% de nuestra salud viene determinada por el entorno en el que vivimos y, en este sentido, existe suficiente evidencia científica como para asegurar que los espacios verdes son beneficiosos para la salud y, especialmente, para la salud mental.

El que éstos contribuyen a mitigar los efectos de la contaminación atmosférica y acústica, así como a suavizar las altas temperaturas y reducir el estrés y favorecen los procesos de restauración en el cuerpo, a la vez que se asocian a una mayor práctica de la actividad física e interacción social, son algunos de los argumentos que justifican que la OMS recomiende el disponer de, como mínimo, un espacio verde de al menos 500 metros cuadrados a no más de 300 metros de casa.

En esta línea, cabe señalar que, a día de hoy, Barcelona solo tiene un 11% de su superficie ocupada por espacio verde y de éste, el 60% se concentra en Collserola. Así, por ejemplo, en el Ensanche, el espacio verde solo representa el 6,5%, cuando éste debería ser de al menos el 25% para poder cumplir con la recomendación de la OMS. En resumen, en la Ciudad Condal, solo el 20% de la población cuenta con el acceso a espacios verdes aconsejado por la organización mundial, lo que pone de manifiesto que aún queda mucho camino por recorrer en lo relativo al reverdecimiento urbano de Barcelona.

Los beneficios de las supermanzanas

En este sentido, el gobierno municipal ha desarrollado un plan de Ejes Verdes para aumentar este tipo de superficies en la ciudad, que se está implementando de forma localizada, sobre todo por el centro, en el marco del proyecto de las supermanzanas y que consiste en la trasformación de una de cada tres calles en corredores verdes. En este contexto, investigadores del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación "la Caixa", han llevado a cabo un estudio para valorar el impacto en la salud del aumento de los espacios verdes en la ciudad que contempla el plan de Ejes Verdes para concluir que la implementación total de este proyecto supondría una "reducción considerable" de los problemas de salud mental de la población adulta y, por lo tanto, de los costes asociados a los mismos.

Más concretamente, este trabajo, cuyas conclusiones se han publicado en la revista Environment International, apunta que, con la ejecución total del proyecto, se lograría un aumento del 5,67% de la superficie verde de Barcelona, sobre todo en zonas residenciales, un incremento que permitiría prevenir anualmente un 14% de los casos de mala salud mental autopercibida, un 13% de las visitas a profesionales de la salud mental, un 8% del consumo de tranquilizantes y ansiolíticos y un 13% del uso de antidepresivos. Todo ello, además, tendría su repercusión en lo que se refiere a los costes directos e indirectos de la salud mental, puesto que se traduciría en una ahorro de 45 millones de euros.

Y si bien esta investigación se ha desarrollado en relación a la realidad de Barcelona y el impacto del plan de Ejes verdes sobre la ciudad, según los autores de la misma, "los resultados no son exclusivos" de la Ciudad Condal, sino que "pueden aplicarse a todas las ciudades", indica Carolyn Daher, coordinadora de la Iniciativa de Planificación Urbana, Medio Ambiente y Salud de ISGlobal, quien concluye que "está claro que el modelo urbano tiene una influencia en nuestra salud mental y, en este sentido, el verde es una gran aliado en lo que se refiere al fomento de la salud pública".

En cualquier caso, apunta Daher, "cuando hablamos de la verdificación como intervención en salud pública no estamos hablando de grandes parques en la periferia de las ciudades, sino de una correcta distribución del verde por toda la ciudad y en el entorno en el que vivimos". "Se trata de un verde de proximidad", señala la investigadora.