Infecciones
Validan una nueva estrategia para combatir la bacteria resistente a los fármacos más habitual
La combinación de la molécula apotransferrina con antibióticos ya existentes mejora la eficacia del tratamiento contra la Pseudomonas aeruginosa, una de las más frecuentes en los hospitales
El uso poco racional, inadecuado y frecuentemente abusivo de antibióticos genera la resistencia de las bacterias causantes de infecciones a estos fármacos. De hecho, éste es a día de un hoy un problema grave, en aumento y una amenaza a la salud pública.
Antes esta importante limitación a la hora de abordar las infecciones bacterianas, investigadores del Hospital de Mar y de su centro de investigación, con la colaboración del Hospital Son Espases, del Laboratorio de Referencia de Cataluña y de investigadores del área de Enfermedades infecciosas del CIBER,
pusieron en marcha un estudio in vitro focalizado en tratar de hallar nuevas herramientas con las que hacer frente a estas bacterias resistentes a los antibióticos.
Concretamente, se centraron en la Pseudomonas aeruginosa, "una bacteria multirresistente muy de infección intrahospitalaria", indica la doctora Milagros Montero, jefa de la Sección del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital del Mar e investigadora del Instituto de Investigación del Hospital del Mar y del CIBERINFEC.
Al respecto, Montero cometa que existen pocas opciones para hacer frente a las infecciones causadas por estas bacterias, porque "adquieren la capacidad de hacerse resistentes a los antibióticos muy fácilmente". De hecho, "ya se ha visto que en incluso con fármacos de relativamente reciente comercialización, es decir menos de 10 años, ya hay un 30% de infecciones por Pseudomonas aeruginosa que han generado resistencia al tratamiento con estos antibióticos".
Un efecto sinérgico
En este contexto, en el marco de este trabajo, se ha probado la eficacia de una combinación de un antibiótico relativamente nuevo que se sabe que es eficaz, como es el ceftolozano/tazobactam, con una molécula, que no es antibiótico, la apotransferrina, y los investigadores han podido comprobar que esta estrategia mejora los resultados.
Tal y como señala Montero, "la bacteria necesita hierro para crecer y reproducirse y, cuando compite con esta molécula, ésta última le quita hierro y, de esta manera, el crecimiento de la bacteria se ve limitado y se cura la infección". Por contra, el uso aislado de la apotransferrina no es útil para reducir las concentraciones bacterianas, tal y como se ha puesto también de manifiesto en este trabajo.
Es decir, ambos fármacos "suman su efecto, generando una sinergia" y ello permite tratar con buenos resultados infecciones por bacterias resistentes frente a las que no se logra respuesta con el tratamiento habitual con antiobiótico.
Es algo similar a lo que ocurre en el contexto del tratamiento de las infecciones por cándida, donde la molécula debilita la pared del hongo, favoreciendo así la actuación del antifúngico.
Los resultados de este estudio, que se han publicado en la revista International Journal of Antimicrobial Agents, "son una luz en el camino de buscar opciones no antibióticas para tratar infecciones, que a día de hoy se cree que es la estrategia más eficaz para hacer frente a la resistencia bacteriana", indica Montero, quien sin embargo recuerda que esta investigación se ha llevado a cabo in vitro, de manera que el siguiente paso sería confirmar los resultados en un ensayo con modelos in vivo, ya sea de animales como de seres humanos.
En cualquier caso, cabe señalar que "la apotransferrina se utiliza ya en experimentación en pacientes con enfermedades de la sangre y se ha comprobado que esta molécula es segura y no produce efectos adversos", recuerda la investigadora, quien destaca la "importancia de hacer un uso racional de los antibiótico para evitar el surgimiento de resistencia a los mismos"