Psicología y psiquiatría
Vall Hebron pone en marcha primera planta de hospitalización en el ámbito de la salud mental infantojuvenil de Barcelona
Este equipamiento ha permitido reducir la lista de espera de pacientes infantiles y juveniles que requerían de ingreso por un trastorno mental de las 15 o 20 personas a cero
Vall d'Hebron ha inaugurado su planta de hospitalización de salud mental infantojuvenil, que en realidad se puso en marcha en el mes de abril para convertirse así en la primera unidad de estas características de la ciudad de Barcelona. Hasta el momento, aquellos niños y adolescentes que requerían de un ingreso en el área de salud mental debido a la intensidad de su trastorno eran hospitalizados en Sant Joan de Déu (Esplugues del Llobregat) o en las Germanes Hospitalaries (Martorell), sin embargo, ahora esta nueva planta ofrece cobertura al Área de Salud de Barceloba Norte, con una población de referencia de 80.000 niños y adolescentes.
Al respecto, durante su presentación, el conseller de Salud, Manel Balcells, admitía que este nuevo equipamiento, que ha sido financiado con fondos públicos y ha tenido un coste de 1.600.000 euros, "era un deber pendiente, porque, siendo Vall d'Hebron un hospital de tercer nivel, el no tener una unidad de estas características generaba una serie de disfunciones en el sentido de continuidad asistencial en el territorio, pero además también es una apuesta por la salud mental infantojuvenil". "Con esta nueva planta se incrementan los recursos" y ello se ha traducido en la total desaparición de las listas de espera. "La lista de espera en Barcelona para un ingreso hospitalario en el ámbito de la salud mental infantojuvenil era de entre 10 y 15 personas y, con la puesta en marcha de la nueva planta y otros recursos, desde el 12 de abril no ha habido ningún día una falta de camas de hospitalización de agudos en infantojuvenil", aseguró al respecto el doctor Josep Antonio Ramos Quiroga, jefe del Servicio de Psiquiatría de Vall d'Hebron.
Recurso muy necesario
Este dato hay que contextualizarlo además en unos "años de gran vulnerabilidad entre esta población", indicó Albert Salazar, gerente del hospital, y es que la salud mental de los niños y adolescentes ha empeorado significativamente en los últimos años. Al respecto, cabe destacar, por un lado, que la mayor parte de los trastornos debutan en la adolescencia y, por el otro, que las conductas autolesivas y las tentativas de suicidio, que son el motivo de la mayor parte de los casos que se atienden en la nueva planta, siguen una tendencia al alza. De hecho, entre 2015 y 2017, las autolesiones representaban el 24% de los ingresos atendidos en las urgencias de psiquiatría pediátrica, mientras que en el periodo que trascurre entre 2017 y 2021 su representatividad se incrementó hasta alcanzar el 70% y en la actualidad rozan el 75%.
Además, cabe señalar además que la nueva planta ofrece cobertura al Área Integral de Salud Mental de Barcelona Norte, que abarca los distritos de Nou Barris, Sant Andreu y Horta-Guinardó, entre los que se encuentran 12 de los 18 barrios con indicadores socioeconómicos más desfavorecidos.
Un espacio muy estudiado
Este nuevo equipamiento, que ocupa una superficie de 500 metros cuadrados y se encuentra ubicado en la tercera planta del Hospital Infantil, ha sido diseñado enfatizando la vertiente más humana del mismo, garantizando el mayor confort de los pacientes, que han participado en su diseño, y favoreciendo su recuperación, ya que como indicó el doctor Ramos Quiroga, "el objetivo es promover estancias lo más cortas posibles".
En este sentido, la planta cuenta con 8 camas de hospitalización, cuatro de ellas en habitaciones individuales, así como cinco plazas en el Hospital de Día, que funciona como apoyo de los Centros de Salud Mental Infantil y Juvenil del territorio. En su diseño se ha "elegido todo minuciosamente para preservar la seguridad de los pacientes y crear un ambiente que transmita calma", comentó Merche Rodríguez, supervisora de enfermería del Servicio de Psiquiatría, quien al respecto hizo referencia al uso de una gama cromática cálida, a la utilización de la madera, a su gran luminosidad... y a la adecuación de un espacio novedoso bautizado con el nombre de Espacio Azul. Se trata de una sala con un vinilo en el techo que simula un cielo azul y las paredes revestidas de un material blando para evitar lesiones, a la cual el paciente puede acceder en busca de calma y relajación cuando se siente agobiado o requiere de una reducción de estímulos ambientales
Además, se ha recurrido a la tecnología para dar forma al segundo espacio novedoso con el que cuenta esta nueva planta, la zona de distensión emocional, que dispone de un proyector de 360º para audiovisuales con realidad virtual inmersiva. "Son sesiones terapéuticas en las que la paciente puede sentirse en un océano nadando con delfines", explicó Rodríguez, quien hizo hincapié en la idea de "tratar de sacar al paciente del despacho para hacer una sesión lúdica".
En definitiva, desde su puesta en marcha el pasado 12 de abril, en la nueva planta de hospitalización del Área de Salud Mental para la Infancia y la Adolescencia de Vall d'Hebron han ingresado 41 personas, la menor de las cuales tiene 9 años, mientras que 249 han visitado las urgencias, entre el que el más benjamín fue un paciente de 4 años. Los principales motivos de hospitalización son las conductas autolesivas y las tentativas de suicidio, aunque, como explicó el doctor Ramos Quiroga, no son los únicos trastornos que están detrás de un ingreso.
"Siempre priorizamos un tratamiento ambulatorio, de manera que la hospitalización es el último recurso y solo tiene lugar cuando la cosa es muy crítica, es decir en casos de tal intensidad y gravedad que no se pueden manejar de otra manera y en los que no es posible llevar a cabo un trabajo comunitario", aclaró el doctor, quien, entre los diagnósticos de los pacientes ingresados en la nueva planta destacó, al margen de la ideación suicida y las conductas autolesivas, aquellas "alteraciones de la conducta muy intensas que pueden poner en riesgo la vida del paciente y de su entorno".
Una planta diferente
Por último, Ramos Quiroga indicó que el perfil del paciente que ingresa en este nuevo equipamiento es el de un chica de entre 14 y 15 años, que permanece una media de dos semanas hospitalizada, aunque es cierto que en función de la intensidad y gravedad del caso, la estancia se puede prolongar hasta el mes, como es el caso de Claudia, que fue la primera paciente de la nueva planta e ingresó por un depresión mayor. Ella, con 17 años, ya estuvo hospitalzada con anterioridad en unidades de las mismas características, sin embargo, destacó durante la presentación de la nueva planta de Vall d'Hebron, que ésta "es diferente". "Las anteriores estaban especializadas en patologías muy concretas, como el Trastorno de la Conducta Alimentaria, y no se centraban tanto en otras como la depresión o la ansiedad", explicó para a continuación hacer hincapié en que "siempre he recaído pero ahora, con este ingreso, ha sido cuando me he dado cuenta que podía mejorar",
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