Ciencia
Así es el sorprendente cerebro de las abejas
Algunos animales cuentan con habilidades realmente sorprendentes para el ser humano
Temidas en verano debido a sus picaduras las abejas son uno de los insectos que más pánico causan en las personas. Algunos, incluso, pueden sufrir graves problemas de salud al recibir un ataque de este animal debido a algunas alergias aunque para la mayoría de la población sus efectos apenas duran unas horas.
Pese a ello, la abeja resulta un animal fascinante cuyo cerebro todavía no ha conseguido ser descifrado por completo por la ciencia. Así, este insecto forma uno de los sistemas más complejos de convivencia que existen sobre la Tierra aunque en los últimos años su población ha menguado de forma considerable.
Además, con una estructura organizativa digna de los mejores ingenieros del planeta, este animal cumple una función esencial para la vida en todo el planeta. Gracias a la polinización de las plantas llevada a cabo por el insecto resulta un activo fundamental para que estas se reproduzcan con todos los beneficios que ello conlleva.
La importancia de las abejas es tal que, cuenta la leyenda, Albert Einstein llegó a afirmar que sin ellas la vida en el planeta sería de cuatro años. Cierta o no la sentencia, los investigadores destacan que las abejas son parte esencial para la vida gracias a que al día llegan a visitar más del 2.000 flores, algo que resulta fundamental en ciertos aspectos.
Así las cosas, tras años de constante evolución y adaptación de los animales en el planeta las abejas, además, han conseguido desarrollar algunas aptitudes realmente fascinantes. cabe destacar, además, que existen más de 20.000 especies de abejas distintas en todo el mundo, el doble que de pájaros, y que cada una cuenta con un cerebro distinto aunque con similitudes.
Dormir para recordad. Esta es la primera de múltiples aptitudes fascinantes de las que las abejas gozan. Según distintos estudios, incluso, las abejas son capaces de relacionar ciertos colores con estímulos como una recompensa de azúcar para así evitar una noche sin dormir.
Además, el insecto no solamente es capaz de aprender por ensayo y error también se fija en aquello que hacen otras compañeras para no cometer errores. Así, la colmena se vuelve más eficiente con el paso de los años sin perder un número destacado de efectivos.
Otro sorprendente hallazgo en los últimos años es la capacidad de las abejas de sentir algo parecido al optimismo. Así, a la hora de tomar decisiones pueden llegar a valorar aquellas más arriesgadas para acabar ejecutando una tarea que les reporte mayores beneficios tanto a ella como la comunidad.
Por último, cabe destacar que aquellas con un cerebro de mayor tamaño son capaces de sobrevivir en ambientes dominados por seres humanos. Pese a que en el mundo animal un mayor tamaño de este órgano no va relacionado con una mayor inteligencia sino con la proporción si parece existir esto en el mundo de las abejas.
Por ejemplo, aquellas abejas que han de pensar dónde está una flor específica y memorizar el camino hacia ella necesitan un cerebro mayor que, además, le dota de una mayor supervivencia en el mundo humano.
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