Genética

Ni 'ADN basura' ni un gen inútil: el descubrimiento que revela que sin este antiguo virus la vida es imposible

Restos de antiguos virus que componen hasta el 9 % de nuestro genoma no son un residuo inútil, sino un componente indispensable para el desarrollo del embrión y la supervivencia en las primeras etapas de la vida

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Concepto de virus biología abstracta antecedentes corona virus covid19 bajo el microscopio. Concepto de virus biología abstracta antecedentes corona virus covid19 bajo el microscopicoinfección pandémica por coronavirus chinoDreamstime

Una parte fundamental de lo que nos define como seres humanos se la debemos, paradójicamente, a antiguos virus que infectaron a nuestros ancestros más remotos. Lejos de ser mero desecho genético, ciertos fragmentos de ADN viral incrustados en nuestro genoma han demostrado ser imprescindibles para las primerísimas y más delicadas etapas del desarrollo embrionario. Se trata de una herencia inesperada que redefine la frontera entre lo propio y lo ajeno en nuestro código genético.

De hecho, hasta un 9 % de nuestro ADN está compuesto por estos restos de retrovirus endógenos, vestigios de infecciones ocurridas hace millones de años que, con el tiempo, se integraron de manera permanente en nuestro genoma, pasando de generación en generación. Un vasto archivo biológico que durante mucho tiempo fue considerado simple "ADN basura" sin una función aparente, pero que ahora se revela como un componente activo y esencial de nuestra biología. Esta capacidad de nuestro genoma para guardar información a lo largo de milenios es también la que permite a los científicos, por ejemplo, desvelar los secretos genéticos de los antiguos egipcios a partir de sus restos.

En este sentido, un grupo concreto de estos genes virales, conocido como LTR5Hs, apareció en el linaje de los homínidos hace aproximadamente cinco millones de años. Lo más notable es que muchas de estas inserciones genéticas son exclusivas de nuestra especie, lo que sugiere que han jugado un papel crucial en la evolución que nos diferenció de otros primates, una revelación publicada en ScienceAlert que redefine nuestra comprensión del genoma.

El interruptor genético de origen viral que da paso a la vida

Para comprobar esta hipótesis, un equipo de científicos llevó a cabo un experimento con un modelo de embrión humano en el laboratorio. Al desactivar de forma selectiva los genes LTR5Hs, el resultado fue demoledor: el embrión era incapaz de seguir adelante y se desorganizaba por completo, abocándolo al fracaso. La ausencia de estas secuencias de origen viral impedía la correcta formación del epiblasto, la capa intermedia del embrión que resulta vital para la posterior creación de todos los tejidos y órganos del futuro ser.

Asimismo, la investigación logró desvelar el mecanismo molecular que explica esta asombrosa dependencia. Estos antiguos genes virales no actúan solos, sino que funcionan como un potente amplificador genético para otro gen genuinamente humano, el ZNF729. Al potenciar su expresión, se garantiza que las células madre embrionarias puedan multiplicarse adecuadamente y, lo que es más importante, que mantengan su identidad pluripotente, una cualidad esencial para que el complejo proceso de la vida pueda abrirse camino.

En definitiva, este hallazgo transforma la visión que teníamos de nuestro propio ADN. Aquello que un día fue un invasor hostil, un virus que amenazaba la supervivencia, es hoy un arquitecto indispensable de la vida, una pieza clave integrada en nuestro manual de instrucciones genético. La evolución, una vez más, demuestra su capacidad para reciclar y dar nuevos propósitos a las herramientas más inesperadas.