Astronomía

Astrónomos descubren qué es lo que está alimentando a las estrellas gigantes en secreto

Astrónomos que operan el telescopio ALMA en Chile han desvelado cómo las estrellas de gran masa alcanzan su tamaño, al identificar flujos de gas que actúan como autopistas interestelares para canalizar materia a las estrellas jóvenes

Imagen artística de GRB 221009A mostrando los chorros relativistas estrechos y los restos de la supernova. Usando el Telescopio Espacial James Webb, Peter Blanchard y su equipo confirmaron que el GRB fue causado por el colapso de una estrella masiva en una región de formación estelar densa.
Imagen artística de GRB 221009A mostrando los chorros relativistas estrechos y los restos de la supernova. Usando el Telescopio Espacial James Webb, Peter Blanchard y su equipo confirmaron que el GRB fue causado por el colapso de una estrella masiva en una región de formación estelar densa. Aaron M. Geller / Northwestern / CIERA / IT Research Computing and Data ServicesEurekalert

La formación de las estrellas más masivas del cosmos, aquellas que superan ocho veces la masa de nuestro Sol, siempre ha representado un desafío para la astrofísica. Estos gigantes celestes se desarrollan con una rapidez asombrosa, liberando potentes vientos estelares y una radiación que, en teoría, debería dispersar el material circundante, impidiendo así que alcancen tamaños tan colosales. Este enigma ha intrigado a los científicos durante décadas.

Sin embargo, un reciente descubrimiento ofrece una pista de calado para resolver esta paradoja cósmica. Astrónomos han revelado la existencia de vastas "corrientes cósmicas" de gas, a las que se ha bautizado como "autopistas interestelares", capaces de canalizar material directamente hacia estas jóvenes y masivas estrellas. Este hallazgo redefine nuestra comprensión sobre cómo estos astros consiguen acumular tanta materia.

Durante años, la comunidad científica había asumido que los discos de acreción eran las principales estructuras que suministraban el material esencial para el crecimiento de las estrellas jóvenes. No obstante, una nueva investigación, valiéndose del telescopio ALMA en Chile, ha permitido una observación de un detalle inaudito en las regiones de formación estelar, poniendo en entredicho esta hipótesis predominante.

Autopistas estelares desafían las teorías clásicas de formación

El estudio, titulado "Massive extended streamers feed high-mass young stars", fue publicado el pasado 20 de agosto de 2025 en la prestigiosa revista Science Advances. Según las observaciones del equipo, según apuntan desde Scitechdaily, se detectó que alrededor de la estrella masiva en cuestión no existía un disco de acreción prominente, o bien este era considerablemente pequeño, contrariamente a lo que se esperaba. Este hecho representó un punto de inflexión en la investigación.

Asimismo, el equipo de astrónomos pudo observar de forma directa cómo esta joven estrella estaba siendo alimentada por un mínimo de dos corrientes cósmicas distintas. Una de estas corrientes se conectaba de manera directa con la región central del astro, evidenciando un mecanismo de suministro de material mucho más directo de lo que se había teorizado hasta la fecha. Es un comportamiento que recuerda a auténticas arterias cósmicas.

Estos resultados, de calado para la astrofísica, sugieren que las corrientes cósmicas poseen la capacidad de trasladar ingentes volúmenes de gas hacia las regiones de formación estelar. Esto ocurre de manera independiente a la presencia de un disco de acreción de tamaño considerable y, lo que es más notable, a pesar de la retroalimentación energética que emite la estrella central. Este proceso permite a los astros de gran masa seguir acumulando material a pesar de sus propios vientos.

En definitiva, este descubrimiento de las corrientes cósmicas como mecanismo principal de alimentación supone un cambio de paradigma notable en nuestra comprensión de la formación estelar masiva. Redefine cómo nacen los gigantes del universo y subraya el poder de la observación astronómica moderna para desvelar procesos que antes eran insospechados, abriendo nuevas vías para la investigación futura en la astrofísica.