Innovación

Científicos desarrollan un dispositivo impreso en 3D que elimina la necesidad de utilizar animales en ensayos

Este chip es una herramienta eficaz para estudiar cómo un nuevo fármaco puede afectar a todo el cuerpo del paciente y para explorar posibles efectos secundarios

Ratón de laboratorio
Ratón de laboratorio Canva

Científicos de la Universidad de Edimburgo han logrado un hito significativo en la investigación farmacéutica con el desarrollo de un dispositivo innovador impreso en 3D, conocido como "cuerpo-en-un-chip". Este avance promete revolucionar la forma en que se prueban los medicamentos, eliminando la necesidad de utilizar animales vivos en ensayos y ofreciendo una visión precisa de cómo los fármacos interactúan con el cuerpo humano.

El dispositivo "cuerpo-en-un-chip" consta de cinco compartimentos que reproducen fielmente los órganos humanos clave: corazón, pulmones, riñones, hígado y cerebro. Estos compartimentos están interconectados por canales que imitan el sistema circulatorio humano, permitiendo a los científicos simular cómo los medicamentos fluyen a través del cuerpo. La tecnología utiliza la tomografía por emisión de positrones (PET) para generar imágenes detalladas, ofreciendo una visión sin precedentes de lo que sucede dentro de los órganos simulados.

El objetivo primordial de esta innovación es reducir la dependencia de los ensayos en animales en las primeras etapas del desarrollo de medicamentos. Anualmente, se emplean miles de animales para estos fines, y muchos fármacos que han demostrado ser efectivos en animales no han demostrado beneficios clínicos en humanos. Además de abordar cuestiones éticas, el "cuerpo-en-un-chip" tiene el potencial de disminuir los costos y el tiempo asociados con la investigación farmacéutica que involucra animales.

Este dispositivo emergente se presenta como una herramienta eficaz para estudiar cómo un nuevo fármaco puede afectar a todo el cuerpo del paciente y para explorar posibles efectos secundarios, ya sean beneficiosos o perjudiciales. La tecnología podría acelerar significativamente el proceso de desarrollo de medicamentos, mejorar la comprensión de los efectos sistémicos de las enfermedades humanas y allanar el camino hacia tratamientos más efectivos y personalizados en el futuro.

Con el "cuerpo-en-un-chip", la investigación farmacéutica da un salto hacia adelante, promoviendo avances más éticos, eficientes y orientados a resultados concretos. Este logro no solo transforma la manera en que evaluamos los medicamentos, sino que también abre nuevas posibilidades para el desarrollo de terapias más seguras y efectivas para diversas enfermedades.