Oncología

Descubren una proteína clave en la metástasis de cáncer

Los resultados de un estudio reciente “son un primer paso convincente hacia el desarrollo de un tratamiento temprano para prevenir el desarrollo de metástasis”, señalan los autores.

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Células de cáncer de mama con la proteína SMYD2 activa (On) y desactivada (Off).Casanova & al.Casanova & al.

La mayoría de la mortalidad relacionada con el cáncer es a causa de la metástasis de las células tumorosas originales hacia sitios distantes del tumor inicial o primario. La metástasis, básicamente, es un proceso por el cual las células cancerosas migran a través del cuerpo. Un proceso muy vinculado a las proteínas de nuestro cuerpo.

Cuando las células cancerosas se desprenden del tumor original, viajan por el cuerpo a través de la sangre o el sistema linfático y forman un tumor nuevo en otros órganos o tejidos. El nuevo tumor metastásico es el mismo tipo de cáncer que el tumor primario. Por ejemplo, si el cáncer de mama se disemina al pulmón, las células cancerosas del pulmón son células de cáncer de mama, no son células de cáncer de pulmón.

Para que las células tumorales puedan moverse a través del cuerpo, estas deben treparse sobre o alrededor de las células adyacentes. Para hacer esto modifican su estructura por medio de proteínas. Estas contienen enzimas conocidas como metaloproteasa de la matriz (matrix metalloproteases o MMP por sus siglas en inglés). Estas enzimas actúan como tijeras moleculares para cortar a través de las proteínas que evitan que las células cancerosas se desplacen hacia otros órganos o tejidos.

Una vez en el torrente sanguíneo, las células flotan a través del sistema circulatorio hasta que encuentran un lugar adecuado para posarse y entrar de nuevo a los tejidos. Entonces, las células pueden empezar a crecer en este lugar nuevo, formando un tumor.

Pese a todas estas estrategias, el proceso de metástasis es muy ineficaz. Si bien millones células se pueden separar de un tumor diariamente, solo una pequeña fracción tiene la habilidad de sobrevivir y formar un nuevo tumor. En un modelo experimental de melanoma metastático, más de un 80% de las células cancerosas inyectadas sobrevivieron en la circulación y salieron a través del hígado. De estas, solo 1 célula de 40 formó micrometástasis en un período de 3 días, y de estas solo 1 célula de cada 100 formó macrometástasis. Nuevamente, la clave está en las proteínas que les permiten desplazarse y anclarse a otros órganos o tejidos.

Una de estas proteínas, que se encuentra en abundancia en los cánceres de mama resistentes a los tratamientos convencionales, provoca el desarrollo de metástasis. Dirigirse a esta proteína evitaría la propagación metastásica y, por tanto, aumentaría la supervivencia de los pacientes, según un estudio publicado en Cell Discovery .

Los hallazgos de los autores, liderados por Nicolas Reynoird, señalan que las células malignas se propagan gracias a la proteína SMYD2. Los experimentos in vitro muestran que el desarrollo de estas células y su capacidad para migrar e invadir los tejidos circundantes requiere la presencia y actividad de SMYD2.

El equipo de Reynoird intentó inhibir SMYD2 en ratones con cáncer de mama en etapa primaria. Un análisis comparativo del desarrollo de un cáncer en ratones tratados y no tratados reveló una correlación entre la inhibición de SMYD2 y la ausencia de metástasis.

Estos resultados son un primer paso convincente hacia el desarrollo de un tratamiento temprano para prevenir el desarrollo de metástasis en el cáncer de mama. Un tratamiento preventivo de este tipo daría al equipo médico más tiempo para identificar e implementar una terapia eficaz para tratar el tumor primario o encontrar una alternativa para los tumores refractarios, señala el estudio.