Entrevista

Eduardo López-Collazo: «La metástasis del cáncer de mama ocurre por un caballo de Troya»

Eduardo López-Collazo, director científico del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Universitario La Paz (IdiPAZ), explica que cuando hay un tumor las células antidisturbios acuden a eliminarlo, pero puede suceder que se dé una célula de apariencia amable con información tumoral que escape de esta barrera

Eduardo López-Collazo, director científico del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Universitario La Paz (IdiPAZ)
Eduardo López-Collazo, director científico del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Universitario La Paz (IdiPAZ)larazon

Es de los pocos investigadores que logra que parezca fácil y comprensible lo difícil. No importa si se le entrevista sobre cáncer, sepsis o Covid-19. Eduardo López-Collazo está centrado en escudriñar los secretos de la inmunología, sobre todo los mecanismos que rigen la metástasis, una labor que lleva a cabo en el Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Universitario La Paz que dirige.

Hace unos años, un grupo de científicos de La Paz, liderado por usted, identificó una molécula, IRAK-M, que promueve la expansión del cáncer. ¿Se podría eliminar esta molécula?

Fue en 2005, logramos identificar un mecanismo por el cual el sistema inmunológico se quedaba tolerante respecto al cáncer. Esta investigación básica continuó y nos dio pistas para estar donde estamos hoy, que es buscar una explicación para la metástasis, la causa del 90% de las muertes por los 200 tipos de enfermedades que es el cáncer.

¿Qué están investigando en este momento sobre el cáncer?

Fundamentalmente nos estamos centrando en la metástasis, que tiene en la actualidad una explicación rocambolesca: cuando las células tumorales se desprenden del sitio original del cáncer primario viajan por todo el torrente sanguíneo para colonizar nuevos focos contra los cuales no tenemos absolutamente nada. Esta teoría hace aguas porque a las células cancerígenas se les da una cualidad que no tienen como es la de migrar libremente, ya que lo que hacen es diferenciarse y difícil es que se muevan. Además, teniendo en cuenta esta teoría, no se ha llegado a ningún tratamiento.

Por tanto, hay algo en la base que está mal. A partir del año 2005 y de esa investigación empezamos a calibrar otra teoría: cuando hay un tumor las células antidisturbios del sistema inmunológico acuden a eliminarlo. Pero en esa lucha, que muchas veces gana el sistema inmune, puede suceder que ocurra una fusión entre la célula tumoral y el sistema inmune, creándose un caballo de Troya que en este caso sería una célula de apariencia amable con información tumoral. Ese híbrido puede viajar porque las células del sistema inmune saben viajar y colonizar evadiendo el sistema inmune, ya que estas células le verán como un aliado.

En el año 2020 demostramos que esto ocurre así en el cáncer de pulmón. Pero estábamos en pandemia y nadie hizo caso a esta investigación. Este año publicamos lo mismo en cáncer de colon y esperamos publicar lo mismo este año sobre cáncer de mama, lo que demuestra que este mecanismo de metástasis ocurre en cáncer de mama.

En cuanto al cáncer de mama, los avances científicos han permitido que la supervivencia haya mejorado, no así en el caso del cáncer de mama metastásico. ¿Qué falla?

Pese a ser el cáncer que más prevención tiene, se suele diagnosticar en estadios tempranos, existe el cáncer de mama metastásico y su supervivencia a cinco años para el estadio 4 es del 22%. No tiene cura y no decimos que nuestra investigación sea la panacea, pero sí es una nueva diana para prevenir o curar la metástasis. Si realmente es así, primero podríamos saber precozmente que una persona va a tener metástasis al detectar estas células híbridas con análisis de sangre complejo. Y después atacarlas. No creo que sea Ciencia Ficción porque ya tenemos datos publicados en dos enfermedades y ahora lo publicaremos sobre cáncer de mama; es cuestión de tiempo y dinero.

¿La inmunoterapia es realmente la clave en la cura contra el cáncer?

Es el presente y el futuro porque lo que se hace es tratar de reactivar las defensas contra el cáncer. El cáncer no tendría por qué ocurrir. Si se logran activar las defensas, el cáncer tendría los días contados. Los tumores intentan comunicarse con las células antidisturbios del sistema inmunológico y la inmunoterapia rompe esta comunicación, pero hay muchos tipos de comunicación y quedan muchas otras por descubrir. Que la inmunoterapia no funcione en un tipo de cáncer no quiere decir que no vaya a funcionar, sino que será otro tipo de inmunoterapia.

¿El parón de la covid qué ha supuesto para la investigación contra el cáncer?

Ha supuesto varias cosas malas y alguna buena en investigación. Malas, el diagnóstico precoz se ha dificultado bastante por el cierre de plantas y programas de diagnóstico precoz, y hay que acelerarlo de nuevo para volver a los niveles que estábamos en 2019. Además, se cerraron laboratorios y otros como el mío, que tenía programas dedicados a la metástasis, se centraron en covid, como era lógico, pero esto ha frenado la investigación, casi dos años perdidos. Pero estamos recuperándolo poco a poco. También se ha visto afectada la financiación de proyectos contra el cáncer, porque muchos fondos se fueron a la covid como era lógico. En cuanto a las cosas buenas, toda investigación suele tener más de una aplicación. Y la aceleración del desarrollo de vacunas de ARN mensajero (ARNm) tendrá repercusión en la prevención y curación de algún tipo de cáncer.

¿Se atreve a predecir en cuánto tiempo se podrían recuperar los años perdidos en investigación contra el cáncer?

Según el dinero y los recursos que nos dediquen. Es impredecible, puede venir otra epidemia, está llegando ahora una guerra que tiene pinta de poder ser nuclear... dar una predicción es pillarse los dedos. El mundo está bastante convulso. Estos nuevos años 20 no están siendo tan divertidos como los anteriores.