
Envejecimiento
Este es el sencillo ejercicio que tienes que hacer para saber la edad de tu cuerpo
Mide nuestra fuerza y nuestro equilibrio al mismo tiempo, métricas que disminuyen drásticamente a partir de los 50 años.

A mediados del año pasado, un estudio publicado en Nature Aging, descubrió lo que podríamos señalar como la cascada del envejecimiento. Analizó cientos de proteínas y metabolitos en personas de distintas edades y descubrió que, cuando se juntan todos los datos, se producen grandes cambios en la química corporal con el tiempo, y esos cambios alcanzan su punto máximo a los 44 y 60 años. Solo hay un problema: saberlo es una cosa, evitarlo o al menos demorarlo, otra completamente distinta. La clave es detectarlos cuando comienzan.
Y eso es precisamente lo que ha hecho un segundo estudio, publicado en PLOS One, que analizó a 40 personas, la mitad menores de 65 años y la otra mitad mayores de 65, en una variedad de pruebas de fuerza, equilibrio y marcha. Lo importante de este análisis es que, si bien todos sabemos qué características como la fuerza y el equilibrio empeoran con el tiempo, desconocemos cuál comienza primero. Y la medida para detectarlo sin recurrir a estudios de proteínas y metabolitos.
Para ello, existen relaciones entre capacidades físicas y nuestra edad. Por ejemplo, existe una relación entre la fuerza de agarre y la edad: a medida que aumenta la edad, la fuerza de agarre disminuye. De este modo, la fuerza de agarre podría ser una medida de evaluación de edad. No es sencilla y se necesitan dispositivos, pero se puede llevar a cabo. Aunque hay formas más sencillas según el estudio. Y una de ellas es el equilibrio.
Para evaluar esto, los autores, liderados por Kenton Kaufman, hicieron que los participantes se pararan sobre una placa de presión. En primera instancia les pidieron que lo hicieran con los ojos abiertos y luego con los ojos cerrados. Luego midieron cuánto variaba la presión alrededor del centro del individuo en la placa, básicamente cuánto se balanceaba la persona mientras estaba allí de pie.
El balanceo aumentó a medida que aumentaba la edad. Y el balanceo aumentó un poco más con los ojos cerrados que con los ojos abiertos. Pero la correlación más fuerte entre cualquiera de estas métricas y la edad fue simple. ¿Cuánto tiempo puede permanecer de pie sobre una pierna?
Particularmente para la pierna no dominante. De hecho, lo que vio el equipo de Kaufman es que se producía un declive notable en el tiempo de equilibrio alrededor de los 65 años, con personas más jóvenes capaces de hacer 10 segundos con facilidad, y algunas personas mayores apenas pueden llegar a los 2 segundos.
Los autores sostienen que esta es una buena métrica para medir nuestra edad por varios motivos. Por un lado, integra el equilibrio y la fuerza de una manera que las otras pruebas no lo hacen. El equilibrio porque debe mantener el eje sobre una base más pequeña de lo normal y la fuerza porque una sola pierna debe sostener todo el peso del cuerpo. Y eso requiere un buen estado muscular.
Pese a ello, hay que tener en cuenta que se trata de un estudio transversal: se analizó a varias personas de diferentes edades, pero no a las mismas personas a lo largo del tiempo para observar cómo cambiaban estas cosas a medida que envejecían. Por lo tanto, las conclusiones podrían ser distintas. Aun así, para saber nuestra edad corporal y cuándo comenzar a actuar, hacer equilibrio sobre una pierna, resulta ser una medida que la ciencia ha comprobado como efectiva. Y que deberíamos practicar.
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