Cambio climático

Las mariposas catalanas están demasiado calientes para sobrevivir al cambio climático

Un estudio llevado a cabo por la University of Cambridge y el Institut de Biologia Evolutiva de Barcelona ha demostrado que regulan su temperatura más eficientemente que sus contrapartes británicas.

Mariposa de la especie Red Admiral Vanessa atalanta
Mariposa de la especie Red Admiral Vanessa atalantaAndrew BladonUniversity of Cambridge

El aumento de la temperatura media del planeta afecta a todos los seres vivos. La subida de 1, 2, o incluso hasta 4 grados que se plantean para finales de siglo puede tener consecuencias catastróficas en los ecosistemas. En este escenario, se están alcanzando momentos puntuales en los que se superan los mecanismos de refrigeración con los que cuenta el ser humano para disipar las altas temperaturas, como el sudor. Una vez se superan, el cuerpo es incapaz de perder calor suficientemente rápido, por lo que los humanos dependen totalmente de las máquinas para sobrevivir. No todas las personas tienen acceso a estos aparatos, y mucho menos otros animales y plantas con los que convivimos en este planeta.

Los etólogos y conservacionistas llevan décadas advirtiéndonos de las consecuencias del aumento de las temperaturas en los ecosistemas. Cada vez aparecen más estudios de cómo las especies actuales se enfrentan a estos nuevos problemas relacionados con el clima. Entre los más nuevos, se ha publicado recientemente una colaboración entre el Institut de Biologia Evolutiva de Barcelona y la University of Cambridge para tratar de averiguar cómo sufren las mariposas el aumento de las temperaturas.

El efecto (del clima sobre la) mariposa

Las mariposasson ectotérmicas, es decir, dependen del medio para mantener una temperatura interna compatible con la vida. Por tanto, necesitan calor para que su metabolismo se active correctamente y puedan continuar su ciclo vital. Cuando el clima refresca, las mariposas recolectan energía térmica procedente de la luz solar mediante las alas o se mueven a microclimas más cálidos en el entorno hasta que su temperatura interna aumenta. Sin embargo, cuando la temperatura es demasiado elevada, las mariposas también tienen una serie de estrategias para no morir por hipertermia.

Descubrir estas estrategias es necesario para comprender cómo afectará el cambio climático a las distintas especies de mariposa. Por ello, para llevar a cabo el estudio, los investigadores analizaron el comportamiento de 23 especies de mariposas distintas en Cataluña y midieron la temperatura corporal de un total de 787 ejemplares. 10 de esas especies también habitan Reino Unido, por lo que los investigadores pudieron comparar sus resultados con el comportamiento observado en las especies que se encuentran en las islas.

Según explica el Dr. Andrew Blandon, del departamento de zoología de la University of Cambridge, su hipótesis inicial era que las mariposas de la Península Ibérica estarían mejor adaptadas al clima cálido y, analizando este comportamiento, podrían averiguar el destino de las mariposas que habitan Reino Unido. Efectivamente, los investigadores encontraron que las mariposas catalanas tenían mecanismos más efectivos para regular su temperatura. En ambos países, cuando la temperatura sobrepasa los 22 grados Celsius, las mariposas dejan de buscar calor y empiezan a rehuirlo, pero con una estrategia ligeramente distinta.

Persiguiendo mariposas

En el estudio observaron que las alas de las mariposas inglesas tenían un papel fundamental en la regulación de la temperatura, ya que, en este clima más frío, una mayor superficie permite entrar en calor más rápido. Ahora bien, cuando la temperatura aumenta demasiado, las mariposas tienden a buscar microclimas más frescos y quedarse en aquellas zonas hasta que bajan las temperaturas. Por ello, la pérdida de biodiversidad y de espacios naturales puede tener un enorme impacto en las poblaciones de estas mariposas. Por ello, desde las instituciones se han promovido campañas ciudadanas como “No Mowing May”, en las que se incentiva que durante el mes de mayo se dejen de cortar las hierbas ni se poden los árboles para asilvestrar los entornos. De este modo, la vida salvaje tiene acceso a una mayor cantidad de recursos y variedad de hábitat.

En cambio, las mariposas catalanas no dependen tanto de sus alas como las inglesas. Estas mariposas son más eficientes disipando el calor que absorbiéndolo, aunque sean de la misma especie. Por ello, en vez de desplazarse, prefieren emplear mecanismos de evitación del calor cuando la temperatura sobrepasa los 22 grados Celsius. Ahora bien, según las conclusiones del artículo publicado en la revista Journal of Animal Ecology, estos mecanismos podrían no ser suficientes en un futuro cercano. Es decir, muchas especies de mariposas catalanas están en grave riesgo por culpa del cambio climático.

Según sugieren los investigadores, aumentar la diversidad de hábitats podría ser necesario para garantizar la supervivencia de muchas de las especies de mariposa. Por ello, la creación de medidas similares a las inglesas podría proporcionar condiciones más favorables para que las mariposas termorregulen sus cuerpos correctamente.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • La renaturalización de espacios ha sido efectiva para aumentar tanto la biomasa total como la biodiversidad en espacios rurales, semiurbanos y urbanos. Este tipo de medidas permiten sostener una comunidad de plantas, animales y otros organismos más resilientes a los cambios, por lo que pueden amortiguar la crisis climática en ciernes.

Referencias (MLA):