Neurociencia
Los niños con asma tienen más riesgo de desarrollar Alzheimer en la vejez y problemas de memoria en la infancia
Un nuevo estudio vincula el asma con los problemas de memoria, respaldando las investigaciones previas que lo relacionaban con el Alzheimer
Según la Organización Mundial de la Salud, durante 2019 fallecieron 455.000 personas por complicaciones relacionadas con el asma y no debemos perder de vista que ese es el verdadero peligro de la enfermedad. Sin embargo, durante la última década se han publicado estudios relacionando determinadas enfermedades especialmente presentes durante la infancia con complicaciones a largo plazo. Algunas han encontrado cierto vínculo estadístico entre el asma y el riesgo de desarrollar Alzheimer durante la tercera edad y, ahora, un nuevo artículo científico ha encontrado que, tal vez, los achaques en la memoria empiecen mucho antes de la vejez en estos pacientes. Si están en lo cierto, el asma podría afectar a al memoria de los niños y niñas aquejadas con esta enfermedad.
En palabras de Nicholas Christopher-Hayes, primer autor del estudio y candidato a doctorado en psicología en UC Davis: “El asma podría situar a los niños en una trayectoria que aumente su riesgo de desarrollar algo más grave, como la demencia, en la adultez.” En cualquier caso, todavía es pronto para tomar este artículo como una prueba incuestionable de tal vínculo y, hasta donde sabemos, hay otros factores de riesgo más determinantes que este. No obstante, el asma es una enfermedad relativamente prevalente, afectando a más de 260 millones de personas en el mundo, eso es cerca del 3% de los habitantes del planeta. Así pues, cuanto mejor comprendamos esta relación mejor podremos abordar el Alzheimer.
Dos mundos aparentemente separados
La coautora y profesora de psicología de la UC Davis, Simone Ghetti, subraya que “nos estamos dando cuenta cada vez más de que las enfermedades crónicas, no solo el asma sino también la diabetes, las enfermedades cardíacas y otras, pueden poner a los niños en mayor riesgo de dificultades cognitivas […] Necesitamos entender los factores que podrían exacerbar o proteger contra estos riesgos” y, para eso, debemos empezar por la base. ¿Qué sabemos sobre estas enfermedades ahora mismo?
Sobre el asma sabemos bastante. Se trata de una enfermedad inflamatoria crónica de las vías respiratorias. Al inflamarse los conductos se estrechan, obstruyendo el paso de aire produciendo silbidos, opresión en el pecho, tos… De hecho, sabemos incluso que se produce por una mezcla de factores genéticos y ambientales que vuelven muy sensibles a las vías respiratorias ante determinados estímulos, desencadenando inflamación cuando se presenta, por ejemplo, polen, polvo u otros alérgenos capaces de iniciar una reacción inflamatoria.
La enfermedad de Alzheimer, en cambio, es todavía una gran desconocida. Sabemos que es la demencia más frecuente y podemos definirla como una enfermedad neurodegenerativa donde se acumulan en el cerebro unas placas de proteínas llamadas beta-amiloide y otras moléculas conocidas como ovillos neurofibrilares. Según algunos estudios, estos depósitos son los causantes de la enfermedad, pero las investigaciones más recientes no parecen tenerlo tan claro. Quizás, estos acúmulos sean la consecuencia de la enfermedad y no la causa, por lo que también se barajan otros orígenes, algunos de ellos relacionados con la inflamación. Todavía no sabemos si la relación estará mediada por cuestiones inflamatorias, pero es una especulación bastante comedida.
El hipocampo
En este estudio, los investigadores tomaron datos de 2062 niños de entre 9 y 10 años con asma, 473 de los cuales fueron seguidos durante dos años para analizar su desempeño cognitivo en tareas relacionadas con la memoria episódica, que es la que almacena la historia de nuestras vidas, experiencias y emociones. Según Christopher Hayer: “La infancia es un período de mejora rápida en la memoria y, en términos generales, en la cognición. En los niños con asma, esa mejora puede ser más lenta.”
Y, como decíamos, aunque todavía no conocemos el motivo de esta posible relación, sabemos que en investigaciones con roedores se medido cierto efecto de algunos tratamientos para el asma sobre unas estructuras cerebrales muy relacionadas con la memoria episódica: los hipocampos. A priori no hay razón para alarmarse, porque los efectos cognitivos de un tratamiento para el asma en ratones no tienen por qué ser equivalentes al que tienen en humanos. Sin ir más lejos, los perros se pueden intoxicar con la cebolla que tan presente está en nuestra dieta. En cualquier caso, es una línea de investigación interesante para intentar comprender mejor el desarrollo de nuestra memoria, la instauración del Alzheimer y, por supuesto, las consecuencias todavía desconocidas de una enfermedad tan frecuente como es el asma.
QUE NO TE LA CUELEN:
- El estudio ha analizado la memoria episódica, no la relacionada con datos y, por lo tanto, no podemos sacar conclusiones sobre el desempeño académico de los alumnos con asma por el simple hecho de padecerlo.
REFERENCIAS (MLA):
- Ghetti, S., Christopher-Hayes, N., Haynes, S. C., Kenyon, N. J., Schweitzer, J. B., & Merchant, V. (2024). Asthma and memory function in children. JAMA Network Open, 7(11), e242803. https://doi.org/10.1001/jamanetworkopen.2024.42803
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