Ciencia

¿Por qué no se investiga 3I/Atlas desde más cerca? El motivo científico por el que no es posible enviar una sonda

Las imágenes recién tomadas desde las sondas de Marte plantean la duda de por qué no se puede investigar más de cerca el misterioso objeto interestelar

Imagen del cometa interestelar 3I/ATLAS captada por la Cámara de Campo Amplio del Telescopio Espacial Hubble el 21 de julio de 2025. La barra de escala indica segundos de arco, medida angular en el cielo; las flechas señalan norte y este. La luz captada corresponde a longitudes de onda visibles.
Imagen del cometa interestelar 3I/ATLAS captada por la Cámara de Campo Amplio del Telescopio Espacial Hubble el 21 de julio de 2025. La barra de escala indica segundos de arco, medida angular en el cielo; las flechas señalan norte y este. La luz captada corresponde a longitudes de onda visibles.Wikipedia CommonsWikipedia Commons

Desde el pasado julio, el mundo entero está con los ojos puestos sobre el inquietante objeto que venía desde fuera del Sistema Solar hacia nuestro sol. Identificado como 3I/Atlas, no faltaron las especulaciones desde el primer momento acerca de qué podía ser llegando incluso a afirmar que, debido a sus peculiaridades, podría tratarse de una nave extraterrestre. Sin embargo, conforme se fue investigando sobre el objeto, todo parecía indicar que se trataba de un cometa, el tercer objeto interestelar observado por la humanidad, tras los descubrimientos de ‘Oumuamua (2017) y Borisov (2019).

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Tras su descubrimiento no frenaron las teorías sobre él debido a sus características. Los datos recopilados desde entonces confirman que se trata de un cometa extremadamente rápido y activo, con una velocidad de 58 km por segundo, lo que lo convierte en el objeto interestelar más veloz jamás registrado. Su núcleo, según estimaciones, mide entre 320 metros y 5,6 kilómetros de diámetro, y está envuelto por una coma gigantesca, una nube de gas y polvo de unos 350.000 kilómetros, 27 veces el tamaño de la Tierra. Es, además, el cometa con mayor proporción de dióxido de carbono respecto al agua jamás observado, lo que sugiere que se formó cerca de la “línea de nieve” de dióxido de carbono en su sistema estelar original.

El paso cercano de 3I/Atlas por Marte ofreció una oportunidad única para observarlo desde otro punto del Sistema Solar. Las sondas Mars Express (de la ESA) y Perseverance (de la NASA) lograron capturar imágenes y espectros de su coma mientras el cometa atravesaba el entorno marciano. Aunque los datos aún se están analizando, las primeras mediciones apuntan a una composición rica en dióxido de carbono y polvo fino, coherente con lo que se había detectado desde la Tierra. Este registro es especialmente valioso porque permite comparar la actividad del cometa desde distintas perspectivas y comprobar cómo sufre cambios a medida que se aproxima al Sol.

¿Por qué no se ve ahora 3I/Atlas?

A pesar de la expectación que ha despertado entre astrónomos y curiosos, 3I/Atlas no representa ningún peligro para la Tierra. Su paso más cercano será de 1,8 unidades astronómicas, es decir, unos 270 millones de kilómetros, muy lejos incluso de la órbita de Marte. El 3 de octubre cruzó a unos 30 millones de kilómetros del planeta rojo, lo que permitió a las mencionadas sondas obtener imágenes y datos sobre su composición.

Actualmente, el cometa se encuentra en camino hacia su perihelio, su punto más cercano al Sol, que alcanzará el 30 de octubre de 2025 a una distancia de 1,4 unidades astronómicas (unos 210 millones de kilómetros). En la bóveda celeste se sitúa en la constelación de Virgo, aunque su brillo queda actualmente oculto por el resplandor solar. Por eso, ahora mismo es imposible determinar nada sobre la posición y el movimiento del cometa con exactitud.

¿Por qué no se puede investigar más de cerca 3I/Atlas?

Una de las preguntas más frecuentes desde su descubrimiento es si sería posible enviar una sonda para estudiarlo de cerca en el momento en el que objeto interestelar se acercaba a Marte. Sin embargo, los medios actuales no lo permiten.

“Va demasiado rápido. Nuestros cohetes alcanzan un poco más de 10 km por segundo, y este objeto viaja a más de 60 km por segundo. Es seis veces más rápido de lo que podemos alcanzar. No tenemos capacidad de interceptarlo”, explicó el investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias Héctor Socas en una entrevista para LA RAZÓN el pasado mes de septiembre.

En otras palabras, aunque se lanzara una misión hoy mismo, 3I/Atlas ya estaría demasiado lejos antes de que una nave pudiera siquiera aproximarse. Su trayectoria hiperbólica implica que entra al Sistema Solar, se curva por la gravedad del Sol y se marcha para siempre hacia el espacio interestelar. No orbita, no regresa y, sobre todo, no da margen para perseguirlo.

¿Cuándo se podrá volver a ver 3I/Atlas?

Por ahora, el cometa continúa su viaje hacia el perihelio, oculto tras el resplandor solar. Si todo sigue según lo previsto, 3I/Atlas volverá a ser visible desde los observatorios terrestres a comienzos de diciembre de 2025, cuando se aleje del Sol y recupere un ángulo de observación favorable. Los astrónomos esperan que en ese momento pueda estudiarse con mayor detalle su comportamiento y su composición, antes de que se pierda definitivamente rumbo al espacio interestelar. Será, probablemente, la última ocasión en que la humanidad tenga noticias directas de este visitante fugaz de otro sistema estelar.