Coronavirus

“Sola, en una silla de ruedas y en el momento más vulnerable de tu vida. No podía parar de llorar”

Sanidad modifica el protocolo que impedía a las embarazadas parir con un acompañante

La Conselleria de Sanidad permitirá un acompañante en el parto si lleva EPI
La Conselleria de Sanidad permitirá un acompañante en el parto si lleva EPIKike Taberner

La llamaremos Sonia. No es su nombre real, pero prefiere mantenerse en el anonimato. Ha llegado hoy a su casa con su bebé. Parió sola. Tuvo la mala suerte de ponerse de parto el mismo día que llegó el protocolo de la Conselleria de Sanidad que impedía que las mujeres estuviesen acompañadas durante el parto. “Por horas”.

La Conselleria de Sanidad ha comunicado la tarde del martes una nueva orden para los hospitales públicos que regula las condiciones en las que puede entrar un acompañante a la sala de parto. Esta orden había encontrado con el rechazo frontal de las matronas.

“Ha sido una experiencia emocionalmente muy dura". Llevaba semanas preocupada. Sabía que en el hospital en el que iba a parir, La Fe de Valencia, impedían la entrada de un acompañante, que a las embarazadas se les hace un test y que hasta que no se confirma el negativo en covid-19 no les dejan tener al bebé con ellas. También que si daba positivo se lo llevarían y eso sí que no lo iba a poder soportar. “Esa escena horrenda” no salía de su cabeza. Habló con varios hospitales y confirmó que en el Doctor Peset de Valencia no habían impuesto esas medidas.

El domingo por la mañana se puso de parto. Ingresó a las siete de la mañana y parió a las 3.30 del lunes. “Tenía miedo de preguntar, pero cuando me bajaron al paritorio me confirmaron que por la mañana había llegado un protocolo de la Conselleria de Sanidad que impedía la entrada de acompañantes. Me puse a llorar. Estaba sola en una silla de ruedas en el momento más vulnerable de tu vida. No podía parar de llorar".

Su impresión es que todo el equipo estaba avergonzado, que se sentían impotentes e incluso cree que alguno se salió también a llorar. “Estaban tan consternados como yo", pero su marido no pudo entrar. El parto fue largo y “las matronas compensaron todo lo que pudieron que estuviese acompañada. Agradezco la parte humana a todo el equipo. Ellos quieren que no estemos solas y están haciendo lo posible para que se cambie este protocolo. Compartieron mi dolor y mi pena".

El nuevo protocolo, que como el primero no ha llegado firmado, regula todo el proceso. En la dilatación “deberá utilizar mascarilla quirúrgica y extremar la higiene de manos”. Añade además que tendrá limitados sus movimientos y no podrá tocar superficies.

En la sala del parto, el protocolo varía en función de si la embarazada puede tener coronavirus, “confirmado, probable o posible”. En este caso, la gestante deberá llevar mascarilla quirúrgica y el acompañante EPI, "por lo que se debe garantizar su disponibilidad”. También deberá permanecer “en todo momento a más de un metro y medio de distancia de los profesionales sanitarios”. Si la mujer no tiene covid- 19 no tendrá que llevar mascarilla, aunque su pareja sí tendrá que llevar un equipo de protección.

Embarazadas en época de incertidumbre

Roberta está embarazada de 32 semanas. Es italiana pero vive en Valencia desde hace años. Quizás por tener más contacto con la situación de su país de origen empezó antes que mucha gente de su alrededor a preocuparse por la covid-19. Sus peores temores se convirtieron en realidad y se vio confinada en casa. Casi de la noche a la mañana montó una web para comunicarse con las mujeres que estaban en su misma situación encasaembarazadas.com.

“Tenemos mucho miedo y muchas dudas. No sabemos ni cómo vamos a poder respirar con la mascarilla. ¿Nos harán un test antes para saber si tenemos el coronavirus?". El primer protocolo de la Conselleria de Sanidad les dejó muy preocupadas.“Nos quieren tratar como si fuésemos prisioneras y tenemos miedo de que nos separen de nuestros hijos”.

María saldrá de cuentas en menos de dos semanas. “El miedo a estar sola, a lo desconocido... todo eso conlleva un bloqueo emocional que produce uno físico y tiene riesgos para la madre y para el bebé”. Defiende que la mujer necesita a su pareja, a su acompañante, no es cuestión de que se pierda el nacimiento, es que necesita apoyo. “Sé a lo que voy, tuve un parto muy largo y complicado. Mi marido fue indispensable”. "No es sólo el derecho del padre o la pareja de ver nacer a su hijo, sino la necesidad de un apoyo físico y moral”.

A Rebeca le falta un mes para cumplir las 40 semanas. Lamenta que desde la semana 28 no haya tenido ninguna ecografía, el control lo he realizado exclusivamente la matrona. “Necesitamos el apoyo, el calor de quien elijamos”. Añade que se siente en parte afortunada porque ya es su segundo embarazo. “No me puedo imaginar a las pobres primerizas que les han cancelado también las clases de preparación al parto”.

Carolina coincide con el resto. "Es absurdo. No tiene sentido cuando lo habitual es que tu acompañante sea la persona con la que has estado durante todo el estado de alarma conviviendo y el que luego va a estar en la habitación durante los días que duren el ingreso. ¿Por qué entonces dejarte sin ese apoyo durante el momento de dilatación y de parto?