Economía

Aurelio Martínez (APV) sitúa la recuperación económica a finales de 2021

El impacto inicial del coronavirus en España puede rondar entre un mínimo de 150.000 millones y un máximo de 250.000 millones de euros

Los Reyes han mantenido hoy una videoconferencia con Martínez para comprobar el mantenimiento de la cadena de suministro en el puerto de Valencia
Los Reyes han mantenido hoy una videoconferencia con Martínez para comprobar el mantenimiento de la cadena de suministro en el puerto de ValenciaLa Razón

El presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), Aurelio Martínez, señaló ayer que no nos encontramos ante una crisis financiera como la del año 2008, sino ante un cierre de actividad para el control de la infección por covid-19. Las diferencias con respecto a la crisis de hace doce años son que el nivel de endeudamiento privado es muy bajo y no hay restricción al crédito, disponemos de una baja inflación y de superávit exterior. Por ello, dijo Martínez, previsiblemente la crisis tendrá forma de V, es decir, una caída muy rápida pero una recuperación también bastante inmediata. A pesar de ello, la caída del PIB en 2020 puede ser algo superior al 11 por ciento, "pero creo que podemos recuperar ese descenso a finales de 2021”, apuntó.

El presidente de la APV y de la Fundación Valenciaport y catedrático de economía, recordó que en 2008 “asistimos a una crisis financiera que provocó el colapso del sistema, el sector privado estaba muy endeudado y las restricciones en el crédito generaron crisis de liquidez y una fuerte destrucción de empresas. Además, se produjo el estallido de la burbuja inmobiliaria. La crisis tuvo forma de W, con una caída total del PIB algo superior al 9 por ciento”.

Martínez realizó estas apreciaciones ayer durante una videoconferencia organizada por la Fundación Valenciaport titulada “Coronavirus y economía. Entender la crisis”. Durante su intervención, en la que se inscribieron 650 personas, demandó también una acción coordinada simultánea entre todas las administraciones para sacar adelante todos los planes de inversión que estén lo suficientemente maduros de manera que se pueda arrastrar a la inversión privada. “Con esta medida -explicó- contribuiremos a hacer lo más breve posible esta crisis porque es responsabilidad de todos contribuir a evitar el cierre de empresas, que fue la principal consecuencia que tuvo la crisis financiera de 2008”.

Impacto económico del covid-19

A partir de diferentes estudios económicos, el presidente de la APV explicó que el impacto inicial del coronavirus en España puede rondar entre un mínimo de 150.000 millones y un máximo de 250.000 millones de euros. Aurelio Martínez explicó sus previsiones para España. “En la gran recesión, España tuvo 17 trimestres negativos, de modo que nuestro país recuperó el PIB de 2008 nueve años después. En este caso, lo previsible es que la caída sea muy fuerte y que la recuperación sea más rápida. Dado que no hay pérdida del tejido productivo, el PIB podría recuperarse en un plazo de dos años. Entre el tercer y cuarto trimestre de 2021 podríamos haber recuperado los datos del último trimestre de 2019”.

“La clave del coste final de la crisis está en la recuperación -insistió Aurelio Martínez-. Y para ello, podemos coger como ejemplo a China, aunque nuestras economías sean muy diferentes. Actualmente, las expectativas comerciales de China están mejorando, aunque los indicadores del sector servicios continúan contrayéndose, la demanda sigue siendo limitada. En 8 semanas la actividad industrial ya funciona al 80 por ciento, dato que ya queda reflejado en el tráfico portuario. En definitiva, las señales indican una larga convergencia a una situación normal, pero más rápida de lo esperado”.

Medidas a adoptar

Tal y como el presidente de la APV, “sin una solución sanitaria no puede haber solución económica porque, precisamente, el retorno a la confianza se basa en la solución sanitaria y, además esta solución debe ir acompañada de una planificación clara y contundente respecto a lo que pueda pasar el próximo invierno”. En este sentido, Aurelio Martínez señaló que “la intervención en la economía debe ser masiva ya que el impacto económico también lo va a ser, es necesario que haya una coordinación estrecha entre política monetaria y fiscal y es necesario que la UE actúe coordinadamente porque, en caso contrario, el impacto negativo será más perceptible y duradero”.

En su intervención, Aurelio Martínez también expuso los objetivos económicos que deberían marcarse a corto plazo y que pasan por impulsar el consumo mediante medidas de apoyo a las familias en situación precaria y garantizar los ingresos a los trabajadores, salvar el tejido empresarial apoyando con toda la liquidez a las empresas que lo necesiten y posponiendo el tiempo que sea necesario los pagos de impuestos para evitar que las quiebras de empresas arrastren al sistema financiero. Martínez también defendió que es necesario evitar a toda costa el colapso de nuestra infraestructura turística e impedir la adquisición de las grandes empresas españolas a precio de saldo.

Respecto a la política económica, Martínez consideró que “debe incrementar toda la liquidez necesaria al sistema, dando financiación de apoyo a las empresas viables y asumiendo el riesgo de dicho apoyo con tipos de interés que deben estar en el entorno del 0%”. Asimismo, respecto a la política presupuestaria y fiscal, Martínez abogó por “aumentar el gasto social, disminuir temporalmente la carga fiscal tanto a empresas como a particulares, invertir en sanidad, investigación y en el sistema epidemiológico”.

En su intervención, el presidente de la APV ha explicado que, a pesar de todas estas medidas, es previsible una caída muy considerable del PIB en el primer y segundo trimestre del 2020 que puede superar el 11 por ciento, una suave recuperación a partir del tercer trimestre, un déficit fiscal que puede superar el 15 por ciento del PIB en 2020, un cierre de entre el 5 y el 10 por ciento de las empresas que llevará aparejado un incremento de 1,5 millones de desempleados a finales de año y un incremento del déficit exterior, que puede compensarse en parte por el petróleo.

“Un escenario tan negativo -concluyó- exige empezar a pensar en medidas para 2021 que permitan: reconstruir las cuentas públicas lo antes posible, apoyar la reconstrucción del tejido empresarial, fomentar intensivamente la exportación, campañas de imagen de España en todos los niveles, diálogo para restablecer la confianza empresarial, programas de inversión pública con capacidad de arrastre y, fundamentalmente, planificar el futuro sanitario para no recaer en los mismos errores. Es clave reforzar la medicina, el material y equipos, no depender de suministros exteriores ni en artículos estratégicos, ni sencillos y apostar por la investigación y por los especialistas en epidemiología”.